DIEZ RAZONES PARA QUE MARCELO GALLARDO SEA TITULAR
Un Muñeco para jugar

1. Passarella dijo antes del debut que prefería "jugar bien a ganar el grupo" porque "jugando bien se gana". Pues bien, la selección "jugó" mejor con Gallardo que con el Muñeco en el banco. Un técnico demuestra sus intenciones a partir de la elección de sus jugadores.

2. Gallardo estuvo sólo 17 minutos y entró cuando el partido estaba resuelto con el 2-0. Pero en el cuarto de hora que estuvo en el campo, la selección encontró al conductor de juego que le faltó frente a los japoneses y también en lapsos prolongados de esta misma goleada sobre los elementales jamaiquinos. Aunque con 2-0 y un hombre de más, Argentina nunca supo hacer valer la superioridad numérica. Recién con Gallardo comenzaron las triangulaciones y los cambios de velocidad. Ninguno de los otros 21 futbolistas de que dispone Passarella tiene la claridad conceptual de Gallardo y eso, en los momentos decisivos del Mundial es invalorable. Si se buscan analogías, Gallardo es el John Stockton de Karl "Batistuta" Malone.

3. La selección es una cosa sin Gallardo y otra con Gallardo. Sin el Muñeco es rígida y mecanizada en sus movimientos y la improvisación aparece sólo cuando es Ortega el que resuelve desde su instinto. Gallardo aporta creatividad a cualquier sistema táctico porque ocupa lugares que ninguno sabe llenar y administra correctamente los tiempos y los espacios.

4. Si entra Gallardo debe salir uno, porque como dice Passarella "con 12 no se puede jugar". Naturalmente debería salir Claudio López porque el Piojo obliga a tirársela siempre larga y no ofrece variantes en su oferta de juego. El pase que le dio a Ortega en el segundo gol es una rareza. Y además da la impresión de que "hay partidos y partidos" para López.

5. Pero hay otras variantes. Que salga Zanetti y el medio quede formado directamente con Almeyda por el medio y Verón y Simeone sobre los costados. A priori es una formación más ofensiva porque apura más llegadas y más claras.

6. Esta formación lleva a Ortega como punta decidido donde su gambeta desequilibra, porque tiene menos metros que recorrer hasta la posición de gol. Con Gallardo en la cancha, Ortega se saca de encima la responsabilidad de ser "enganche" cuando por condiciones naturales es más delantero que armador. Un caso parecido al de Latorre cuando en Boca se polemizaba sobre su posición.

7. Pero, sobre todo, queda liberado Verón quien, también por condiciones naturales se convierte en bastonero, eje y estratega cuando no es un jugador de esas características. Verón es un volante de despliegue, de marca y llegada, de "toco y me voy", pero no para usarlo parado en el medio tirando pelotazos. Si se acierta es bingo, pero si se falla se agrandan los rivales. Vale recordar el partido con Japón.

8. La sociedad Ortega-Gallardo puede ser letal para cualquier defensa. La fórmula ya está probada en River y en una primera etapa en la selección. Con los dos, más Batistuta y el apoyo desde atrás de Simeone-Verón, el equipo se convierte en temible por las variantes que nacen del "regista", como llaman los italianos al estratega.

9. Batistuta es uno de lo que más ganan con la entrada de Gallardo porque recoge a dos puntas. Por las habilitaciones del Muñeco y la compañía de Ortega. Con López está casi obligado a jugar a más velocidad y por la torpeza en el juego fino del Piojo también crece su poco manejo. En el primer tiempo intentaron un par de paredes y se murieron en el intento.

10. Gallardo también soluciona problemas defensivos. Es una oferta permanente en la salida, un problema casi insoluble para la selección en el partido con Japón y en algunos tramos de ayer. Por ejemplo, Sensini provocó dos contraataques cuando quiso salir jugando y ante la falta de compañeros para dar el pase se atoró, la perdió y dio dos contraataques. Gallardo resuelve a un toque, en corto o en largo y eso facilita salir rápido del medio donde perder una pelota puede ser fatal, sobre todo frente a equipos veloces en el contraataque.

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