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Por Pablo Ferreira Las tasas de financiamiento de las tarjetas de crédito siguen cediendo posiciones. Entre marzo y mayo descendieron un 16 por ciento en promedio los intereses para saldos adeudados en pesos. Y ya suman 27 las entidades emisoras que en ese período han recortado sus tasas, con caídas sorprendentes como la del Banco Mercurio que las redujo un 40 por ciento. Además, en mayo por primera vez los bancos líderes como el Galicia, el Citi o el Bank Boston empezaron a reflejar la tendencia a la baja en el financiamiento de los plásticos. Estos resultados surgen del tercer ranking mensual dado a conocer ayer por la Secretaría de Industria y Comercio. La encuesta oficial revela, además, que los principales bancos del sistema financiero todavía cobran a sus clientes niveles de tasas muy elevados, particularmente en pesos, que rondan el 48 por ciento anual. No obstante, a sólo tres meses del inicio de este relevamiento y ante la inminente amenaza de una ley de regulación de tasas, no quedó ninguna institución que supere el tope del 61 por ciento nominal anual en los préstamos en pesos y del 37 en dólares. En marzo se registraron casos de entidades que imponían tasas del 108 por ciento (Credired) y del 61 (Kadicard), respectivamente. Ahora, los más caros son el Banco de Balcarce, que mantuvo intactos su nivel del 60,8 por ciento en moneda local desde marzo pasado, y la financiera Masventas, que opera en Salta y Jujuy, que ocupó la peor posición en el financiamiento en dólares con el 36,5 por ciento anual. "Es una cuestión básicamente de competencia; todos los bancos en Mendoza bajaron sus intereses para tarjetas", se sinceró ante este diario Osvaldo Savina, gerente administrativo del Banco Transandino. Esta entidad retrotrajo un 21,4 por ciento desde marzo las tasas que aplica a los plásticos que emite en esa provincia. Savina señaló que esa adecuación responde, además, "a la exigencia de los propios usuarios", que no veían reflejadas en este sensible segmento las menores tasas que rigen en el resto de los préstamos. Entre las reducciones más notables del flamante listado de la Secretaría de Comercio, figuran las del Quilmes y del HSBC-Roberts que recortaron sus tasas máximas del 66,9 al 48 por ciento. Los dos bancos extranjeros habían señalado a este diario, en abril último, que sus tasas máximas correspondían sólo a una parte ínfima de sus carteras de tarjetas vinculada con uno de los plásticos que manejaban y que ya han discontinuado (tarjeta Líder). En tanto, el record de caída en el trimestre fue del Banco Mercurio: su tasa en pesos se derrumbó el 40 por ciento, al pasar del 60 al 36 por ciento anual. "Es una decisión política", destacó al respecto su gerente administrativo, Pedro Fernández, a Página/12, aludiendo a la competencia que enfrentan por la incipiente tendencia a la baja en estas tasas asumida por los mayores bancos. La razón de ese notable performance, según explicó el ejecutivo, obedece a que su stock de tarjetas de crédito responde a un segmento de usuarios de altos ingresos, por lo cual su morosidad resulta mínima. Queda en evidencia, entonces, la extraordinaria utilidad que obtenía esa entidad, puesto que en ese caso no encuadra la remanida explicación que dan los banqueros de que la fuerte morosidad de los usuarios de plásticos justifican las exorbitantes tasas. Entre los pesos pesados que se doblegaron a la presión de la competencia publicitaria y la que ejerce el Congreso, figuran el Banco Río, propiedad de los españoles del Santander, el Itaú, el Mercantil, el Citi y el Nazionale del Lavoro. Todas estas entidades exhibieron en mayo reducciones de entre 10 y el 14 por ciento en su financiamiento en pesos.
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