La segunda vuelta en Colombia
Ayer se realizó el ballottage entre el candidato oficialista, Horacio
Serpa, y el conservador, Andrés Pastrana. Luego de un virtual empate en la primera
vuelta, ambos candidatos buscaron obtener el 26 por ciento de los votos de la
independiente Noemí Sanín, quien le dio un tácito apoyo a Pastrana.
Newsweek
Cualquiera que gane heredará un país que está fuera de control.
Ninguna nación en el hemisferio sufre de semejante quiebre del orden público, en el cual
el vacío dejado por un estado virtualmente impotente ha sido cubierto por un
caleidoscopio de fuerzas violentas luchando por tierra, poder e ideología. Las guerrillas
izquierdistas, alimentadas por las enormes ganancias de la droga y las recompensas de los
secuestros, están operando ahora en casi la mitad del país y provocando a las Fuerzas
Armadas sus peores derrotas en 50 años. Los grupos paramilitares de derecha, a veces con
el apoyo de comandantes del Ejército, han respondido y desataron una campaña de terror
en las zonas ocupadas por la guerrilla.
The Economist
Uno de los principales problemas es la débil economía. El récord de
50 años de estabilidad económica y crecimiento ininterrumpido ha sido la envidia de sus
vecinos. Pero la economía se ha desacelerado en el último tiempo. Algunos dicen que es
el legado de la apertura, la liberalización generalizada de los tempranos '90. Otros
señalan las onerosas cargas financieras puestas sobre el gobierno central por la
revisión de la Constitución en 1991. Probablemente, la razón más importante es que el
presidente Samper, desesperado por salvarse de la destitución en 1995, abandonó la
famosa prudencia fiscal en favor de una gestión laxa y de limosnas en efectivo.
Baltimore Examiner
la guerra de dos deslumbrantes bellezas sudamericanas para ver cuál
de las dos atraía más votantes a su propio campo. Una fue Noemí Sanín, una espléndida
morena de altos pómulos y rasgos afilados, que sin decirlo dirigió todo el tiempo la
sugestión de su ambigüedad al conservador Andrés Pastrana. La otra, la ex canciller
María Emma Mejía, una poderosa rubia de rasgos finos y figura exuberante, además de un
discurso articulado y conocimiento de los datos, tratando de ayudar al liberal Horacio
Serpa (...). En un país machista y obsesionado con las mujeres, estas cosas pesan.
(De un comentario de William Boot).
La economía de la montaña rusa
El rublo empezó a temblar fuertemente entre signos de que los
especuladores podrían empezar un ataque en cualquier momento, y mientras la autoridad del
presidente Yeltsin, cuestionada en el Parlamento y en las calles, se debilitaba. Se
encendieron las luces de alarma de los principales tableros internacionales y Estados
Unidos tendió una línea de crédito para evitar el pánico.
International Herald Tribune
En ausencia de un colapso importante, Clinton está en lo correcto al
presionar en favor de una reforma interna como prerrequisito para la ayuda. Todo esto hace
más importante que Boris Fyodorov, el nuevo zar impositivo del país, aumente las
recaudaciones. Esto significa que Rusia va a tener que operar como un Estado moderno en la
extracción de impuestos de las empresas claramente redituables pero políticamente
protegidas, que hasta ahora se las han arreglado para evadir las leyes impositivas. Al
mismo tiempo, debe persuadir a la gente de que el sistema es justo. Esto no va a ser
fácil, particularmente dada la corrupción de la que Fyodorov habló ayer.
London World News
Lo preocupante en el asunto es la pregunta sobre quién está al mando,
o incluso si es que hay alguien al mando. El presidente Yeltsin ha dado muestras de
ausentismo mental últimamente, y la línea de sucesión y de delegación en la toma de
decisiones es poco clara. El joven e inexperto primer ministro, Sergei Kiriyenko, podría
ser el hombre del momento, teniendo en cuenta que presumiblemente los mercados le creen,
pero va a dejar de ser así si el temblor de la City moscovita se convierte en pánico y
fugas masivas de capitales. Porque el capital puede invertir en cualquier cosa menos en
Incertidumbre, Inc.
(De una columna de Jocelyn Hitch).
The New York Times
La respuesta occidental --otro préstamo del FMI-- muestra que estamos
ayudando a que los reformistas liberen, y a veces ganen, algunas batallas. Pero no estamos
ganando la guerra. Quizás ni siquiera tengamos una estrategia, porque no hemos entendido
la extensión y la profundidad de la transformación material o la desmoralización
espiritual del pueblo ruso desde la caída del comunismo. Durante una semana de
discusiones con intelectuales y líderes políticos en Rusia, encontré un alarmante grado
de expectativas fatalistas de que el país está siguiendo una dirección autoritaria,
haciendo crecer los temores de que un dictador nacionalista podría tomar el poder en los
próximos dos años.
