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Jane's Intelligence Review es una de las principales y más serias --si no la principal y más seria-- de las revistas especializadas en asuntos militares del mundo. Es británica --como el reputado Instituto de Estudios Estratégicos de Londres-- y, por supuesto, dispone de excelentes relaciones con el Ministerio de Defensa de su país. Bien: en su edición de junio --que acaba de publicarse--, Jane's dice que el arsenal nuclear de la India es mayor al de Gran Bretaña --su ex potencia colonial-- y equivalente al de Francia o China, una revelación de contornos muy preocupantes si se considera que el nuevo gobierno nacionalista indio de Atal Behari Vajpayee se estrenó con cinco ensayos nucleares --a los que Pakistán respondió con otros seis--. Es todavía más preocupante si se evoca el entusiasmo popular que los tests despertaron en ambos países, y la posibilidad de que los dos se traben en una disputa por la región de Kashmir. Por las dudas, Pakistán ayer no las dejó: se reservó el pleno derecho a realizar nuevos ensayos. Lo que dice Jane's sobre la India es grave. Por ejemplo, que está en condiciones de fabricar cientos de armas nucleares. Además, informa que el programa de armamento nuclear de India está basado en armas fabricadas con plutonio enriquecido que obtiene de dos reactores ubicados en Trombay. "Basados en el material nuclear que pueden fabricar estos dos reactores, India puede producir entre 20 y 65 armas nucleares en este momento", sostiene el informe, escrito por W. P. Sidhu, especialista en asuntos de seguridad en Asia. Agregó que la India tiene otros reactores comerciales que pueden producir plutonio no enriquecido, que no es lo mejor para la fabricación de armas nucleares, pero que los ensayos del mes pasado revelaron que India está intentando fabricar armas con ese tipo de plutonio. Si se toman en cuenta estos reactores de plutonio no enriquecido, "India tendría suficiente material para construir entre 390 y 470 armas nucleares", dice Jane's. Algunos países, especialmente Gran Bretaña, no han tenido éxito en construir armas nucleares con uranio no enriquecido, informa la nota, que además sostiene que, "en comparación con Pakistán, India tiene absoluta superioridad en su capacidad de fabricar armas nucleares". De algún modo, el informe confirma lo que muchos especialistas y el propio primer ministro Vajpayee habían dejado claro en un primer momento: que la carrera nuclear india no es contra Pakistán --un Estado infinitamente más débil-- sino contra China, a la que, según Jane's, Nueva Delhi está equiparando. Algunos expertos nucleares afirman que el gesto razonable de las potencias nucleares "legítimas" --especialmente China-- debería ser desarmarse aunque más no sea un poco, a fin de inducir a las nuevas potencias nucleares de facto a seguir un camino similar. Sostienen, en este sentido, que India no se propone entrar en un conflicto con Pakistán, pero el hecho de que los dos tengan armas nucleares ya probadas implica que el salto a la última instancia está ahora presente como posibilidad dentro de cualquier conflicto "menor" entre los dos, sin contar la eventualidad del disparo de algún misil por accidente. Entretanto, Pakistán pasó por alto ayer la propia moratoria unilateral de pruebas nucleares que él mismo se había autoimpuesto el pasado día 11. Un portavoz de su Cancillería declaró que "si en algún momento creemos que necesitamos realizar acciones necesarias de supremo interés nacional, nos reservamos el derecho de llevarlas a cabo. Como para que quede claro.
SEIS AVIONES DE COMBATE A CHIPRE La tensión en el mar Egeo se recalienta. El gobierno chipriota y el griego condenaron ayer el envío por Ankara de seis aviones de combate F-16 al norte de Chipre, ocupado por Turquía, mientras que el primer ministro turco lanzó una severa advertencia a Atenas y Nicosia, mencionado incluso la posibilidad de una guerra. Los F-16 turcos aterrizaron en la base aérea de Lefkoniko, unos 50 kilómetros al norte de Nicosia, en reacción al envío el martes de cuatro F-16 griegos a la base chipriota (griega) de Paphos. "Turquía no desea para nada hacer una guerra a Chipre, pero esta posibilidad dependerá de la actitud chipriota-griega", declaró el premier turco Mesut Yilmaz en Bucarest, donde se encontraba en visita oficial. Los gobiernos griego y chipriota-griego condenaron en forma vigorosa la llegada de los F-16 turcos al norte de Chipre, calificando ese acto de ilegal. "Turquía dispone ya de gran cantidad de armamentos ilegales en Chipre", afirmó ayer el ministro griego de Relaciones Exteriores, Theodore Pangalos. "El envío de esos aviones no cambia la situación existente", añadió. "Muchos de esos sistemas de armamentos son ilegales, no sólo con respecto al derecho de los países que aprovisionaron a Turquía", dijo el ministro. Por su parte, el portavoz del gobierno griego, Dimitri Reppas, calificó de "maniobra" el envío de aviones de combate turcos a Chipre y estimó que la "situación no puede continuar así y es necesario que Ankara demuestre que quiere contribuir a solucionar el problema de Chipre". El gobierno chipriota (griego) también condenó ayer el aterrizaje de los aviones turcos en el norte de Chipre, ocupado por Turquía. El portavoz del gobierno, Christo Stylianides, calificó de "ilegales" las acciones turcas en el norte de la isla e indicó que Nicosia protestará ante las instituciones internacionales contra las violaciones de su espacio aéreo, en declaraciones reproducidas por CNA. El portavoz de la guardia nacional (ejército) greco-chipriota, Andreas Charides, había confirmado poco antes la presencia de seis aviones turcos. Según él, "es la cuarta vez este año que aparatos militares turcos aterrizan en la parte norte", ocupada desde 1974 por las tropas de Ankara. El jefe turco-chipriota Rauf Denktash fue el primero en anunciar que aparatos turcos habían aterrizado en la base de Gecitkale (Lefkonido), sin precisar la cantidad. Chipre está dividido en dos sectores, turco al norte y griego al sur, desde la intervención del Ejército turco en 1974, en respuesta a un golpe de Estado de los nacionalistas greco-chipriotas, que querían la incorporación de la isla a Grecia. La comunidad turca proclamó en 1983 una "República Turca de Chipre del Norte", reconocida únicamente por Ankara.
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