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LA JUEZA DECIDIÓ INVESTIGAR AL JUEZ
Servini de Cubría resolvió reabrir la causa por los chicos inscriptos como hijos del juez Aníbal Olivieri en la dictadura.

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Por Raúl Kollmann

t.gif (67 bytes) La jueza federal María Romilda Servini de Cubría resolvió la reapertura de la causa en la que se investiga el origen de los chicos inscriptos durante la dictadura militar como hijos del juez penal de San Martín Aníbal Olivieri. La magistrada citó a Olivieri a su despacho ya que se enteró -–a raíz de una denuncia periodística publicada por Página/12-- que en una causa civil el magistrado reconoció que los chicos no son propios y que fraguó las actas de nacimiento. El caso es todavía más sospechoso ya que la partida tiene la firma del doctor Carlos Rafinetti, médico del Hospital de Campo de Mayo durante el Proceso, y que es quién también firmó las partidas del caso Bianco, por el cual está detenido el ex dictador Jorge Rafael Videla. Rafinetti declaró en 1991 que él asistió el parto, pero ahora se demostró que eso es falso. Olivieri, su ex esposa Luisa Margarita Petcoff y el médico Rafinetti tendrán que dar ahora las explicaciones a Servini de Cubría. Actualmente, Olivieri sigue siendo juez.

Los fluidos contactos militares de Olivieri se deben a que es hijo del Almirante Olivieri, ministro de Defensa de la llamada Revolución Libertadora y uno de los responsables del bombardeo a los civiles que estaban en Plaza de Mayo. Por esa razón, no sólo consiguió las partidas de nacimiento en época de la dictadura sino que fue designado juez ni bien asumió la junta militar.

El caso Olivieri fue revelado la semana pasada por el noticiero 24 horas de Canal 9 y sale a la luz por el tremendo enfrentamiento entre el magistrado y su ex mujer, supuesta madre de los chicos, Luisa Margarita Petcoff, actual delegada de la Fiscalía de Estado de la Provincia de Buenos Aires. La mujer y el juez cruzaron nada menos que 46 demandas, empezando por el divorcio, y siguiendo por otras en las que se acusan por amenazas, estafa procesal, incumplimiento de los deberes de funcionario público y se reclamaron alimentos y la exclusión del hogar.

A principios de la década de los '90, la situación de la hija mayor de Olivieri, Valentina, fue motivo de una denuncia de las Abuelas de Plaza de Mayo. La abogada de Abuelas, Alcira Ríos, impulsó una causa para establecer si Valentina era hija del matrimonio de desaparecidos integrado por Carlos María Mendoza y Alicia Estela Segarra. En ese momento, Olivieri declaró ante la jueza Servini de Cubría que los hijos eran propios y relató una historia según la cual la beba fue prematura y no hubo tiempo de buscar un hospital para realizar el parto. Por esa razón -–dijo-—, su esposa dio a luz en su domicilio particular, Migueletes 576, de la Capital Federal. Olivieri incluso presentó una foto de su esposa embarazada. La señora Petcoff realizó una declaración similar, sosteniendo que "en los hospitales públicos y también en los privados se demoran mucho (sic), por lo que el parto se hizo en casa". Por último, Rafinetti aseguró que era amigo y vecino de Olivieri y que el parto no se hizo en Campo de Mayo porque no hubo tiempo, pero que él asistió al nacimiento.

En la furibunda Guerra de los Roses iniciada con el divorcio, el otrora matrimonio se enfrentó en todos los terrenos. En una de las causas civiles, instruida en el juzgado 81 de la Capital Federal, secretaría 13, el juez declara lo siguiente a fojas 241: "reconozco que mi cónyuge Luisa Margarita Petcoff no es la madre biológica de Valentina y Aníbal Osvaldo Olivieri". En el punto 2 de la misma declaración, el magistrado dice: "reconozco que las partidas de nacimiento son ideológicamente falsas". Es decir que, de hecho, reconoció que las partidas son falsas y que mintió ante Servini de Cubría.

