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El Mundial está cambiando los hábitos en las empresas. La sucesión de partidos obliga a los responsables de las compañías a diseñar estrategias para que los empleados asistan, por televisión, al evento futbolero que se realiza cada cuatro años. Durante los 32 días que dura el Mundial caerá la productividad de la economía. El efecto final será inversamente proporcional al éxito que tenga la selección. Según el relevamiento realizado por Página/12 entre empresas industriales y en la City porteña, la flexibilidad de los empresarios frente a la Copa del Mundo es dispar. La mayoría de las compañías permitirá que los empleados sólo vean los partidos de la Argentina. Sólo en una empresa de las consultadas Emegé habrá siempre un televisor encendido. En la fábrica de artefactos a gas, los trabajadores vieron los principales partidos que hasta ahora se jugaron, incluso la extensa fiesta de inauguración, en el comedor de la empresa. Allí, los 400 empleados se juntaron frente a un televisor de 50 pulgadas para observar Brasil-Escocia, Chile-Italia y España-Bélgica. Incluso hay preparadas banderas argentinas y un menú en base a empanadas y una picada para cuando al seleccionado argentino le toque jugar día de semana. Incluso alquilaron sillas para que todos estén cómodos. Juan Carlos López, el gerente general de Emegé, estimó ante este diario que la producción caerá en torno del 10 por ciento durante este mes. Y que para compensar la caída se establecieron horas extras. Sin embargo, el directivo reveló que la productividad por trabajador mejora gracias a la dispersión y, además, hay asistencia perfecta. La gente disfruta de los partidos y, cuando vuelve a su puesto, se esmera por recuperar parte del tiempo perdido. Nuestra política es que los trabajadores se sientan a gusto, motivados, porque eso, de alguna manera, también redundará en beneficios para la empresa, explicó López. En Massalin Particulares, en cambio, sólo se permitirá asistir a los partidos del seleccionado argentino. Para eso adquirieron una pantalla gigante que desde hace varios días ya está instalada en el comedor de la compañía. Se busca la manera de que el Mundial no afecte la productividad, señaló un directivo de la empresa. Lo mismo sucede en una empresa láctea de primer nivel. La única tolerancia que damos es para los partidos de la Argentina. No nos podemos dar el lujo de perder productividad, apuntó un alto directivo de esa compañía. En cambio, donde más se vive el Mundial es en la City. Los operadores de una gran cantidad de agencias de Bolsa hicieron vaquitas para comprar televisores. Atentos a la crisis y al Mundial, los jóvenes empleados se las ingenian para no perder detalles de ambos fenómenos. Con un ojo se miran los partidos y con el otro las pantallas de las agencias internacionales que tiran la evolución de los mercados, contó un operador de un banco de inversión norteamericano. Nos vamos turnando para seguir los juegos más importantes. Pero eso sí, nadie se pierde la repetición de los goles, relató Mariano, operador de una casa bursátil. El virus del Mundial se cuela en las empresas de todo el mundo. Según un informe de The Wall Street Journal, la productividad en el planeta caerá en picada durante estos 32 días. Un ejemplo: el Instituto de Personal y Desarrollo de Londres midió que el 30 por ciento de los trabajadores varones se tomará minivacaciones en algún momento antes del próximo 12 de julio. Para retenerlos, también allí las empresas instalaron televisores y pantallas gigantes.
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