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Por J.J.P. "Parece mentira las cosas que veo//por las calles de Montevideo" tarareaba el hombre recostado en una reposera de los jardines de Luxemburgo con la camiseta de Peñarol enrollada en la cabeza devorándose el sol de París en la tardecita del sábado: A Waldorf Lavalleja, aquel que había escrito "Gardel es uruguayo" en la puerta de la casa de Gardel en Toulouse, le habíamos perdido el rastro después de nuestro último encuentro casual en el Café de la Paix. "Parece mentira ...", tarareaba como un disco rayado clavando la vista en la rubia que hunde su lengua en los labios carnosos de una mulatona con músculos de boxeador de peso completo: en el mismo foco aparecen varias travestis, dos ancianos coquetos de la mano, una carroza que carga flores, otra que lleva una cama sobre las que se desparraman unas diez muchachas y otras tantas muñecas inflables. --¿Qué reclaman? --pregunta Waldorf, que sigue sin cazar media palabra de francés, a la rubia veterana que, según parece, lo acompaña como stopper búlgaro. --Reclaman contra la discriminación, piden la oficialización de los matrimonios de homosexuales. --Ta, ta --dice el hombre y cuando advierte nuestra presencia frunce el ceño. --No me digan que ustedes ... --No, leímos en el diario que estaba la marcha y nos pareció ... Waldorf, que se dice representante de Uruguay en el más amplio sentido de la palabra, pregunta por la selección argentina de fútbol sin quitar la vista del desfile: Pasa una carroza cargada de muñecas Barbie en las posiciones sexuales más exóticas, pasa una muchachote gorda de 120 kilos con los pechos al aire, pasa una diosa de bronce, vuelan besos, papeles picados, serpentinas, volantes, preservativos. --¿La selección argentina? Bien, peleándose con los periodistas, esperando el partido con los jamaiquinos. --Ojo que ésos pegan sin asco. Ustedes van a ganar, pero sabrán disculparme, hermanitos, yo me hice de Nigeria: Esos van a limpiar a más de uno. Los que limpian son los cincuenta operarios que barren, a cien metros de la cola de casi cien mil manifestantes, todo lo que va quedando en el suelo: unos quince camiones de lo que vendría a hacer algo así como Manlipa (Mantenga limpia París) avanzan a paso de hombre: --¿Así que vio a los nigerianos, Waldorf? --Un ratito, ésos juegan lindo, son atrevidos. Mucho no vi porque, como les dije el otro día, yo creo que el fútbol no es lo mismo: Del '50 para acá no es lo mismo. Y el hombre se va, con su paso chueco, junto a la veterana: --Me voy, rioplatenses, acá Madame Ivonne dice que hay un desfile de murgas en Saint Denis. Eso es bueno para atenuar la nostalgia del paisito.
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