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Por Eduardo Febbro Desde Lyon El bien contra Satán, Ala contra Dios o Ala contra Satán... Todas las lecturas son posibles en vísperas del partido que hoy van a disputar las selecciones de Irán y EE.UU., ambas integrantes del grupo F. Difícil evitar hacerles la pregunta a los norteamericanos concentrados aquí: ¿es un partido o mucho más que eso? Fue difícil obtener una respuesta "extradeportiva", el discurso es siempre el mismo: "Vamos a disputar un partido de fútbol contra una selección y lo más importante sigue siendo ganar para obtener los tres puntos y la clasificación". La frase, repetida con matices diferentes por Tab Ramos, Cobi Jones y el entrenador norteamericano, Steve Sampson, suena como un comunicado diplomático. El seleccionador iraní, Jalal Talebi, responde de la misma manera y dice: "No debemos olvidar que, al derrotar a EE.UU., todavía tenemos la clasificación a nuestro alcance"... Fuera de estas palabras, el partido que se prepara está precedido de muchas tensiones, empezando por las extraordinarias medidas de seguridad que rodean todo lo que atañe el encuentro y, más aún, la incertidumbre que persiste a propósito del tradicional intercambio de banderines que protagonizan los capitanes de los equipos minutos antes del encuentro. Un rumor que circula entre la delegación norteamericana asegura que los iraníes no aceptarán ese típico gesto de amistad deportiva. Talebi no desmintió ni confirmó el rumor: sólo dijo que su equipo no tenía nada contra el pueblo americano: "Los problemas que existen --añadió-- conciernen al gobierno y no son los hombres políticos los que salen al campo de juego". El defensor norteamericano Thomas Dooley recalcó que, si bien se trataba de un mero partido de fútbol, "no estaría mal que las cosas se arreglaran entre los dos países". Sin embargo, las numerosas idas y venidas que sirvieron de escenario al partido dejan presagiar que se trata de un hecho "fuera de lo común". Los iraníes no van a retirarse de la Copa del Mundo y jugarán hoy porque, según dijo a Página/12 un jugador iraní bajo el más estricto anonimato, "si nos vamos, es como una cobardía imperdonable"...
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