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Por Miriam Sosa Caetano Veloso mirará hoy en familia, en su casa de Río de Janeiro la fiesta inaugural del Mundial Francia 1998, seguida por el partido entre Brasil y Escocia, y mañana se tomará el avión que lo depositará por la tarde en Buenos Aires para la serie de recitales con que, entre el viernes y el lunes, presentará aquí en vivo los temas de su último y notable CD, Livro. Como el CD es, en parte, la musicalización de su libro Verdade tropical, el espectáculo se llama Livro vivo. En un juego de polivalencias, Caetano mezclará ambos mundos, que en él parecen uno solo: leerá en el espectáculo algunas de las 500 páginas del libro para introducir distintas canciones y en algún punto resignificarlas. Cuando el bahiano llegue, los organizadores de sus espectáculos habrán terminado de decidir si agregan una quinta función para el viernes 19, lo que depararía que la asistencia global a estos shows supere las 15 mil personas, su record para Buenos Aires. Livro vivo funciona como una visita guiada y abreviada al mundo de Verdade tropical, pero con una serie de caminos laterales hacia temas históricos de su repertorio como Terra y Sampa, en nuevas versiones. Entre otras muchas delicadezas, puede anticiparse que por primera vez --y sin la voz de Gal Costa, que la grabó en el CD correspondiente-- el crecido público argentino de Caetano bailará cuando interprete A luz de Tieta, el tema principal de la película de Carlos Dieghues, que compitió el año pasado por el Oscar al mejor film extranjero: "Existe alguien aquí/ Fondo en el fondo de vos/ De mí/ Que grita para quien quiere oír..." Caetano intentó unir en Livro, entre otras cosas, el sonido común y callejero de Bahía, arropado en su percusión, con el jazz de fines de los años 50. Luego sostuvo con algo de ironía, molesto por ciertas críticas que recibió en Brasil, que "las letras son menores". En realidad, lo que está claro es que además de ser majestuoso musicalmente, este trabajo ofrece un proceso de exposición, en las letras, de una serie de ideas y conceptos que explican la estética del autor. Nada menos. El puntapié inicial del libro surgió del interés de la editorial norteamericana Alfred Knopfpor sobre un artículo de Veloso publicado en The New York Times, (ver recuadro) sobre el espectáculo Carmen Miranda, realizado hace algunos años en Nueva York por Arto Linsay con Aurora Miranda, Gal Costa, Laurie Anderson, Regina Casé y Bebel Gilberto. En ese artículo, disparador del proyecto editorial que culminaría en 1997 con la publicación de Verdade Tropical, en pocas palabras resumía la influencia que la mítica Miranda tuvo en el tropicalismo. Desde esa forma de recordar, el libro resulta una mirada hacia toda la cultura brasileña, a partir de la búsqueda del tiempo perdido. En realidad, podría asegurarse que Verdade... es el tiempo recuperado, la asunción de las influencias y combates que deben tenerse en cuenta para una evaluación estética, ideológica y cultural de la música del Caetano Veloso de hoy. La canción con la que iniciará cada uno de los conciertos porteños dice: "Mi voz es precisa/ Vida que no es menos mía que de la canción ...Creeme/ Que si puede crecer así para nosotros/ Una flor sin límite/ Es solamente porque yo traigo la vida aquí en la voz". Caetano dice que Minha voz, minha vida fue incluida en el disco principalmente por una razón musical, para unir la melodía a una percusión sutil. Pero esta letra --escrita para la voz de Gal Costa en los años 70-- también puede escucharse en paralelo a Genipapo Absoluto (de Estrangeiro, 1989), donde a su vez está el fundamento del buceo antropológico del proyecto Fina estampa: "Cantar es más que recordar/ Es más que haber tenido aquello entonces/ Más que vivir que soñar/ Es tener el corazón de aquello...Aquel que considera/ La saudade una mera contraluz que viene/ No, ese sólo deshace el signo/ y la rosa también". En rigor, para entender la interacción entre Verdade... y el compact Livro, debería empezarse por el segundo tema, "Livros", la reflexión de un escritor, de un autor de libros, sobre el mundo de la cultura ilustrada. El tema tiene el peso propio de las grandes canciones suyas construidas a partir de un pensamiento --a la altura de Ele me deu um beijo na boca o O estrangeiro-- capaces de "lanzar mundos en el mundo". Es un tema autobiográfico ("Tropezabas entre los astros desastrada/ Casi no teníamos libros en casa/ Y la ciudad no