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EL NUMERO DOS DEL FMI VE RIESGOS DE CORRIDA EN BRASIL

SIEMPRE TAN AMABLE Y DESINTERESADO

Stanley Fischer piensa que la crisis internacional puede agravarse y, en ese caso, Brasil será afectado. Para enfrentar esa situación propone mayor firmeza del gobierno de Cardoso.

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Stanley Fischer, vicedirector general del Fondo Monetario Internacional. Advertencias explosivas.
Negó la posibilidad de una ayuda extraordinaria a Rusia. Primero quiere ver más ajuste de la economía.


t.gif (67 bytes)  "Existen grandes posibilidades de que la situación (financiera internacional) empeore, y, si así ocurre, Brasil será afectado y va a depender del pulso firme del gobierno que pueda mantener la estabilidad." El pronóstico fue formulado por el vicedirector general del Fondo Monetario Internacional, Stanley Fischer, quien participó ayer de un seminario realizado en San Pablo y volvió a colocar al socio mayor del Mercosur en el ojo de la tormenta.

El reclamo de mayor firmeza frente a un eventual nuevo episodio de crisis fue recibido ayer sin intermediarios por Pedro Malán, jefe de la conducción económica brasileña, quien recibió a Fischer en Brasilia. "El gobierno se mostró dispuesto a adoptar medidas tan duras como las que fueron resueltas en la crisis de octubre", tranquilizó el funcionario estadounidense, que previamente describió la situación como una bomba a punto de explotar.

"Este es un momento excepcionalmente difícil para los mercados emergentes", subrayó Fischer. "Por suerte --dijo enseguida--, la crisis vino en un momento en que países como Estados Unidos o los europeos están muy bien, pero no se debe dejar de lado la posibilidad de una profundización de la crisis en Asia, y tanto Rusia como Brasil pueden ser puestos a prueba nuevamente", agregó, en referencia a una eventual corrida de los inversores.

Ayer, el Banco Central de Brasil dio la pauta de que la advertencia tiene base real. El proceso de recuperación tras las turbulencias desatadas en octubre fue interrumpido en mayo por la fuga de 3480 millones de dólares en capitales externos. Según Altamir Lopes, jefe del Departamento Económico del Banco Central, la significativa salida de capitales no generó hasta ahora dificultades para financiar su déficit corriente, ya que pudo ser compensado por mayores préstamos de largo plazo e inversiones directas.

"Desde un punto de vista realista --comentó Fischer--, hay que tomar en consideración la posibilidad de que el sistema financiero mundial empeore, pero no hay dudas de que la intervención de Estados Unidos en el mercado para respaldar al yen removió uno de los mayores peligros." El funcionario del FMI evaluó que si Japón adopta "medidas fuertes contra la expansión fiscal y hace una limpieza bancaria, la crisis podrá llegar a su fin".

Fischer dejará este fin de semana uno de los países que señaló como en riesgo, Brasil, para viajar en los próximos días a Rusia, el otro volcán en peligro de erupción. Anatoli Chubais, designado por el presidente Boris Yeltsin para conducir las relaciones financieras internacionales del gigante euroasiático, había reclamado el jueves una ayuda mundial de 10 a 15 mil millones de dólares para superar la coyuntura. "No quiero especular sobre cifras --respondió ayer el segundo de Michel Camdessus en el FMI--, pero desde ya diría que ese volumen es mucho más de lo que el Fondo estaría dispuesto a prestarle."

Fischer se entrevistará en Moscú con Chubais y el primer ministro, Sergei Kiriyenko, a quienes reclamará la urgente aplicación de una política de ajuste en la desquiciada economía rusa, como paso previo a la liberación de un tramo de 670 millones de dólares de un crédito por un total de 9200 millones, otorgado en 1996. Las pautas del programa económico que el FMI impulsa en Rusia no son muy originales: mayores impuestos, menor gasto público y acelerar las privatizaciones. "Las negociaciones por nuevos créditos no comenzarán hasta que sea aprobado este tramo", advirtió finalmente el funcionario del Fondo. Rusia atraviesa, además, una grave crisis política (ver información en página 17).

Previo a la reunión que hoy mantendrán en Tokio los viceministros de Finanzas del Grupo de los Siete (países industrializados) con los ministros de doce naciones asiáticas, Lawrence Summers, subsecretario del Tesoro estadounidense, mantuvo ayer conversaciones con los funcionarios claves del gobierno japonés en materia económica. Japón ingresó en el primer trimestre en situación de recesión, y aun las más optimistas previsiones oficiales indican que durante 1999 la economía se mantendrá estancada.

 

TODOS MIRAN A JAPÓN

En una jornada donde no hubo corridas ni en Japón, ni en Rusia, ni en el resto de los países amenazados por el derrumbe de sus monedas, las Bolsas de la región tuvieron una jornada tranquila. Buenos Aires, tras un rebote inicial de 1,1 por ciento, cerró con un leve descenso de 0,02. San Pablo subió 1,5, mientras que México creció 2 por ciento. A sólo siete ruedas para la finalización del semestre las acciones argentinas arrastran una caída del 18,3 por ciento. La huida de los grandes inversores de las plazas emergentes hacia activos más seguros (bonos del Tesoro americano) se reflejó en la caída de la tasa de largo, que descendió a 5,68 por ciento anual. En tanto, Nueva York terminó con una caída de 100 puntos por la cautela de los inversores hasta conocer el resultado de la reunión del Grupo de los Siete países más poderosos del mundo por el tema Japón. Ese retroceso significó una merma del 1,1 por ciento del Dow Jones, al culminar a 8712,9 puntos. Los analistas advirtieron que el mercado está esperando que Japón tome medidas para reactivar su economía, y así despejar la incertidumbre que pesa sobre el yen, que se extiende al resto de los países asiáticos. En ese sentido, el subsecretario del Tesoro estadounidense, Lawrence Summers, quien está en Tokio, afirmó que Japón debe lanzar un paquete de estímulo en un plazo de tres semanas.

Otro palo

La banca de inversión Morgan Stanley le dio otro palo a Brasil, al sostener que ese país "está bajo una fuerte presión porque los fundamentos de su economía se deterioraron, sobre todo en términos fiscales". La Argentina, en cambio, es una de las mejores plazas de inversión de América latina por su disciplina fiscal "sobresaliente", un manejo "claro" ante la crisis de Asia y un sistema bancario que puede resistir "ataques especulativos", sostuvo el economista de esa entidad, Jaime Valdivia. Morgan Stanley pronosticó, además, que "la desaceleración del crecimiento aliviará el déficit de la balanza comercial". Valdivia consideró que la misión del FMI, que vendrá al país el mes próximo para auditar el cumplimiento de las metas comprometidas en el Acuerdo de Facilidades Ampliadas, "aprobará las cuentas, y si observa que el panorama mundial sigue mal recomendará algún ajuste". En relación con el mercado bursátil, consideró que el índice MerVal seguirá en los actuales niveles deprimidos hasta que se estabilicen los mercados mundiales.



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