(Editorial de James Billington)
La guerra mundial de Kosovo
Por ahora, sigue siendo imposible firmar en Moscú la paz de Dayton
(Ohio, Estados Unidos) que puso fin a la guerra de Bosnia. El presidente yugoslavo
Slobodan Milosevic fue recibido como en su casa en el Kremlin por su colega ruso Boris
Yeltsin, y le arrancó unas concesiones que no gustaron a la OTAN ni a Kosovo porque no
incluyen el retiro de tropas.
Le Monde
Nada más insuficientes para los países occidentales que las
concesiones hechas por el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic sobre Kosovo. Con
espíritu de revancha, Rusia declaró que sería "injusto" exigir más de
Belgrado. Para Estados Unidos, para Francia y para Alemania, los progresos realizados en
la ciudad de Moscú son "insuficientes". Y por si todo esto fuera poco,
Montenegro (junto con Serbia, la otra república de la federal Yugoslavia), pidió el
retiro de todos los soldados que efectúan su servicio militar en Kosovo en el ejército
federal. El presidente Milosevic se queda solo, ya que el parlamento montenegrino ha
adoptado una resolución que le pide que responda a las exigencias de la comunidad
internacional.
New York Times
¿Qué hacer en Kosovo? Los ejercicios aéreos de la OTAN fueron un
buen comienzo. La única solución diplomática concebible requiere monitores
internacionales ubicados permanentemente en el interior de Kosovo para asegurar que los
serbios restauren y mantengan la autonomía de los albaneses étnicos de Kosovo, junto con
monitores en la frontera de Kosovo con Albania para asegurar que los separatistas de
Kosovo no van a contrabandear armas para forzar una solución diplomática propia. La
vecindad balcánica está llena de fantasías: Gran Serbia, Gran Macedonia, Gran Albania.
Si se las deja operar, producirán el Gran Desastre.
(Thomas L. Friedman)
International Herald Tribune
Podemos tener el corazón bien puesto, pero es poco lo que podemos
hacer por ese lugar llamado Kosovo, o por la próxima docena de Kosovos. La única manera
de detener o, mejor, de interrumpir, esos horrores es ocupar esos lugares por un par de
siglos. ¿Quiénes somos "nosotros"? Somos la OTAN o Europa u Occidente. Y a
pesar de nuestras buenas intenciones, somos más bien inútiles. Hermosas palabras
pronunciadas a lo lejos no tienen ningún efecto para detener estas guerras sobre
límites. De hecho, incluso el derecho internacional, si es que algo así existe, se
aplica solo a los países, y no a guerras dentro de los límites nacionales, viejos y
nuevos, creados este siglo por las potencias occidentales vencedoras.
TEMA LIBRE
L'Express
Los eurodiputados del Parlamento europeo hacen cuentas más bien
extrañas. Un documento "confidencial" de 22 páginas de la administración del
parlamento, al que la prensa italiana y alemana dio un uso espectacular, denuncia las
fallas en el sistema de verificación de los gastos desembolsados a los diputados. Y
aunque el documento es discreto, las anécdotas circulan sobre el eurodiputado francés
que vive en París pero se hace domiciliar en Córcega para obtener mejores viáticos, o
del británico que declara un sueldo mayor del que le paga a su asistente, y se embolsa la
diferencia, o del otro británico que se comportaba como un verdadero vocero de un grupo
automotriz y que despertaba a la vida cada vez que en las sesiones se trataba el tema.
Rescaten al yen
International Herald Tribune
Como el yen sigue cayendo, los expertos dicen en el mundo que es el
resultado de una pérdida de confianza en la economía japonesa. Pero lo que sorprende no
es que el yen caiga ahora, sino la ausencia de un colapso años atrás cuando ya era claro
que la economía no se iba a recobrar rápidamente. Una cierta timidez, un patriotismo mal
enfocado y el optimismo por una recuperación temprana fueron las principales razones por
las cuales la mayoría de los japoneses dejaron su dinero en Japón. Los políticos
empiezan a darse cuenta de que la acción firme para expandir el gasto del gobierno y
rescatar el sistema bancario pueden estar a tiempo para salvar la economía.
(Gregory Clark, diplomático australiano) |