"¿EXISTE UN CRECIMIENTO REAL EN LA TELE?"
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Por Patricia Chaina La versatilidad es una cualidad acorde a todo personaje que atraviese la escena rutilante de la Argentina menemista. Pero Roberto Pettinato, el músico, el showman, la ostenta lejos del modismo político o generacional. A punto de volver a la televisión --con "Duro de acostar", este viernes, a las 23, y en el 9--, su eclecticismo le permite abusar de dotes y debilidades que acuñó en una trayectoria en la que conviven, no sin críticas severas, el magnetismo de Luca Prodan con las artimañas de Gerardo Sofovich. En la entrevista que concedió a Página/12 --vía fax, para "pensar sin dispersarse", según justificó--, habla de su lugar en la troupe de estrellas catódicas, siempre sin garantías de continuidad. Y sus observaciones lo convierten en un curioso analista del medio y de sus consecuencias. Aunque prefiere mantener en reserva cuáles son las bisagras que le permiten desplazarse del escenario a los estudios de tevé. --¿Cuál cree que fue el éxito de "Duro de acostar" por Telefé? --Mucho tuvieron que ver esos casetes motivacionales que me había comprado. Son cintas para escuchar al irse a dormir. Uno las pone y, subliminalmente, le van llenando la cabeza. Compré el que hablaba sobre "Cómo tener éxito en la televisión". Al comienzo los ponía y me tomaba una pastilla para dormir. Llegué a tener éxito 16 horas seguidas, pero al despertar me encontraba en Telefé sufriendo por el rating. Ahí me compré un casete de "Cómo tener rating", pero lo puse en baja velocidad, así que tardé un año en estabilizar el programa. --¿Era ése su programa ideal, un espacio donde se sentía cómodo y funcionaba con el público? --Me gustaba ser medio irónico y medio cínico a la vez. Los cínicos somos así: cuando olemos flores buscamos si alrededor hay un féretro. Creo que funcionaba con la gente. Y a mí me gusta el programa, porque puedo hablar, que la gente me escuche, me entienda, y al día siguiente lo olviden todo. Pero fundamentalmente me encanta tener un programa que sea único en el país. No por lo original, sino por el diseño, el estilo o el formato. No creo que haya dos "Duro de acostar", por eso decidimos... hacer el mismo otra vez. --¿Cree que su finalización tuvo que ver con que mucha gente lo veía como demasiado transgresor para un canal como Telefé? --La transgresión se describe rápidamente. Si esto fuese cierto no podría creer que en Telefé se tomaron un año para descubrirlo. Creo que los transgresores fueron los ingleses con el rock, el teatro, o los americanos con la Cajita Feliz. En Argentina la última transgresión conocida debe haber sido en el '50 con las leyes sociales o la ley de divorcio, cuando ya se había hecho en México y punto. Por otro lado, si transgresión es hacer algo que nadie había hecho antes, entonces, que viva Dibu! --Suelen señalarse las coincidencias de su programa con el de David Letterman en Estados Unidos... --¡Gracias! Es como si dijeran: "Tus temas se parecen mucho a los Beatles". Ojalá algún día dijeran que toco el saxo como Coltrane o Charlie Parker. Todos esos programas son "formatos". Debe haber más de cien en el mundo. Todos tienen su monólogo, sus tonterías, su escritorio, su conductor bien vestido, sus entrevistas. Ahora, si Letterman hace un chiste de Clinton en el que el presidente sale por las noches disfrazado de Mr. Hyde y yo hago lo mismo... entonces tienen razón. --Ledo intentó trasladar la comedia de media hora, estilo "Seinfeld", a la Argentina. ¿Se puede? --Vi "Seinfeld" muy pocas veces. No es mi ejemplo favorito. Pero desde "Telematch" hasta "Gente que busca gente", todo se puede adaptar a cualquier idiosincrasia. El mundo es uno solo y los que estamos pisándolo también somos los mismos. Amor, pasión, conflicto, carcajada, comida rápida, asesinatos... da igual. La comedia de media hora diaria puede ser divertida. Tal vez "Verano del `98" dure, en tiempo real, un poco más de media hora.