Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


empezo la preparacion para enfrentar a jamaica
Los dilemas de Passarella

Hacer jugar o no a Gallardo, ganar el Grupo o quedar detrás de Croacia para encontrar a Brasil en la final, sacar a Zanetti o reformular la defensa son las cuestiones que debe resolver el entrenador.

Gallardo siempre tapado, en el entrenamiento grupal, por Zanetti.
En la cancha juega Ortega, pero si sale el hombre del Inter, ¿qué pasa?

na22fo01.jpg (11518 bytes)


t.gif (67 bytes)  ”Ya está”, dijo Passarella. Se levantó y se fue a su habitación. Había visto el modo en que Brasil despachó al cuco marroquí y se convirtió en el primer clasificado para los octavos del Mundial. La fiesta verdeamarilla de Nantes tuvo otra lectura en el entrenador de la selección: ¿conviene ser primero o segundo en el Grupo H? Si Argentina se adjudica la zona y pasa las dos rondas siguientes, se encontraría con Brasil en la semifinal del 7 de julio en Marsella. Pero, si sale segundo, entonces un ArgentinaBrasil sólo es posible en la final del día 12 en el Stade de France. Pero no es eso lo que preocupa al técnico, porque ahora tiene otras cuestiones urgentes por resolver.
Marcelo Gallardo fue el hombre más buscado por la prensa cuando se abrieron las puertas del Centro. Si alguien vende hoy una nota exclusiva, miente. El chico dijo todas las cosas previsibles en estos casos y razón tiene. ¿Por qué asumir responsabilidades que no le conciernen, ya que no tiene chances de decidir? Le ordenan jugar o sentarse en el banco. El problema es de Passarella. ¿Qué hará Passarella? A la mañana, cuando el sol ya está bien arriba de las colinas de L’Etrat y el pequeño suburbio de Saint Etienne transcurre su mansedumbre cotidiana, el entrenador pasa revista a los diarios argentinos desde la pantalla mágica de Internet. La unanimidad en las críticas claras y precisas y el consenso en el pedido por el ingreso de Gallardo no le mueven un pelo. ¿A él? ¿Justo a él? “Equipo que gana no se toca”, se dice y esta selección no sólo le ganó a Japón sino que ya enhebró una serie de seis triunfos consecutivos sin goles en contra, sumando los amistosos previos y con el, paradójico, único cambio del arquero.
¿Cambiar? ¿Arriesgar en un mundial? Parece imposible para Passarella porque su particular relación con la prensa le haría ver que perdió una batalla si Gallardo aparece entre los titulares frente a Jamaica. Las razones por cuales se reclama el ingreso de Gallardo son tan obvias que parece redundante: a la selección le falta fútbol, en sentido estricto. El que puede hacerla “jugar” es precisamente el pequeño hombrecito que creció de la mano del hombre que hoy lo posterga en el banco mientras el resto suele trotar la cancha sin ton y menos son. ¿Por quién entra Gallardo? Las opciones también son claras: sale Zanetti directamente, o se rearma el fondo con una formación de cuatro defensores. Allí, juega Zanetti o Vivas. ¿Simeone no? Claro, ¿cómo sacar al capitán? Prescindir de los servicios de López, y Ortega el que “va por afuera” formando la doble punta con Batistuta “por adentro” parece la otra variante. Sin embargo y más allá de que entre o no Gallardo, a este equipo le falta un baño urgente de fútbol, de juego, de relación dentro de la cancha.
“Pero por supuesto que quiero jugar, pero eso no depende de mí, pregunténselo a Passarella”, dijo ayer Gallardo rodeado de decenas de periodistas. No había buen ambiente con algún sector de la prensa porque en algún lugar se publicó que el número 20 no estaba para jugar noventa minutos. “Y sí, claro que molesta pero prefiero no responder a nada. Yo sé cómo estoy y el cuerpo técnico también lo sabe así que publican cualquier cosa; no es problema nuestro”, señaló. El médico Luis Seveso dijo que “Gallardo está en condiciones de jugar”, pero cuando se le preguntó durante cuánto tiempo también dejó claro que las cuestiones de estado sólo las responde el entrenador: “Eso pregúnteselo a Passarella”.
Pero Passarella no apareció. Como hace una semana, la recepción a los cronistas fue sólo de los futbolistas y el técnico recién comparecerámañana cuando volverá a decir que no confirmará a los titulares hasta antes del partido. Jamaica es un riesgo.
Passarella mira más allá y ve a Brasil como el gran rival a vencer. Puede ser en semifinales o evitarlo para encontrarse directamente en el partido decisivo de la Copa del Mundo y para eso el cierre del Grupo H con Croacia es clave. Si, como se espera, los europeos vencen a Japón y Argentina a Jamaica manteniendo esta diferencia de goles, llegarán al último partido de la zona con ventaja para Croacia y la selección será segunda si empatan. Entonces sólo se verá cara a cara con Ronaldo en París. Esos cálculos, y decidir si le da una posibilidad más cierta de fútbol al equipo incluyendo a Gallardo, pasan por la cabeza del entrenador.

