Mujeres de barrios pobres del oeste cortaron Circunvalación porque están "cansadas de recorrer despachos oficiales" en busca de puestos del Plan Trabajar, sin obtener respuesta.
"Fuimos a pedir trabajo a Acción Social y nos dieron un disquet para que presentemos un proyecto, ¿no tenemos para comer y nos vamos a comprar una computadora?". Nélida, 35 años y 8 hijos, buscó la respuesta a esa pregunta en la infinidad de despachos públicos que recorrió para conseguir puestos del Plan Trabajar. Ayer, junto a medio centenar de mujeres de barrios pobres del oeste de la ciudad, decidió utilizar otros medios. Cortaron la avenida de Circunvalación a la altura de avenida Pellegrini con pancartas y gomas quemadas. El resultado fue un fenomenal atasco de tránsito a raíz de los camiones que eran desviados por Mendoza, Provincias Unidas y avenida Perón, aparte de una discreta presencia policial en las adyacencias del piquete.
El corte de avenida Circunvalación se inició pasado el mediodía y al atardecer se mantenía la intención de sostenerlo "hasta que alguien venga a darnos alguna respuesta", señaló Liliana, vecina y docente de la cercana escuela pública del barrio Santa Lucía. "En febrero �relató a Rosario/12� 60 mujeres decidimos armar un proyecto comunitario y presentarlo en Acción Social de la provincia, y todavía no tenemos respuestas. Nos dicen que no hay plata, pero sabemos que se están dando planes Trabajar. Lo que pasa es que hay que ser hijo o amigo de alguien para conseguirlo".
A su lado, Nélida asiente y recuerda que en una de las tantas visitas a reparticiones oficiales "nos ofrecieron un libro grande así para llenar un proyecto y nos dieron un disquet, ¿no tenemos para comer y vamos a comprar una computadora? ¿Dónde lo vamos a ver al disquet? Quieren que pidamos audiencia, pero no podemos esperar más audiencias. Estamos trabajando por un plato de comida y quieren que pidamos audiencia".
Aparte de las más cercanas de Santa Lucía, se sumaron a la protesta mujeres del FONAVI de bulevar Seguí y de los barrios La Palmera, Cabín 9 y del nuevo casería de vecinos trasladados desde la villa Fanta, cuando la EPE construyó una línea de alta tensión. Alejandra (24 años) suma a los reclamos los problemas que enfrentan en ese sector. "Nos trajeron a un chiquero de chanchos �describió su nuevo hogar�, no tenemos agua, ni luz en la calle, tampoco escuela. Estamos sufriendo en medio del campo, si hasta en la villa estábamos mejor que en este barrio. Se hacen plazas nuevas, pero con plazas no se puede vivir. Antes que hacer una plaza, que hagan mejores viviendas", insistió en su reclamo. Además, la escuela Santa Lucía debía mudarse a su nueva ubicación, del otro lado de la avenida, como prometieron los funcionarios un año atrás. "Después de todo este tiempo no pusieron siquiera un ladrillo", se queja la maestra Liliana.
Colgados en los carteles de la avenida, las pancartas de fabricación casera anuncian la adhesión de los ex empleados de la fábrica de motores de heladeras FADER �252 personas en la calle por falta de protección contra el ingreso de productos brasileros�. Los carteles también dicen que "el hambre no tiene audiencia, queremos trabajar". Otro más pequeño, sobre un cartón, tiene un destinatario preciso: "Menem, acá hay re-re hambre", en referencia a los afanes continuistas del presidente.
�¿Y quién esperan para que venga a darles respuestas?�, les preguntó este medio, cuando se hacía la noche y ningún funcionario había aparecido por el lugar.
�-Al que le entre el zapato y le interesen los pobres. Nosotras, si llegamos a esto, es porque nos cierran la puerta en todos lados�, es la respuesta de Nélida.