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Alicia Barrios apretaba bajo el brazo sus apuntes de Historia de Periodismo. Era mayo del `92 y en su Escuela de Periodismo de los Dos Congresos la esperaba un curso de treinta alumnos. La publicidad de su academia ofrecía "Titulo Oficial" en tres años de cursada. En febrero y marzo Barrios hizo una fuerte campaña de prensa a través del diario Clarín con fórmulas que incluían "vacantes limitadas" y el número de matrícula 1539. Pero la Escuela de Periodismo resultó un fraude. Un grupo de estudiantes inició un juicio por daños y perjuicios un año después y en abril pasado ganaron la causa. La afamada periodista recientemente alcanzó las tapas de revistas fashion a partir de su vínculo amoroso con el juez Hernán Bernasconi, su actual esposo. La condena cayó sobre Barrios y el director general de la Escuela, un empresario libanés de nombre Ronald Hamdan. Según figura en el expediente, Barrios y Hamdan se conocieron en el cumpleaños de Amira Yoma. Ahora deberán desembolsar entre los dos al menos 70 mil dólares por la trampa. Barrios rechazó en diálogo con Página/12 las imputaciones, aseguró que desconocía la sentencia y que "todo se trata de una campaña" en su contra. José Menna quería estudiar periodismo. Los primeros día de marzo del `92 paseó sus ojos por las páginas de los suplementos de educación de los diarios, en las que el aviso de la Escuela de los Dos Congresos ocupaba un octavo de espacio. Lo tentó. "Tenía el gancho de las vacantes limitadas como para apurar el asunto", cuenta a Página/12. Acalorado subió al primer piso del edificio de Avenida de Mayo 1480 y lo atendió una señorita que después conocería como Mona, hermana de Hamdan. "Mona me dijo que el título era oficial, habló de la trayectoria de la directora y que contaban entre los docentes a María Laura Anselmi y Quique Masllorens", explica. Mientras repartían el programa oficial de la academia con la promesa de que "los alumnos egresan con el título oficial", Barrios y Hamdan sabían que no podían ingresar a la enseñanza oficial. El 18 de octubre del '91, tres meses antes que José, Diego y sus compañeros se metieran de narices en la trampa, "el SNEP había denegado la incorporación" al sistema según la resolución que aparece en los considerandos del fallo. Los motivos del rechazo fueron que el pedido se hizo fuera de término, o sea antes del 30 de junio del `91, y que no cumplían los requisitos legales para la incorporación. Pero quizás el negocio resultaba seductor. Hamdan autorizó el diseño de la publicidad y a partir de allí comenzó la caza del botín. Los alumnos pagaban por mes 120 pesos. El total por matrícula, mensualidad y derecho de examen sumaba 1400 pesos por año, sobre los cuales se hicieron los cómputos del juicio que concluyó en abril. Barrios y Hamdan tendrán que pagar ahora 7600 pesos a cada uno de los seis damnificados, según el dictamen del juez Víctor Liberman, titular del Juzgado Nacional en lo Civil número 31. El resto del paquete son gastos de abogados, peritos e intereses de un juicio que si bien no apeló Barrios, lo hicieron sus ex alumnos. Ellos pidieron que se eleve el monto por daños, resultado que se conocerá en los próximos meses. "Hasta quizás haya que embargar incluso algunos bienes comunes de Bernasconi y Barrios", adelantó el abogado de los alumnos. En general, nadie advirtió hasta fines de año que la Escuela no era oficial. La única comisión que había tenía estudiantes del interior del país. Fueron ellos quienes empezaron a olfatear que algo no andaba bien. "Para pedir descuento en los pasajes no les alcanzaban los certificados de alumno regular, necesitaban las libretas". Según explica Menna, esas libretas nunca llegaron. El segundo indicio fue los exámenes de fin de año. A nadie se les entregaron certificados de comprobantes de parciales o finales. Dos meses después, Barrios estaba en la mira. Y no por Menna sino por uno de sus compañeros, Sebastián Gutiérrez. El joven optó por Los Dos Congresos porque "necesitaba una escuela