tenía librerías..."), y con un doblez conceptual que relativiza el valor absoluto de la cultura al enfrentarla con el espacio lunar de la contracultura, identificada a su vez con la mujer ("Tropezabas en los astros desastrada/ Pero para mí fuiste la estrella entre las estrellas"). La idea de la mujer como otra forma de conocimiento ya está en "Elegía", un poema de Pericles Cavalcanti y Augusto de Campos, musicalizado por Veloso en el CD Cinema transcendental (1979) "Como encuadernación vistosa,/ hecha para iletrados, la mujer se arregla/ Pero ella es un libro místico y solamente/ Al que tal gracia se consiente/ es dado leerla". No es descabellado, por otra parte, ver en esa estrella a Doña Canô, la mamá de Caetano, el motivo de Genipapo absoluto, la primera razón de cantar: "Todos son trechos que escucho: vienen de ella/ pues mi madre es mi voz...". Hay otro tema clave del show que no debería ser escuchado virginalmente, y es "Pra ninguém", que forma parte de la conversación subterránea que esconden las obras de Caetano y Chico Buarque. También, después de escribir un libro, Estorvo, Chico compuso "Para Todos" y la incluyó en su último trabajo. "Para ninguno" y "Para todos" son canciones que recuerdan a artistas populares de la música del Brasil. Chico privilegia a Antonio Carlos Brasileiro Jobim y enumera tras él a un sinnúmero de creadores y cantantes. Caetano ubica a Joâo Gilberto en la dimensión primordial de la revolución de la música brasileña, y lo rodea de una serie versiones preciosas de cantantes, concluyendo en esta síntesis: "Mejor que eso sólo el silencio/ Y mejor que el silencio sólo Joâo". En este tema, por otra parte, le pone nombres y apellidos a una idea ya expresada en Alguém cantando (de Bicho, 1977): ".. Alguien cantando es bueno de oír/... La voz de alguien que canta/ La voz de un cierto alguien/ Que canta como que para nadie/ La voz de alguien cuando viene del corazón/ De quien mantiene toda la pureza/ De la naturaleza/ Donde no hay pecado ni perdón". Puede decirse que Veloso canta como escucha cantar. Aun en la prolija rutina de este show, canta íntimo y verdadero, como para nadie. Y más allá de la excelencia, logra que el oyente, en todos los casos, esté adentro de su sensibilidad, incluido, privilegiado. En Livro hay muchas otras referencias a canciones anteriores. La más evidente cita es "Você é minha", que evoluciona naturalmente desde la belleza conocida de "Você é linda". En "Doideca" flota otra tesis: produce un tema neotecno aunque acústico, enriquecido con vanguardia dodecafónica, para jugar con la lengua: "Lira Paulista/ Música doideca/ Funk carioca/ Londresselvas en flor/ Gay Chicago negro alemán/ Bossa Nova/ Axé music/...Banda tropicalia de Tom Zé...". En el mismo tema, agrega con naturalidad los versos y la melodía iniciales de "London London" (escrita en inglés en el exilio, apareció en el disco Caetano Veloso en 1971), como un guiño al corazón de sus fans, como diciendo esto debe venir de aquello. "Os passistas", la tarjeta postal con post data existencial de la pareja mulata del carnaval ("El dolor/ Define nuestra vida toda/ Pero estos pasos lanzan modas/ Y dirán al mundo por dónde ir..."), y "Onde o Rio é mais Baiano", la esencia de Bahía en la carioca escola da Mangueira, comparten ritmo samba y tema carnavalesco. Son los momentos del CD y del espectáculo en que Caetano es más Chico. O una invitación a pensar en viceversa: encontrar cuánto de Caetano hay en Chico, ahora que sus caminos, que empezaron a cruzarse en los tempranos 70, parecen separados. Prueba del volumen del talento de Caetano, es central en el espectáculo el tema "Alexandre". Contando una historia casi lineal del macedonio Alejandro El Grande --fundador de Alejandría y Bucefalia, el único que deshizo el nudo que el rey de Frigia, Gordio, había dedicado a Zeus, y que según el oráculo abría las puertas a dominar Asia, casado, con una hija-- Veloso concreta, según contó ya a Radar, una defensa de la libertad sexual. Alejandro, que además era lo que hoy se llamaría gay, ocupa un lugar clave en la historia de la relación entre Oriente y Occidente. Surgido de la marginalidad política de su tiempo, venció y dominó, tras absoberla, a la cultura central y la expandió luego por el mundo. Caetano quiere decir bastante más de lo que parece cuando cuenta la historia de aquel efebo victorioso que dominaba el mundo conocido viniendo desde su periferia.
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