FRANCIA
Barthez; Karembeu, Desailly, Leboeuf, Candela; Vieira, Diomede, Pires, Petit; Djorkaeff,
Trezeguet.
DT: Aimé Jacquet.
DINAMARCA
Schmeichel; Rieper, Hogh, Heintze, Laursen; Schjonberg, Helveg, Nielsen, Jorgensen; M.
Laudrup, B. Laudrup.
DT: Bo Johansson.
Estadio: Gerland (Lyon)
Arbitro: Pierluigi Collini (Italia)
Goles: 13m. Djorkaeff (F); 42m. Michael Laudrup (D); 56m. Petit (F).
Cambios: 45m. Colding por Laursen (D); 56m. Sand por Jorgensen (D); 64m.
Boghossian por Petit (F); 70m. Henry por Pires (F); 75m. Tofting por B. Laudrup (D); 86m.
Guivarch por Trezeguet (F). |
El Mundial Francia
98 está bajo el signo de lo político. El presidente francés no se desplazó por
nada al estadio de Gerland, en la ciudad de Lyon. Jacques Chirac asistió ayer a la
tercera victoria consecutiva de la selección francesa dentro del grupo C. Ya clasificada
para la segunda vuelta, Francia derrotó 2-1 a un seleccionado danés al que ni la
presencia de los dos hermanos Laudrup pudo aportar una chispa de juego. Es el calor,
muy fuerte, muy duro, no está bien esto de jugar a la noche y después de 35 grados de
calor en plena tarde, dijo Michael Laudrup a Página/12. Dinamarca perdió sin
preocuparse y Francia ganó sin mucho esfuerzo un partido de transición antes de la
segunda vuelta.
El equipo francés salió a la cancha totalmente transformado. Entre Zidane suspendido, y
los lastimados, Aimé Jacquet presentó una formación con ocho nuevos jugadores en
reemplazo de Zidane, Deschamps, Dugarry, Lizarazu, Blanc y Thuram. Thierry Henry entró
recién en el segundo tiempo en el lugar de un ineficiente Pires y el franco-argentino
David Trezeguet jugó casi todo el encuentro sin marcar esta vez ningún gol.
Aunque demasiado tímido como para hacer una evaluación seria, el partido sirvió para
comprobar que, incluso sin su artista principal, Francia juega bien, no aparece tan
desequilibrada como se esperaba y es capaz de crear numerosas ocasiones, en especial
gracias a los dos mejores hombres del partido con Dinamarca: Yuri Djorkaeff y Emmanuel
Petit.
Francia pudo después respirar y festejar tranquila. En Lyon, la derrota de Brasil ante
Noruega y la feliz aventura de Chile, que también pasó a la segunda vuelta, habían
puesto una nota de prudencia en la algarabía que suscitó la doble victoria francesa ante
Africa del Sur y Arabia Saudita.
Al igual que Argentina con Croacia y que Brasil con Noruega, Francia jugaba el miércoles
un partido con el equipo más aguerrido de grupo C. La víspera, entre los horrores del
arbitraje, los rebotes que cambian la dirección de una pelota y la avalancha de desastres
que acecha a los favoritos, los franceses esperaban lo peor.
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