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Menos alimentos y bebidas y más computadoras, equipos de audio y viajes al exterior. Así es la nueva pauta de consumo de los argentinos, de acuerdo a la encuesta de gastos que realizó el Indec durante 1996 y 1997, y que será volcada en el nuevo índice de precios al consumidor que se utilizará a partir de la segunda mitad de 1999. La canasta familiar será más representativa de los mayores consumos, lo que no necesariamente se compatibiliza con el presupuesto de la mayoría de la población, con ingresos inferiores a los 600 pesos mensuales (salario promedio de la economía). Héctor Montero, director del Instituto Nacional de Estadística y Censos, comentó en una entrevista concedida a la agencia DyN que la ponderación de los gastos de la población en alimentos y bebidas cayó de una proporción del 40 al 32 por ciento en la actualidad. "Hoy la gente le otorga una importancia relativa a esos gastos; se ha incorporado una mayor participación de consumos en servicios", señaló. Entre los servicios que hoy absorben una porción mayor del presupuesto familiar mencionó a la educación, pública y privada, y el transporte. Montero mencionó entre los nuevos artículos que se integrarán al índice de precios, a las computadoras y los equipos de audio, que pasarán a formar parte del rubro "Equipamiento para el hogar". También habrá cambios en el rubro Turismo, que no sólo aumentará su ponderación en los gastos generales --y por lo tanto, una variación en sus precios se hará sentir más en el índice general--, sino que además incorporará los viajes al exterior. "Hace diez años, para una familia promedio pensar en ir a Miami era un proyecto serio (importante), y hoy algunos chicos van allí de viaje de fin de curso: ese tipo de proyectos son más viables porque los precios son más acomodados", apuntó Montero. Tampoco formaban parte de la pauta de consumo general, una década atrás, las comunicaciones de larga distancia. "Eran tan pocas que su ponderación en el consumo de las familias no entraba en el índice; hoy es considerado porque la gente habla mucho más por teléfono y porque se acostumbró a comunicarse con el mundo", explicó el titular del Indec. El Indec también prepara cambios en la metodología para medir la desocupación. La Encuesta Permanente de Hogares actual abarca a unas 70 mil consultas al año en casas de familia, circunscripta a 28 conglomerados urbanos: todas aquellas ciudades con más de 100 mil habitantes o que, sin llegar a esa población, son capitales de provincia. Ratificó, por otra parte, que a partir de este año se realizarán tres mediciones, agregando una onda de encuestas en agosto. "En 1999 también vamos a tener tres mediciones, en mayo, agosto y noviembre", lo cual permitiría tener una estimación por trimestre, salvo para el período estival. "Actualmente --dijo Montero--, la encuesta no cubre la totalidad de la población urbana del país, sino el 70 por ciento; queda un 30 por ciento en el que no sabemos qué pasa, ya que se considera población urbana a aquélla que vive en ciudades de 2000 o más personas. La nueva muestra va a incorporar muchas ciudades medianas o pequeñas: estamos pensando ahora bajar el límite prácticamente a dos mil personas. Es decir, cubrir toda la población urbana del país". Con ese avance, el funcionario estimó que se arribarían a las 100 mil encuestas de hogares al año. La puesta en marcha plena de la nueva metodología será a partir del 2000, pero desde la segunda mitad de este año se trabajará en paralelo con la vieja y la nueva medición.
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