TRAMPA
La automotriz Sevel fue una de las más críticas con el
proyecto de elevar en diez puntos el impuesto a los gasoleros y pidió una reunión con el
ministro de Economía para discutir ese punto y el plan de inversiones de la empresa.
Algunos dicen que por despistado, otros lo adjudican al fastidio que le produjo el
reclamo, Roque Fernández los citó justo en el horario en que Argentina jugaba con
Croacia. Pero Sevel encontró una digna respuesta a la trampa: sólo asistieron ejecutivos
franceses. Los argentinos se quedaron viendo el partido.
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