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EL PRIMER PARTIDO, CON FIESTA
INCLUIDA Rara vez el primer partido de un mundial es muy bueno. En los dos últimos, los fiascos fueron Camerún 1-Argentina 0 y Alemania 1- Bolivia 0. Esta vez la responsabilidad de evitar otra decepción cae en los equipos de Brasil --último campeón y uno de los grandes candidatos al título-- y Escocia, quien nunca ha pasado de la primera fase en un mundial. Por el mismo grupo, se enfrentarán por la tarde Noruega y Marruecos. Claro que antes del partido se realizará la ceremonia inaugural en el Estadio de Francia. Será, a diferencia de los muñequitos de ayer, un espectáculo corto de quince minutos, bautizado como un "Sueño de fútbol". Una pelota se moverá sola por el campo, jueces de línea caricaturizados tratarán en vano de darle alcance, personajes oníricos sobre zancos, cortadores de césped, sembradores de polen y unas enormes flores surgidas del terreno de juego marcarán el espectáculo de luz y color de la inauguración. Y después la pelota. Brasil, rodeado de problemas internos y con su técnico Mario "Lobo" Zagallo criticado adentro y afuera, tuvo ayer una buena noticia: podrá contar con el defensor Aldair, recuperado de su lesión. El gran ausente, en cambio, será Romario desafectado la semana pasada. Por esta razón, Ronaldo --llamado a ser una de las figuras de este Mundial-- compartirá la delantera con Bebeto, quien fue titular en el Brasil campeón del '94. Gran favorito para quedarse con el primer partido del campeonato, Brasil mostró una imagen desteñida en sus últimos encuentros amistosos, pero todos apuestan a sus estrellas. Frente al equipo del Lobo Zagallo estará Escocia, selección que nunca superó la primera etapa en un mundial. Su técnico, Craig Brown, reconoció públicamente que hay "un uno por ciento de posibilidades" de vencer hoy a los brasileños. Con un esquema muy cauteloso, Escocia se parará en la cancha pensando más en cómo detener a los jugadores contrarios que en llegar al área de enfrente. Por eso Brown asignó a dos centrales para frenar a Ronaldo y al duro Paul Lambert, en mitad de campo, para evitar que la pelota llegue limpia al goleador del Inter. Los escoceses no dudaban ayer en firmar un empate en su debut. Los brasileños, en cambio, apuestan todo a su primera victoria en tierra francesa.
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