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PROCESADOS POR LA MUERTE DE CRISTIAN QUIROZ
Seis nombres para el pozo

Tras recaratular la causa como homicidio simple, el juez Lezcano ordenó la detención de funcionarios de la intendencia, inspectores e integrantes de las empresas que hicieron el pozo.

El pozo en el que cayó Cristian cuando iba a la escuela.
Los angustiosos intentos por rescatarlo fueron seguidos por el país.

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t.gif (67 bytes)  El cambio de carátula fue el primer indicio de que San Nicolás sacudiría su modorra un día antes de cumplirse tres meses de la muerte de Cristian Quiroz. El juez Héctor Lezcano, que ya había recaratulado la causa de accidente a homicidio culposo, ayer decidió considerarla como homicidio simple, delito que no es excarcelable y para el que corresponde una condena de entre 8 y 25 años. El segundo indicio fue más contundente. Lezcano ordenó el procesamiento y la detención de dos altos funcionarios o ex funcionarios de la intendencia; dos inspectores municipales; el vicepresidente de la empresa contratista Topsa, y el titular de la firma Vecchi, señalada como la que realizó el pozo donde Cristian perdió la vida, el 19 de marzo pasado.

Las órdenes de detención dispuestas por el juez llevaban los nombres de Oscar Garetto, ex secretario de Obras Públicas de San Nicolás; Horacio Clérici, subsecretario del área, sumariado y separado del cargo hace un mes, después del escándalo desatado por la muerte de Cristian; los inspectores municipales Juan José Gómez y Claudio Actis, que debieron intervenir directamente en la supervisión de la obra; el ingeniero Miguel Angel Papaloni, vicepresidente y representante técnico de la empresa Topsa, y Jorge Vecchi, titular de la firma del mismo nombre.

El juez Lezcano señaló a este diario que había decidido modificar la carátula porque "está comprobado que el pozo estaba abandonado y que existen responsables de ese abandono. El pozo, de más de medio metro de boca, representaba un peligro inminente para la comunidad. Seis años después, lamentablemente, se cobró una vida".

La empresa Vecchi, señalada como responsable de la perforación, no estaba reconocida en el contrato. Sin embargo, la municipalidad había enviado dos inspectores, Gómez y Actis. Debían ser especialistas, pero ninguno de los dos es geólogo. Según el juez Lezcano, "existe semiplena prueba de que se utilizó una metodología de trabajo perversa que se disponía a perjudicar al erario". En el expediente, constituido por ocho cuerpos, el juez trabajó por determinar que existió sobrecertificación, es decir, "cobraron pero no hicieron los trabajos, con el visto bueno de los responsables municipales". Entre esas tareas estaba la tapa, cartel y alambrados del pozo donde desapareció Cristian.

"Nosotros veníamos insistiendo en que no se trataba de un homicidio culposo sino de homicidio simple --dijo a Página/12 el abogado de la familia Quiroz, Abel Cartey--. Creemos que el juez encontró semiplena prueba de las responsabilidades de los procesados. Este es el primer paso, con el que estamos muy conformes, pero hay que esperar a ver qué pasa, ésta no fue una sentencia ni nada que se le parezca."

El 19 de marzo pasado, Cristian Quiroz, de 5 años, regresaba del jardín de infantes al mediodía y de la mano de su madre, cuando cayó en un pozo de más de 18 metros de profundidad, oculto entre la maleza y sin tapa. Durante treinta y tres horas, más de un centenar de voluntarios intentó rescatarlo. Todo el país siguió en vivo y en directo las instancias del operativo, hasta que Cristian fue extraído sin vida.

"El pozo fue abierto por la firma Vecchi, por encargo de la empresa Topsa, adjudicataria de las obras de provisión de agua", declaró el diputado justicialista Eduardo Di Rocco, intendente nicoleño durante el período en que se realizó la perforación. En aquella oportunidad fueron abiertos alrededor de 34 pozos en el marco de un programa financiado por el BID que no fue cumplido.

Las órdenes de detención dispuestas por el juez Lezcano no tuvieron cumplimiento efectivo, ya que también ayer fue presentado ante la Cámara de Apelaciones de San Nicolás un recurso de hábeas corpus por alguno de los procesados. De acuerdo al resultado que a partir de hoy dispongan los camaristas, se reiniciará o no el proceso contra los seis acusados, que podría concluir en un juicio oral y una condena de entre 8 y 25 años.

 

El día que Cristian cayó

El 19 de marzo pasado, Cristian Quiroz, de 5 años, cayó en un pozo de 44 centímetros de diámetro y más de 25 metros de profundidad, sobre una vereda junto a un terreno baldío en San Nicolás. Volvía de la escuela de la mano de su madre Norma Mabel del Prado. El pozo estaba apenas recubierto de un tapón de lata, de 50 centímetros de lado y tapado por la maleza. Formaba parte de un conjunto de 34 perforaciones ordenadas por la Municipalidad de San Nicolás a la empresa rosarina Topsa. Sin que figurara en los pliegos de la contratación, Topsa subcontrató a la firma Vecchi, con sede en Funes, Santa Fe, la realización de los pozos.

Las perforaciones formaban parte del plan de potabilización de San Nicolás, acordado en base a un préstamo del BID, pero según determinó el juez Lezcano, entre los 90 testimonios que fue tomando durante la investigación surge que en muchos de los pozos el agua no era potable. También, según señaló el juez a Página/12, "en algunos casos tenían que realizar dos pozos y sólo realizaban uno o tenían que usar 80 metros de cemento y usaban menos". De la investigación sobre la responsabilidad por la muerte de Cristian, surgieron diferentes causas por "claudicación del poder municipal a favor de las empresas contratadas". El intendente que estaba a cargo cuando se realizaron los pozos era Eduardo Di Rocco, actualmente diputado bonaerense del PJ, presidente de la Comisión de Asuntos Municipales.

 

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