 

La Patria concentrada

Por Juan Sasturain  desde L’Etrat

El cronista y más de doscientos compañeros –no precisamente en ese orden- arriban al jardín cerrado, paraíso cercado de L’Etrat, allí donde está la Patria concentrada. Porque es exactamente eso: concentrada en tanto cerrada en sí (la cuestión del ombligo) y también concentrada porque está reducida a sus elementos básicos. Por algo es una selección, una representación válida, ejemplar, de un todo. Para completar el cuadro, la otra serie de piezas que armarán el rompecabezas sobre el tapete verde y prolijito del lugar, están los periodistas. Vienen de distintos lugares. Genéricamente, de la Argentina, aunque hay corresponsales y una punta no demasiado numerosa de extranjeros que no viene de tan lejos. Particularmente, vienen de Saint Etienne –ahí nomás– y de Lyon, 60 kilómetros más allá. Algunos están estacionados allí; otros, pasan ocasionalmente, tocan y se van mientras persiguen partidos que se mueven por el mapa de la France como puntitos luminosos en una pantalla. Como los jugadores, los periodistas están sujetos a una disciplina hecha de horarios y cantidad de trabajo producido. Formalidades que se han de cumplir aunque su sentido –insostenible muchas veces– sólo resista la prueba de la necesidad de cubrir los espacios libres que deja la publicidad. Y hay que moverse. Como en el fútbol moderno (en la cancha) nadie de los medios se puede quedar quieto en este Mundial si quiere saber qué pasa. Mientras se aproxima al lugar de la equívoca cita con baranda o alambre de por medio en medio del pastito recién afeitado, el cronista piensa y comenta (asienten a su alrededor): el problema es que ya se sabe (los que declaran, los que preguntan) que no pasa nada.
“Nada” quiere decir nada que justifique tanto aparato, tanta ceremonia de acoso, concesión graciosa, aproximación histérica y habitual coitus interruptus informativo. Es tan artificial y desmesurada la dimensión adquirida por estos encuentros cuyo contenido es cero que, sin querer, de ambos lados, se pisa con facilidad el terreno del ridículo. El cronista involucrado observa casi conmovido de piedad y admiración cómo jugadores y periodistas afrontan la ceremonia con el mismo resignado profesionalismo y la misma formalidad cansada. ¿De qué carajo se va a hablar una vez sabido que Sensini tiene el dedo jodido pero potable, que a Ortega le duele pero puede, que a Gallardo le gustaría pero Daniel decide? Sin embargo, los fotógrafos se comprarán una escalerita, los cronistas disputarán a codazos la mejor posición en la punta del enjambre que se pegue al alambrado y los jugadores tratarán de hacer coincidir lo que sientan con lo que digan y todo eso con lo que deban, lo cual suele ser demasiado para buenos muchachos jóvenes que juegan muy bien al fútbol.

 

¿Batistuta al Parma?

Por D. L.   desde L’Etrat


t.gif (67 bytes) Como siempre, cada vez que los jugadores aparecen por el corralito de la cancha, Gabriel Batistuta es uno de los más asediados. Ayer compartió marquesinas con Gallardo, pero igual tuvo un insólito grado de protagonismo porque se le pidió que confirmara el pase de la Fiorentina al Parma que dio la prensa italiana. “¿Qué querés?... todos los días hacen una nueva” se quejó el goleador. “Desde que llegué a Francia no hablé con Aloisio –su representante–, así que no sé nada” añadió, pero ésa no se la creyó nadie. Aloisio estuvo en Toulouse y es poco creíble que en tres días no hubiera tenido un encuentro con su joya más preciada. Pero, además del desmentido y la mentirita, si es cierto lo del pase al Parma se juegan otras dos instancias nuevas. Como en la selección, Batistuta postergaría en el banco a Hernán Crespo. Pero, ¿Passarella querrá al hombre con el que tuvo una diferencia pública por aquello de la “falta de fibra” en el partido con Chile de las eliminatorias en el Parma, si finalmente dirige al equipo de los lecheros en la próxima temporada?


PRINCIPAL