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Por José Natanson "La responsabilidad política de Cavallo es insoslayable". Jesús Rodríguez fue miembro de la comisión especial que se formó en el Congreso para investigar las irregularidades de los contratos entre IBM y las empresas del Estado argentino. Además, es autor del libro Fuera de la ley, en el que se detalla el affaire entre la firma norteamericana y el Banco Nación. En diálogo con Página/12, el ex diputado radical recordó ayer que el ex ministro de Economía "fue, junto con Menem, el que firmó el decreto" y explicó la importancia del caso: "No se trató de un hecho aislado sino de una matriz de conducta. La suma total de los contratos equivale a la inversión pública anual de la Argentina". --¿La confesión pública de Alfredo Aldaco y su declaración del jueves pasado en la Comisión de Especial Investigadora del Congreso fue una jugada personal o forma parte de una estrategia montada por el oficialismo? --Me parece que no hay que confundir lo accesorio con lo principal. Lo central es una denuncia muy directa, concreta, específica y detallada, que involucra al ex ministro Domingo Cavallo. Lo secundario es que esa estrategia es hoy funcional a los intereses del presidente Menem. --¿Cuál es el grado de responsabilidad de Domingo Cavallo en el affaire? --La responsabilidad política que tiene es insoslayable y de primera magnitud. En este sentido no tengo ninguna duda. Fue él quien firmó, junto con el presidente Carlos Menem, el decreto que aprobó el presupuesto y el plan de acción del Banco Nación. --¿La responsabilidad del ex ministro es sólo política? --Hasta donde yo conozco, sí. En cuanto a la responsabilidad penal no podría puntualizarlo, porque eso lo tiene que decidir el juez. --Luego de la acusación de Aldaco, Cavallo señaló a su vez a Alberto Kohan. ¿Cuál fue la responsabilidad del secretario General de la Presidencia? --Kohan dijo públicamente que es amigo personal de Juan Carlos Cattáneo, el empresario que está claramente involucrado. Además, fue su subsecretario.
--¿Qué fue lo novedoso del caso IBM-Banco Nación? ¿Qué cambió como patrón de corrupción? --Primero, que no es un hecho aislado. No se trata de un empleado infiel en un caso aislado e irrelevante. Por el contrario, fue una matriz de conducta que se repitió en distintos contratos. El que IBM firmó con el Banco Nación fue el más importante, pero hubo otros: con la DGI, con la provincia de Santa FE, con la Municipalidad de Avellaneda. En segundo lugar, hay una cuestión cuantitativa. Si se suman los contratos involucrados o bajo análisis, estamos hablando de una suma total de mil millones de dólares. Eso es aproximadamente igual a la inversión pública de un año de la Argentina. Es una cantidad impresionante. --Si IBM trabajó siempre de la misma manera, ¿por qué el tema se destapó en ese momento? --Más allá de que en el caso Banco Nación existió una denuncia concreta, creo que tiene que ver fundamentalmente con la magnitud del contrato. Lo que yo me planteé desde un principio, cuando comencé a analizar este tema, fue: ¿por qué IBM realizó este tipo de operaciones sólo en la Argentina? ¿Por qué no existen casos similares en otros países del mundo? ¿Cómo es posible que una compañía emblemática del capitalismo haya estado involucrada en casos como éste? Estamos hablando de una empresa anterior a la Primera Guerra Mundial, que está en más de 150 países alrededor del mundo. Incluso sus códigos morales la llevaron a retirarse de Sudáfrica por cuestionar el apartheid. Entonces, la pregunta que yo me hice fue: ¿qué pasó acá? --¿Y qué respuesta encontró? --Creo que lo que pasó tiene que ver con la situación que está viviendo la Argentina. No hay división de los poderes, no hay mecanismos de control, se ha subalternizado el Congreso y se ha domesticado a la Justicia. En ese ambiente, el funcionario más honesto termina siendo testigo silencioso de irregularidades. --En los Estados Unidos también hay una investigación en marcha, ¿qué debería hacer el juez Adolfo Bagnasco en relación con esa causa? --Poner a disposición toda la información y requerir toda la colaboración de la administración de Justicia de los Estados Unidos para terminar de identificar a los responsables. --¿Y lo está haciendo? --Todo indica que sí.
--¿En los Estados Unidos hay algún tipo de cobertura a los directivos de IBM de ese país? --Tengo la sensación de que no. Allá la Justicia no es como la de acá. Es independiente y funciona. La señora de Clinton fue a declarar y al mismo presidente le tomaron declaración. Este es sólo un ejemplo de cómo funciona la Justicia en ese país. --Usted fue ministro de Economía y presidente de la comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados. Antes del contrato con el Banco Nación, cuando usted estaba del lado oficialista del mostrador, ¿nunca sospechó nada sobre la empresa IBM? --Absolutamente no. Nunca hubo una denuncia. Además, los organismos de control funcionaban. Había fiscales, jueces y tribunales independientes.
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