¿Quién va a chequear con un cronómetro el tiempo si lo que ve no le aburre? Ahora, que no haya guionistas es otra cosa. Una media hora diaria requiere de esas preguntas y respuestas con chiste incluido que no salen todos los días, especialmente, porque nosotros somos muy ciclotímicos. En Estados Unidos también, pero como son 14 los que escriben, si dos se deprimen los mandan a la Sparkling a buscar agua. --¿Por qué aceptó hacer "Listos ya!"? --Era novedoso, interactivo y con un sistema inventado en nuestro país: 240 personas podían jugar al mismo tiempo. Fue un programa de verano. Nadie le pregunta a Portal por qué aceptó "Móvil 13" y después volver con "PNP". Letterman cumplió 15 años con el mismo programa. Johnny Carson lo hizo durante 30. Aquí no se puede vivir con esa ilusión, sí con la de ir y volver a lo que es de uno. --¿Cómo se va a estructurar el nuevo programa? --"Duro de acostar" siempre se basó en tres patas, y por eso a veces tambaleaba: la entrevista, el monólogo y el musical con La Groovísima. El nuevo, es la continuación del anterior. Algo como Terminator I y II. ¿Qué había cambiado? Lo mismo que aquí: la estrella del programa tendrá menos musculatura, más canas y mirará como diciendo: "No se preocupen amigos, no habrá otro intento". Es un programa que quedó en la gente y en los críticos, en mi equipo de producción, y en mí. Tal vez merezca otra oportunidad. El tiempo dirá, aunque yo no use reloj. Recuerdo que cuando se esperaba que Nicolás Repetto volviera con algo nuevo lo asesinaron por volver con lo mismo. Aquí eso no va a existir. ¡Es lo mismo! --¿El humor es siempre el eje sobre el que gira su imagen? --Yo no sé contar chistes. Sólo leo los diarios y reporto los hechos. Hace unos días un amigo me decía que con la muerte no se jode. Yo le dije: "Sí se jode", pero esos son los chistes que sólo se cuentan en casa. --¿Extrañó en la pantalla a Gonzalo Bonadeo? --Creo que fuimos, en su momento la mejor dupla. El intentaba adaptarse a mí y yo a él hasta que nos dimos cuenta que teníamos talles diferentes. Si hablara más lento, Bonadeo sería el mejor periodista deportivo de la generación joven. Es más, hasta tuvo la capacidad para describir lo que veía en la fiesta inaugural de Francia '98, aunque seguramente le debe haber parecido un desfile de hortalizas. --¿Qué opina de lo que dijo Bonadeo cuando se separaron? --Fue traumático para todos. El mismo día que subíamos los dos para recibir el Martín Fierro a mí me llamaban de Telefé. Con Gonza habíamos luchado para estar en el "aire" en Canal 13 pero los directivos no lo entendían así. Fue hermoso y horrible al mismo tiempo. Mi desvinculación del 13 y TyC en ese momento fue muy fea para mí y casi pierdo gran cantidad de amigos al mismo tiempo. Digo "casi" porque cada tanto los llamo, y tienen la deferencia de dejarme el contestador automático encendido. --¿En qué aspectos creció con la televisión de aire, y qué cosas le quitó? --No puedo medirlo en términos de pérdidas o ganancias. Sí contestar con otra pregunta: ¿Se crece en la tele? ¿Se evoluciona realmente? ¿Existe un cambio real, consistente? ¿Se puede con la perseverancia cuando todo depende de algo tan insondable y mágico como la imagen? No lo sé. Creo que siempre soy el mismo con un público que día a día dice: "No te había visto antes, te vi y me gustaste", o "¡Vos sos el imbécil que dijo tal cosa!"
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