Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


EL FINAL DEL PROGRAMA DE NICOLAS REPETTO

LA HORA DE LA DERROTA

na28fo02.jpg (12107 bytes)

na28fo01.jpg (7809 bytes)
Nico Repetto acumuló derrota tras
derrota, antes del agrio final.

Ahora se va de vacaciones, pensando

cómo hacer un buen programa.

"Cuando no tenés éxito aparecen las culebras", dijo el mes pasado.
Son "los que creen que si vas segundo sos una especie de idiota".


Por Carlos Polimeni

t.gif (67 bytes)  Nicolás Repetto, uno de los grandes beneficiados por las leyes de la competencia televisiva argentina ---tanto mides, tanto vales, por ende tanto eres-- comenzó a digerir esta semana el intransferible gusto a fósforo del fracaso. El final anticipado de "Nico R", que de catorce semanas perdió trece ante "Sorpresa y media", de Canal 13, se produjo en el marco de un sordo cruce de acusaciones internas en Telefé, que no está acostumbrado a perder batallas en el terreno de las mediciones, que lidera. La conducción artística de Telefé quiere que quede claro que fue el animador el que se quebró y decidió irse. Repetto, que hasta este fracaso era uno de los niños mimados del medio, tiene claro que perdió tres veces: cuando aceptó competir tras dos años sin pantalla contra un producto más que consolidado, cuando debió resignarse a que el canal interviniese en el plano creativo y cuando no supo cómo capear un temporal desatado por los medios relacionados con el holding del 13. "Yo quiero que quede claro que el canal no levantó el programa, que la decisión fue tuya", le dijo en la trastienda del domingo por la noche el hombre fuerte de la programación de Telefé, Gustavo Yankelevich. Repetto le contestó que asumía ese papel, pero que quería una revancha personal, mientras recibía el apoyo de su equipo de trabajo e incluso una torta, con la inscripción de "Gracias", del encargado de catering. Se irá de vacaciones ahora con su embarazada compañera Florencia Raggi, rumeando estrategias para ese retorno.

De las derrotas, aparte de la primera y lógica --cuando regresó luego de dos años sabáticos sabía que una de las posibilidades era que el rating no le sonriera por el solo hecho de estar ahí--, la más aleccionadora fue la segunda. Repetto pensó un programa con humoristas de su gusto, como Alfredo Casero, Juana Molina y Fabio Posca, y cuando el canal empezó a tomar decisiones para su criterio de competencia con "Sorpresa y media" debió aceptar una especie de parto contra natura. Por ejemplo, que su espacio se poblase de figuras de la música latina heredadas de los contratos del programa de Juan Carlos Mateyko, al que a su vez habían invitado a dejar el aire. Está claro: hay un abismo entre el cosmos de ideas a que alude Casero y la estética en que insiste Emanuel Ortega. La tercera de las derrotas es una prueba evidente de lo dura que es la guerra entre los multimedios. Repetto sólo recibió lo que él considera apoyo de los medios de Atlántida y palo tras palo, algunos larvados, de los que responden al holding de Canal 13. De hecho, llegó a declarar, cuando harto abrió la boca: "Siento, más que nunca en mi vida, cómo con 20 puntos tenés un montón de amigos y con 17 puntos tenés muchos menos: cuando no tenés éxito aparecen las culebras, los que creen que si vas segundo sos una especie de idiota". Sabe de lo que habla: cuando estaba en el 13, recuerda, las cosas eran al revés.

Los 14 puntos de promedio que redondeó en su historia el programa no son poca cosa en televisión, pero se redimensionan cuando se los compara con los 22 casi permanentes del rival y con lo mucho que aquéllos le costaban a Telefé, que además soñaba con sumar a Repetto al grupo de sus pesos pesado del rating, los no vencidos Marcelo Tinelli y Susana Giménez. Un solo día, el del estreno, el 15 de marzo, Repetto ganó las mediciones con 20, 5 puntos, que superaron a los 16,5 de "Sorpresa y media". Telefé aún no sabe cuál será la programación que emitirá el próximo domingo desde las 20, aunque hay versiones de que para competir con "Sorpresa y media" pondría una hora de "Los Simpsons" y otra de un nuevo producto de Miguel Angel Rodríguez, el imitador de "Videomatch" que este año ganó el Martín Fierro en la terna de humoristas masculinos por "La peluquería de Don Mateo". La hora de "Los Simpsons" le sale casi gratis --son enlatados por los que ya pagó-- y si con ellos no pierde escandalosamente ante el 13, habrá hecho negocio. Gastará poquito para sumar algo, mientras en las 14 semanas previas gastó muchísimo para sumar poco.

Repetto tiene entre ceja y ceja una contabilidad extraña: la de la cantidad de revelaciones sensacionales sobre su programa que fueron planteándose desde que salió al aire. Poco después del estreno de su ciclo, debió enfrentar una oleada de críticas por la recaudación de dinero a través de su línea 0-609, que llegó a dos millones de dólares. A tal punto llegó la cuestión que el Gobierno decidió reglamentar el costo de las llamadas. Con el transcurrir de las semanas, vio cómo los medios revelaban, mostrándolo como un hombre desesperado, todos y cada uno de los artilugios que la producción concretaba a fin de ganar posiciones en la carrera por el rating. Desde la sorpresiva visita de Xuxa al programa hasta el operativo de ayuda a los inundados --con el que logró recaudar un millón de dólares y llenar con ropa y alimentos diecisiete camiones con los que él mismo partió rumbo al Chaco--, el esfuerzo del canal por levantar puntería fue mostrado como un intento por reflotar el "Titanic", de tal manera que siempre estuvo instalada, piensa Repetto, la sensación de que lo suyo era fracaso.

Si en un primer momento, el conductor optó por el silencio, frente a las objeciones, cuando se decidió a hablar, lo suyo fue como intentar apagar un incendio con nafta. A mediados del mes pasado, admitió que se sentía víctima de una campaña orquestada por periodistas obligados a privilegiar los intereses de los multimedios a la verdad. "A mí me sorprende este nuevo estilo de hacer periodismo, según el cual no importa decir cómo es algo sino defender al grupo en el que estoy. La verdad es que hay una verticalidad que asusta." Tan asustado como eso debería estar de la realidad de que, en lo artístico, no supo aggiornarse. El medio está tan extrañado como él. En la semana previa a su debut de marzo, en su programa radial, Mario Pergolini había realizado una encuesta a profesionales de la televisión y la crítica televisiva sobre quién ganaba la pulseada del domingo por la noche. El 90 por ciento largo apostó por Repetto ante Weich. Puede suponerse que hoy los porcentajes --si cupiese una compulsa--darían absolutamente al revés.

 

El problema de repetirse

Una de las causas artísticas del fracaso de "Nico (R)" parece haber sido la repetición de las fórmulas con que Nicolás Repetto había logrado conquistar una posición en 1995, cuando "Fax" era una vedette de la televisión. Las escasas novedades que promocionó no se mantuvieron más allá de las primeras emisiones. La promesa de que habría una única tanda comercial a lo largo de todo el programa quedó en la nada, por ejemplo. Los cómicos jóvenes que podrían haberle dado una vuelta de tuerca a la rutina del programa, entre ellos Alfredo Casero y Juana Molina, quedaron fuera del staff apenas comenzó la competencia en serio. El mismo destino corrió la ex modelo Natalia Lobo, que apenas tuvo oportunidad de demostrar sus dotes como cantante, mucho menos evidentes que las anatómicas.



PRINCIPAL