Por Daniel Lagares
En el fondo, se parecen.
Goleadores. Capitanes. Cada uno a su modo, también sex-symbols. Cada uno a su modo, una
piedra en los zapatos de sus técnicos. Y pese a todo eso, ninguno de los dos tiene el
futuro atado a la buena fortuna.
Gabriel Batistuta y Davor Suker, Batigol y Sukerman, estarán cerca sólo a la hora de
sortear los arcos y el saque en el estadio Paul Lescure, al costadito del tramo final del
Garona en su búsqueda del Atlántico. Después, cada uno a sus quehaceres, a hacer la
costurita, a ponerse el traje de superhéroe y convertirse en el buque insignia de la
armada de Argentina y Croacia. Mientras Ronaldo tarda en despertar y a falta de Caniggia
aparece el Pájaro Hernández, ellos se roban la atención cuando las miradas van rumbo al
área. Ahí, en ese escondite privado, ellos hacen de las suyas. Torpeza en el toque pero
pura potencia en los desplazamientos de Batigol. Sutileza y calma a la hora de definir en
Sukerman, son los dueños del teléfono al que llamarán el Comisionado Fierro Passarella
o Luisa Lane Blazevic cuando tengan que salvar a Ciudad Gótica o Metrópolis del segundo
puesto en el Grupo H, porque eso supone lidiar con el calor de las cuatro de la tarde del
verano francés en el partido de octavos y posiblemente enfrentarse en los cuartos al peor
de los villanos que dio el Mundial hasta ahora: Holanda.
Uno diestro, el otro zurdo. Batigol quiere irse de Fiorentina porque hay otros arcos que
salvar del cáncer del cero permanente, pero el alcalde, el dueño del club y los hinchas
no lo dejan. Sukerman fue un héroe oxidado en el reciente título de campeones de Europa
del Real Madrid, condenado a exhibirse fuera del horario central por la aparición de
Pedrag Mijatovic. Sin embargo, su renacimiento en la Copa le hizo decir al presidente
Lorenzo Sanz que Si sigue jugando así lo retendremos.
Ni Batistuta ni Suker son del agrado de Passarella y Blazevic aunque en el horario de
protección a los niños, los técnicos deben esconder sus bajos instintos. Me
dolió estar un año fuera de la Selección, dijo Batigol, casi al pasar y sin que
nadie reparara en la sentencia cuando Argentina abrió por última vez las puertas de la
Baticueva de LEtrat. Esto es lo más importante que le ha pasado al fútbol de
Croacia y esto es obra de los jugadores, señaló Sukerman después del gol salvador
al Dragon Ball japonés que clasificó a Croacia. Los superhéroes no necesitan de muchas
palabras.
ARGENTINA CONTRA LOS CUADRICULADOS DE CROACIA
Toda una partida de ajedrez
Los croatas tienen apellidos de
Grandes Maestros y encima juegan con una camiseta que parece un tablero. Por eso
Passarella ensaya cuatro movidas para al menos hacer tablas y quedarse con el Grupo H.
Verón , Roa y Simeone durante el
reconocimiento de ayer en el estadio de Burdeos.
Passarella no confirmó ni siquiera extraoficialmente el equipo, pero habrá cuatro
cambios. |
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Sin embargo, Passarella tiene esta vez razón en mostrarse tan cauto y
reflexivo. Por ejemplo, no es casual que los croatas usen la camiseta que usan a
cuadritos rojos y blancos ni que tengan los apellidos que tienen. El sabe que
estamos ante alevosos ajedrecistas encubiertos frente a los que, como es habitual en él,
el técnico ha dispuesto una estrategia cerrada y pensante, que da la prioridad al
concepto de no dar ventajas. Todo depende, en este partido, de quién mueva. Y no es joda,
más allá del juego con cuestiones de trebejos. Todo parece indicar que Blazevic, si no
miente croatamente, pondrá toda la carne en el asador, lo mejor que tiene, incluso al
hasta hace poco inservible (por lesión), el manija del Milan, Boban. Si es así, los
balcánicos se vendrán, y no es algo que al técnico le desagrade. Claro que Blazevic
puede patear el tablero para terminar con la metáfora ajedrecística y jugar
sólo y dulcemente a Deportivo Suker. Puede ser.
Probable y saludablemente sea la selección nacional la que ofrezca mayores sorpresas de
nombres y de funcionamiento. Habrá cambios obligados por lesión o cansancio y cambios
tácticos. Las apariciones de Gallardo por el Piojo (cambio táctico y tan pedido) y de
Pineda por Simeone (cambio por cansancio pero con elementos tácticos muy interesantes)
prometen la posibilidad de algo diferente de la mitad para arriba; las ausencias
simultáneas de Sensini (se lo llorará...) y de Chamot (¿táctico, físico?),sustituidos
por Vivas y Paz, abren si no necesariamente huecos, por lo menos interrogantes en la
defensa. Habrá que ver.
LA FORMULA MAGICA: BATISTUTA + ORTEGA
Socios para la aventura del gol
Por Juan José Panno, desde
Letrat
Argentina asusta a todos
porque los números son contundentes. En la hipotética tabla de posiciones del Mundial
está segunda con seis goles a favor y ninguno en contra, detrás de Francia que tiene
siete goles a favor y el arco invicto y delante de Holanda que metió cinco goles
y no recibió ninguno:
Tiene al goleador del campeonato, Gabriel Batistuta, con cuatro.
Tiene al único jugador que hizo tres goles en un partido Batistuta, avalado
además con el antecedente de otros tres goles, contra Grecia, en el Mundial de Estados
Unidos.
Argentina asusta, más allá de los números porque las imágenes de Batistuta-Ortega son
impactantes. Una y mil veces se han repetido los goles en el partido contra los
jamaiquinos y aunque pocos olvidan de señalar la limitación de recursos de los rivales,
se destaca la sutileza de Ortega y la potencia demoledora de Batistuta. Y la verdad es que
vale la pena regodearse con la cámara lenta que muestra el pie derecho de Ortega clavado
contra el piso, para meter la estocada por sobre el cuerpo del arquero; vale la pena el
rewind para encontrarse con el zurdazo a la carrera anticipándose a la salida del
arquero; vale la pena reencontrarse con los tres bombazos secos, letales de Batistuta.
Hasta uno puede llegar a pensar que el arquero de Jamaica se corrió, por las dudas, en el
penal que hizo estremecer el arco.
Batistuta y Ortega le han dado razón a la cátedra que los ubicaba individualmente, antes
del Mundial como los puntos más fuertes del equipo argentino. Pero recién en el
encuentro contra Jamaica se empieza a descubrir el potencial de la sociedad que conforman.
Repasando el partido contra Japón, el gol de Batistuta nació en una jugada de Ortega.
Contra Jamaica, el pase a Batistuta, en el primero de su serie fue de Ortega; el tercero
del capocanonieri fue por un penal a Ortega quien había recibido la pelota de Batistuta
por sobre la cabeza del líbero jamaiquino.
Por supuesto, los croatas y los que vengan en octavos pondrán todo el esfuerzo en
controlar a quienes meten más miedo. Pero no alcanza con stoppers, clones, candados y
catenaccios, cuando el rival dispone de recursos técnicos individuales abundantes, y
Argentina podría tenerlos. En principio, Batistuta no juega de punta-punta y, con una
elogiable disposición táctica, baja a encontrarse con la pelota y sacar del fondo a su
marca, para permitir la llegada vacía de Ortega u otro volante. Ortega, del mismo modo
entra y sale permanentemente. Salvando las distancias, aquello que hacían Maradona y el
Pelado Díaz cuando jugaban juntos.
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