con título oficial", explicaría más tarde en su declaración testimonial. Una vez concluido el primer año, Sebastián fue a inscribirse al Círculo de Periodistas Deportivos. Ese fue el momento en el que supo que no tenía validez su año de cursada en Los Dos Congresos. "Me informaron en el SNEP (Ministerio de Cultura y Educación) que la escuela no figuraba ni como academia, nada de lo que había cursado me servía", continuaba Sebastián. Las vacaciones de verano habían interrumpido el ciclo lectivo. No había ante quién reclamar. Sebastián alertó a varios de compañeros y acordaron iniciar un juicio. En la causa penal el fiscal pidió cinco años de condena, pero en agosto del `94 el Tribunal Oral en lo Criminal Nro. 13 sobreseyó del delito por estafa tanto a Barrios como a su socio y, por entonces pareja, Hamdan. Pero tal como quedó escrito en los considerandos de la sentencia civil, la absolución penal "no hace cosa juzgada en sede civil". Relevados los registros del SNEP, los considerandos indican que la escuela de Barrios estaba inscrita como instituto privado no incorporado a la enseñanza oficial y era así por las actuaciones del año `88. La trampa llegaba al final. Producción: Alejandra Dandan
PERFIL DE UNA PERIODISTA CONTROVERTIDA Siempre supo sacar provecho de sus atractivos y su sonrisa seductora. "Yo nunca sostuve la hipocresía de que el favor sexual no sirve para nada", se sinceró un año y medio atrás en un reportaje, cuando su última conquista amorosa la catapultó a las revistas del corazón. Desde que está en pareja con Hernán Bernasconi, la periodista Alicia Barrios (42) se esmera para defender ante los medios al cuestionado juez federal de Dolores, hoy más cerca del menemismo que del duhaldismo y con un pedido de juicio político pendiente que los senadores justicialistas se encargan de mantener en el freezer. Ojos claros, cabello rubio enrulado, Alicia hizo sus primeras armas en el periodismo al lado de Rodolfo Walsh en el legendario diario Noticias, que dirigía Miguel Bonasso y que fue clausurado por el comisario Alberto Villar en agosto de 1974. Tenía menos de 20 años, militaba en la Juventud Peronista y frecuentaba la Secretaría de Prensa del Frejuli, en Oro y Santa Fe, desde donde participó de la campaña que llevó a Héctor Cámpora al gobierno en marzo del '73. Eran otros tiempos. Después pasó por las redacciones de las revistas Gente y Vosotras y el diario Crónica, adonde regresó hace algunos años. Antes que Bernasconi tuvo otras relaciones famosas, como Saúl Ubaldini, al que también conoció durante una entrevista: le realizó un antológico reportaje para la revista Satiricón --en el cual el entonces líder de la CGT contaba intimidades escatológicas-- y sobre quien escribió un libro titulado Querido. Hoy redactora de la sección "La pavada" de Crónica, Barrios llegó a ser la vocera de Aldo Rico, cuando ya no era el combatiente que se rendía después de cada rebelión, sino el líder de un incipiente partido político con ínfulas de movimiento popular nacionalista. Mujer con fama de femme fatale, atesora en su casa fotos con sus entrevistados más relevantes como el Papa, Fidel Castro, Felipe González y Michel Camdessus. A Bernasconi lo conoció en noviembre del '96, cuando la causa Cóppola hervía. Un mes y medio más tarde no ocultaban el romance, que continúa en la actualidad. Ni la sospecha de que el magistrado ordenó el procesamiento de personajes como Charly García y Alberto Tarantini en busca de notoriedad, ni la acusación de que "plantó" las pruebas en la casa del manager de Diego Maradona, ni la presunción de que intentó allanar el Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense para favorecer al empresario Alfredo Yabrán, la alejaron a Alicia de Bernasconi. Ella, que ya anunció que le gustaría tener un hijo del juez, lo defiende sin titubeos en cuanta redacción tiene acceso, a pesar de que él todavía tiene pendiente un pedido de juicio político por las presuntas irregularidades cometidas en la causa Cóppola.
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