En el Centre aux Metiers du Sports hay un enorme rectángulo verde --más o menos dos canchas de fútbol-- cubierto por un tinglado. Pero el viento que baja de las montañas se cuela por las costas descubiertas del predio. Ahí fue el puesto de reunión con los jugadores, siempre separados de la peste de la prensa por la ya clásica baranda. Fue más de media hora de sufrimiento para todos. Para los que trabajan por el amontonamiento, para los jugadores porque la mayoría fue con pantalones cortos y algunos hasta sin zapatillas, en esas horribles pantuflas de Adidas que uno escondería bajo la cama si invita a alguna señorita a tomar el café a casa.

Sin embargo, hay buena onda. Este plantel de la selección será poco atractivo por la ausencia de estrellas, pero tienen metido bien adentro ciertas obligaciones de profesionales. Atender a la prensa es uno de ellos. Pero Abel Balbo es uno de los pocos que se presta siempre con una sonrisa y antecede un invariable "buenas tardes" a cada interlocutor. Su fama de "chico bueno", de monaguillo, o de mejor alumno le corresponde. Es así y no se le caen los anillos.

--Este es tu tercer mundial, ¿qué tiene de distinto?

--En lo personal que seguramente será el último, por una cuestión de edad. En cuanto al equipo, éste es distinto. Es una selección muy joven pero con experiencia y con muchas ganas de ganar algo importante.

--Pero vos estás de la raya para afuera, no sos titular.

--Para mí eso es lo de menos. Llevo mucho tiempo en esto y sé que, si uno se toma en serio la profesión de futbolista, debe estar dispuesto a las cosas agradables y a las que no lo son tanto. Cuando tenés un poco más de experiencia, te das cuentas de que lo importante en un equipo es formar primero un buen grupo porque a partir de esa unión nace la solidaridad que después te puede salvar en la cancha si el partido viene mal. Si uno entiende esas condiciones, entonces eso de ser titular o suplente es lo de menos. Por supuesto que uno es futbolista y juega al fútbol, por lo tanto quiere jugar pero también hay que entender las reglas de juego.

--Se dice que una de las razones por las que te convocó Passarella es que le sos muy útil en la convivencia. Para decirlo claro, que ayudás a manejar el grupo.

--Yo creo que me llamó por mis condiciones de futbolista y porque cree que le puedo aportar esas condiciones al juego del equipo. Si me cree importante o necesario por otros factores, no me lo dijo. Quizá lo piense y a lo mejor no está mal tener gente de más experiencia en un equipo de gente muy joven, pero yo no cuido a nadie, no soy el niñero ni nada por el estilo, yo soy un jugador más.

--¿Cuáles son las diferencias en estas horas previas con Bilardo, Basile y Passarella?

--Uh... con Bilardo había una tensión de locos... bueno, porque Carlos es así, te habla todo el tiempo. Con el Coco no, la verdad es que estábamos muy relajados, muy confiados. Y ahora con Daniel también. El está tranquilo y eso lo transmite, pero además éste es un grupo muy tranquilo que se altera poco.

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