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Por Andrés Osojnik Pese a que las condiciones de vida no son las mejores, los animales de la Reserva Ecológica no la pasan tan mal: las pequeñas bestias viajan al veterinario en remises. Así quedó certificado en una factura que forma parte de una denuncia por supuestas anomalías en el área contable de la Reserva. La Justicia, en realidad, investiga una larga lista de presuntas irregularidades en ese organismo. Su director, Sergio Recio, está acusado de utilizar un vehículo y personal municipal para una mudanza particular y los trabajos de pintura en su casa. Otra de las denuncias señala que encausados que deben cumplir la "probation" en la Reserva pueden evitarse las molestias del trabajo mediante una más cómoda colaboración monetaria. Consultado por este diario, Recio negó todos los cargos y consideró que se trata de "una gran locura" (ver aparte). La causa que involucra a diversos empleados, funcionarios y responsables de la Reserva Ecológica de Costanera Sur --un organismo que depende del gobierno porteño-- incluye además la presunta desaparición de tres costosísimas cabañas tipo bungalow y la supuesta existencia de ñoquis y "venta" de horas extras. Recio sostuvo que una reciente auditoría encontró todos los papeles en orden. Por cuerda separada, se investigan también amenazas y agresiones ocurridas al parecer en ese ámbito. El abanico de denuncias recayó en el Juzgado de Juan José Mahdjoubian, aunque por ahora la causa se encuentra aún en la etapa de recolección de pruebas en la Fiscalía Nº 36, a cargo de Marcelo Munilla Lacasa. La investigación en marcha fue iniciada a partir de las denuncias de un voluntario que trabajó en la Reserva, primero en forma gratuita y luego fue contratado en el marco del Programa Trabajar. Se trata de Matías Mazzeo, un joven ecologista de 22 años que está vinculado a la Reserva desde 1995. Mazzeo concretó una primera presentación en la Oficina del Ombudsman porteño. Luego, Mazzeo fue amenazado y agredido: dos desconocidos le tajearon la cara a una cuadra y media de su casa. El ecologista volvió con la novedad a la Defensoría. Y de allí fue directamente a la Justicia penal, donde ahora existen tres causas vinculadas al tema: una por las amenazas, otra por la agresión y la tercera por las anomalías que dice haber descubierto. En esta última, el fiscal Munilla Lacasa ya tomó las primeras medidas para profundizar la investigación. La causa es compleja, ya que la denuncia de Mazzeo abarca una serie de cuestionamientos. El más insólito da cuenta de las supuestas irregularidades en el manejo de la caja chica de la Reserva, para la cual --según contó Mazzeo ante la Justicia-- se fabrican facturas truchas. En rigor, las facturas son verdaderas, pero Mazzeo aseguró ante el fiscal que tiene pruebas de que las descripciones de servicios que constan en las facturas son falsas. Y puso como ejemplo una factura de la remisería M y R, por la que se cobró a la Reserva 60 pesos por "dos viajes con transporte de animales hasta veterinaria con espera y regreso". Según el denunciante, la Reserva tiene sus propios veterinarios. "Además, es ridículo pensar que un lagarto overo o una garza anden viajando en remise", aclaró. Más allá de los traslados de alimañas, el fiscal Munilla Lacasa está juntando elementos para determinar la veracidad de un hecho algo más delicado. Según la denuncia de Mazzeo, en la Reserva Ecológica es posible cumplir con la probation sin trabajar, a cambio de una suma de dinero. La probation es una manera de eludir el juicio oral para acusados de delitos que no superen los tres años de eventual condena. En lugar de ser enjuiciados, los encausados tienen la obligación de cumplir determinadas tareas sociales o comunitarias. La Reserva Ecológica suele ser un lugar adonde los jueces derivan a sus encausados para concretar la probation. Pero Mazzeo denunció a la Justicia que conoció casos de encausados que, en lugar de cumplir con las tareas asignadas, sólo firmaban la asistencia. Para lo cual entregaban un cierto dinerillo a los responsables de turno. En la causa también se investiga la presunta existencia de "ñoquis" y horas extras cobradas que nunca fueron trabajadas. Mazzeo denunció también la desaparición de tres cabañas tipo bungalow --de un valor conjunto de alrededor de 90 mil dólares-- que fueron desarmadas durante unos trabajos de remodelación. También quedó involucrado en la causa el propio Recio, director de la Reserva. El funcionario está acusado de haber utilizado una camioneta F-100 asignada al organismo oficial en una reciente mudanza particular, de Lomas de Zamora a Olivos. Mazzeo también indicó que Recio utilizó "personal municipal para concretar la mudanza y los trabajos de pintura en el domicilio de Olivos".
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