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LA HORA DE LA DERROTA
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Por Carlos Polimeni
De las derrotas, aparte de la primera y lógica --cuando regresó luego de dos años sabáticos sabía que una de las posibilidades era que el rating no le sonriera por el solo hecho de estar ahí--, la más aleccionadora fue la segunda. Repetto pensó un programa con humoristas de su gusto, como Alfredo Casero, Juana Molina y Fabio Posca, y cuando el canal empezó a tomar decisiones para su criterio de competencia con "Sorpresa y media" debió aceptar una especie de parto contra natura. Por ejemplo, que su espacio se poblase de figuras de la música latina heredadas de los contratos del programa de Juan Carlos Mateyko, al que a su vez habían invitado a dejar el aire. Está claro: hay un abismo entre el cosmos de ideas a que alude Casero y la estética en que insiste Emanuel Ortega. La tercera de las derrotas es una prueba evidente de lo dura que es la guerra entre los multimedios. Repetto sólo recibió lo que él considera apoyo de los medios de Atlántida y palo tras palo, algunos larvados, de los que responden al holding de Canal 13. De hecho, llegó a declarar, cuando harto abrió la boca: "Siento, más que nunca en mi vida, cómo con 20 puntos tenés un montón de amigos y con 17 puntos tenés muchos menos: cuando no tenés éxito aparecen las culebras, los que creen que si vas segundo sos una especie de idiota". Sabe de lo que habla: cuando estaba en el 13, recuerda, las cosas eran al revés. Los 14 puntos de promedio que redondeó en su historia el programa no son poca cosa en televisión, pero se redimensionan cuando se los compara con los 22 casi permanentes del rival y con lo mucho que aquéllos le costaban a Telefé, que además soñaba con sumar a Repetto al grupo de sus pesos pesado del rating, los no vencidos Marcelo Tinelli y Susana Giménez. Un solo día, el del estreno, el 15 de marzo, Repetto ganó las mediciones con 20, 5 puntos, que superaron a los 16,5 de "Sorpresa y media". Telefé aún no sabe cuál será la programación que emitirá el próximo domingo desde las 20, aunque hay versiones de que para competir con "Sorpresa y media" pondría una hora de "Los Simpsons" y otra de un nuevo producto de Miguel Angel Rodríguez, el imitador de "Videomatch" que este año ganó el Martín Fierro en la terna de humoristas masculinos por "La peluquería de Don Mateo". La hora de "Los Simpsons" le sale casi gratis --son enlatados por los que ya pagó-- y si con ellos no pierde escandalosamente ante el 13, habrá hecho negocio. Gastará poquito para sumar algo, mientras en las 14 semanas previas gastó muchísimo para sumar poco. Repetto tiene entre ceja y ceja una contabilidad extraña: la de la cantidad de revelaciones sensacionales sobre su programa que fueron planteándose desde que salió al aire. Poco después del estreno de su ciclo, debió enfrentar una oleada de críticas por la recaudación de dinero a través de su línea 0-609, que llegó a dos millones de dólares. A tal punto llegó la cuestión que el Gobierno decidió reglamentar el costo de las llamadas. Con el transcurrir de las semanas, vio cómo los medios revelaban, mostrándolo como un hombre desesperado, todos y cada uno de los artilugios que la producción concretaba a fin de ganar posiciones en la carrera por el rating. Desde la sorpresiva visita de Xuxa al programa hasta el operativo de ayuda a los inundados --con el que logró recaudar un millón de dólares y llenar con ropa y alimentos diecisiete camiones con los que él mismo partió rumbo al Chaco--, el esfuerzo del canal por levantar puntería fue mostrado como un intento por reflotar el "Titanic", de tal manera que siempre estuvo instalada, piensa Repetto, la sensación de que lo suyo era fracaso. Si en un primer momento, el conductor optó por el silencio, frente a las objeciones, cuando se decidió a hablar, lo suyo fue como intentar apagar un incendio con nafta. A mediados del mes pasado, admitió que se sentía víctima de una campaña orquestada por periodistas obligados a privilegiar los intereses de los multimedios a la verdad. "A mí me sorprende este nuevo estilo de hacer periodismo, según el cual no importa decir cómo es algo sino defender al grupo en el que estoy. La verdad es que hay una verticalidad que asusta." Tan asustado como eso debería estar de la realidad de que, en lo artístico, no supo aggiornarse. El medio está tan extrañado como él. En la semana previa a su debut de marzo, en su programa radial, Mario Pergolini había realizado una encuesta a profesionales de la televisión y la crítica televisiva sobre quién ganaba la pulseada del domingo por la noche. El 90 por ciento largo apostó por Repetto ante Weich. Puede suponerse que hoy los porcentajes --si cupiese una compulsa--darían absolutamente al revés.
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