En el sótano de la Escuela de Mecánica de la Armada se lo conocía como "el Pingüino". Era un hombre de buenos modales, que se convertía en bestia al aplicarles la picana a los detenidos/desaparecidos. En 1987 fue procesado en la "Causa ESMA" junto a otros represores, pero se salvó de la cárcel por la ley de obediencia debida. Cultor del bajo perfil, logró seguir en actividad y ascender hasta su rango actual de capitán de navío. Lo que no consiguieron algunos de sus colegas como Astiz, Pernías y Rolón. Mañana martes, el capitán (en activo) Raúl Scheller (alias "Pingüino") comparecerá como testigo ante la Cámara Federal en la Causa Walsh.
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