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Por Raúl Kollmann El titular del laboratorio de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, doctor Daniel Corach, entregará hoy los resultados de las pruebas de ADN en las que se compararon los restos de Alfredo Yabrán con las muestras tomadas a sus hijos. Versiones que circularon anoche en el juzgado de la doctora Graciela Pross Laporte indican que efectivamente el cadáver encontrado en la estancia San Ignacio es del cartero. Con esos datos, la magistrada entrerriana va a cerrar la causa, pero en el juzgado de José Luis Macchi insistirán con algunas de las desprolijidades, fundamentalmente la desaparición del teléfono satelital que tenía Yabrán en San Ignacio. Uno de los cuestionamientos que se hizo al análisis de ADN es que puede ser parte de una supuesta maniobra. El engaño sería el siguiente: primero, se tomaron elementos de Alfredo Yabrán en vida; después se reemplazaron las muestras tomadas del cadáver encontrado en Entre Ríos -supuestamente de otra persona-- por aquellas extraídas a Yabrán y de esa manera se comprobaría falsamente que el muerto es el empresario. Mientras tanto, Yabrán gozaría de una vida tranquila en algún lugar del planeta. En diálogo con Página/12, Corach --un profesional de prestigio en el ámbito académico-- explicó que esa maniobra es imposible: "Aquí tenemos una gran cantidad de muestras del cadáver de Yabrán, incluyendo riñones, hígado, vasos, pelo y muchísimos órganos más. De manera que está claro que no tenemos una pequeña muestra y la persona de quien fueron tomados estos órganos está muerta, porque nadie puede vivir sin semejante cantidad de órganos". Para resumir: si hay compatibilidad entre el ADN de las muestras y las de los hijos de Yabrán, los integrantes del laboratorio de la Facultad de Farmacia y Bioquímica sostienen que no habrá dudas sobre la muerte del empresario. Desde Entre Ríos, distintas fuentes del juzgado de Pross Laporte anticiparon a este diario que hoy mismo puede estar el informe final y que --según los primeros datos-- hay compatibilidad entre las muestras extraídas al cadáver y las extraídas a los hijos de Yabrán. Lo que sigue sin esclarecerse es qué pasó en los últimos días de la vida de Yabrán. En el informe judicial, que firma el oficial Silva, se da cuenta del hallazgo de un aparato celular marca Sony y uno satelital Planet 1. Este último no aparece y el interés es determinar con quién habló Yabrán en sus últimas horas. Como se sabe, una de las hipótesis que se maneja es que el empresario fue inducido al suicidio, es decir que jefes mafiosos amenazaron a su familia, a él mismo y lo obligaron a quitarse la vida. Lo cierto es que, asombrosamente, no se ha podido comprobar con quién se comunicó Yabrán antes del 20 de mayo. Además, la jueza Pross Laporte tampoco determinó a quién pertenecen las camionetas 4x4 que entraron en la estancia San Ignacio en los días previos a la muerte del cartero. Hay varios testigos que dicen haber visto esos vehículos y señalan que no eran habituales del lugar. Todos estos agujeros negros en la investigación de la magistrada entrerriana pusieron furioso al juez que tiene a su cargo el caso Cabezas, José Luis Macchi. En el juzgado de Dolores se analizan los próximos pasos a seguir y seguramente habrá una revisión a fondo del estudio de ADN que se va a terminar hoy.
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