En el momento en que las Abuelas impulsaron la causa sobre Valentina Olivieri, el juez aceptó que se hiciera una prueba de ADN para determinar si la chica era o no hija del matrimonio Segarra-Mendoza. El estudio dio resultado negativo y después se hizo un entrecruzamiento con el banco de datos de las Abuelas, con resultado también negativo. Por esta razón, Servini de Cubría dictó el sobreseimiento provisorio en esa causa y las Abuelas estuvieron de acuerdo: estaba claro que Valentina no era hija de Segarra-Mendoza ni de otros 55 familiares de desaparecidos. Sin embargo, no se podía dictar el sobreseimiento definitivo porque las Abuelas seguirían cotejando datos e informaciones para ver cuál es el origen de esos chicos nacidos de forma tan sospechosa. Enterada ahora de la confesión de Olivieri en el juicio civil, Servini ordenó la inmediata reapertura del expediente y citó a declarar al juez para esta semana. En concreto, se le imputa -–como mínimo-— el delito de ocultación y supresión de estado civil y falsificación de documento público. Todos estos cargos serán investigados por la jueza y, además, la magistrada intentará develar la verdadera historia del origen de los chicos.

Mientras tanto, existe un pedido para que a Olivieri se le instruya un jury de enjuiciamiento que lo remueva del cargo. Como siempre, la denuncia fue presentada por la ex esposa hace 18 meses sin que se produjeran avances significativos. El caso está ahora en manos del procurador bonaerense Eduardo De la Cruz, quien ya pidió todas las causas y adelantó a este diario que resolverá a la brevedad. Otro juez de San Martín también pidió el jury porque, en otra causa, Olivieri presentó las partidas de nacimiento falsas.

Lo cierto es que hoy a la mañana, como todas las mañanas, el magistrado llegará a su juzgado y resolverá sobre la prisión o la libertad de decenas de ciudadanos, a pesar de que se le imputa la apropiación de niños durante la dictadura, la falsificación de partidas de nacimiento y el falso testimonio reiterado.

 

LA GUERRA DE LOS ROSES
Por R. K.

La increíble batalla judicial en el ex matrimonio integrado por el juez Aníbal Olivieri y la delegada de la Fiscalía de Estado bonaerense, Luisa Margarita Petcoff, registra algunas instancias insólitas:

* Olivieri pidió que le pagaran salario familiar y para ello presentó las partidas de nacimiento de los chicos. Petcoff denunció que las partidas son falsas por lo que se sustanció otra demanda en la que un juez de San Martín quiere indagar a Olivieri. El tema lo debe resolver la Cámara de Apelaciones.

* Una hermana de Petcoff denunció en un juzgado civil que los chicos no son hijos del matrimonio por lo que ella podría verse privada de una herencia en el futuro. En esta causa, Olivieri reconoció que los hijos no son propios, aunque en privado insiste en que no son hijos de desaparecidos.

* Olivieri le ganó el juicio de divorcio a Petcoff y logró la tenencia de los chicos que hoy son adolescentes de 19 y 16 años. Paralelamente, le inició una demanda a Petcoff por alimentos, es decir reclamándole que ella aporte económicamente a la manutención de los jóvenes. En esa demanda, Olivieri presentó las partidas de nacimiento por lo que ella le inició juicio por estafa procesal. Allí se inició otra causa, en el juzgado de María Teresa Lumbardini quien sobreseyó a Olivieri. El fiscal Agustín De Estrada apeló esta decisión y el caso está ahora en la Cámara de Apelaciones.

A esto hay que agregar acusaciones de amenazas, escándalos por acusaciones de infidelidad y un largo listado de mentiras respecto a los chicos. El es juez y ella delegada de la Fiscalía de Estado.

 

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