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Por Darío Pignotti desde Ciudad de México --¿Que le reprochan a los zapatistas: la opción armada, ser revolucionarios o, sencillamente, ser unos reaccionarios disfrazados? --Les criticamos muchas cosas y mucho más complejas que ésas. Primero desmontamos algo que no existe y que ellos han inventado, ése es el objetivo primero. Después analizamos si tienen razón o no en haber utilizado las armas en el contexto histórico del conflicto y en haber utilizado la dirigencia zapatista a los indígenas para legitimar su propio pensamiento. Claro que los indígenas tienen que ver en el conflicto, lo explicamos en el libro. Pero la dirigencia y el obispo Samuel Ruiz los utilizaron. El movimiento armado es producto de dos elementos, un elemento indígena a través de organizaciones campesinas muy activas vinculadas a la Diócesis que existían mucho antes de que Marcos llegara a la zona. El otro es el movimiento blanco, de revolucionarios tradicionales, los más tradicionales que haya (FLN, organización marxista leninista de los 60 y 70) y que sobrevivieron la represión y llegaron a Chiapas. Pero la decisión de ir a la guerra es de los revolucionarios blancos que convencen a los indios y en contra de Samuel, que ahí se aleja. Y prometiéndoles a los indios que iba a ser una gran revolución nacional. --No hay entrevista a Marcos en el libro. ¿Por qué? --No lo entrevistamos aunque lo intentamos. Le solicitamos un encuentro luego de iniciar la investigación. Se lo hemos pedido un par de oportunidades para el libro, desde abril del '95, explicando cuál era el objetivo del libro y que no iba a ser una entrevista complaciente y todo eso: no nos contestó. --¿Qué le hubieran preguntado? --Cuál es su objetivo político a largo plazo, cuál es su objetivo, pero pensábamos preguntarle con seguimiento de una pregunta a otra y no como hace él que se va por "justicia, dignidad" y todo lo que tú quieras que no significa nada porque él aplica todo lo contrario en su territorio. --El ejército (federal) ha ocupado muchas más posiciones que antes. --Mira, si tú eres un pequeño estado y tienes de vecino a un estado poderoso y le das una patada al grandote sin pensarlo y el grandote te responde aplastándote, ¿hiciste bien?
--Eso suena a "el que se atreve contra el régimen las pagara". --No, para nada es así. Cuando haces un movimiento político, si tienes inteligencia tú calculas la fuerza del adversario. Si el adversario tiene más fuerza bruta entonces buscas otra manera de enfrentarlo. Cuando dan la patada en el hormiguero el 1º de enero (1994) tú puedes decir "fantástico, el pequeño se rebela", luego negocian y con 10 días de combate logran todo lo que piden pero luego inventan una consulta y rechazan todo. --¿Creen que los tiros de la masacre de Acteal no involucran al gobierno? --Nosotros decimos que no se tiró un sólo tiro en el sentido de enfrentamientos bélicos, incluso decimos que hubo muchos más muertos después del cese del fuego que antes. (Acteal) es consecuencia de un clima de violencia previo, debido a que las elecciones de 1997 no se pudieron celebrar allá por el boicot decretado por Marcos. Esos comicios hubieran dado el triunfo a la izquierda del PRD (Partido de la Revolución Democrática, Cuauhtémoc Cárdenas). Los zapatistas quemaron urnas, mataron a un tipo en Ocosingo. ¿Es o no creación de violencia eso? Marcos tiene una gran responsabilidad al impedir la realización de elecciones donde el PRD iba a ganar. Entonces los zapatistas quemaron las urnas o impidieron votar y en 1955 el PRI ganó en Chenalo, donde está Acteal. --Ustedes casi responsabilizan a Marcos de la matanza. --La actitud irresponsable de Marcos ha contribuido a aumentar el clima de violencia. No decimos que haya organizado la matanza, sino que tiene una responsabilidad política. Por ejemplo, luego de los acuerdos de la Catedral de San Cristóbal (marzo de 1994) que él firmó y luego se echó atrás. Hoy sólo se acuerdan de que el gobierno firmó los acuerdos de San Andrés (febrero 1996) y se echó atrás. --Ustedes ni siquiera citan a Zedillo en conexión con Acteal. --De alguna manera el gobierno estaba apostando al equilibrio del terror para que se mataran entre ellos (indígenas priistas y zapatistas). Obviamente que el presidente de la República tiene responsabilidad en todo el país. Pero es falso que la orden de la matanza se dio desde Los Pinos (residencia presidencial). Más bien fue producto de un descontrol. --En el '94 se describía a Zedillo como un técnico ajeno a las rudezas del poder priista. De niño monaguillo, luego un economista. Sin embargo a los dos meses de gobierno ordenó la ofensiva militar de febrero de 1995. --Yo te podría hacer una comparación: ¿tú crees que en el tiempo del (copamiento del cuartel de) La Tablada el presidente Alfonsín debiera haber dicho "que se maten entre ellos", o debía asegurar la soberanía de su país y controlar el territorio? --Perdón, ¿están comparando a los zapatistas con el MTP? --¡No, no, no perdóname pero no!!! Pero un país como México que está negociando un tratado de derechos humanos con la Unión Europea tiene que ser muy pendejo para organizar una matanza en su territorio. No es que Zedillo pueda ser un santo pero por sentido común no le conviene. El primer perjudicado por la matanza de Acteal después de los indios muertos es el gobierno, pues se ha caído su imagen internacional. --Cuando se lo entrevista en profundidad, el obispo Samuel Ruiz suelta puntos de vista más radicales que los de Marcos. ¿Lo ven así? --Sí, es así en ciertos asuntos. En otras cosas es muy reaccionario, por ejemplo en el control de natalidad. Pero en ciertos asuntos lleva un discurso muy radical, pero quién sabe si defiende los intereses de los indios o los suyos propios. Todo el mundo ya lo tiene como el futuro premio Nobel de la Paz y Samuel no es ningún santo. --Sus enemigos tampoco destilan santidad: los finqueros, los paramilitares, el ejército, el gobierno, en algún modo el Vaticano. --Yo ampliaría esa lista de enemigos, incluiría a una parte de la izquierda que lo mira con mucho recelo porque el conflicto zapatista ha permitido el ingreso de la Iglesia Católica en la vida política en un país como México, con una tradición laica y con una relación muy particular con la Iglesia (reinició relaciones con el Vaticano en 1992, tras más de 100 años). En Chiapas no es muy bien visto por muchos mestizos e indígenas. --¿Ustedes le reprochan a Samuel que es zapatista? --No, no lo es. Samuel es samuelista. Como hay zapatistas marquistas y otros samuelistas. Es un error creer que Samuel es zapatista. Samuel es el verdadero impostor, es el primer impostor más aún que Marcos. --¿Los 38 años de obispado y los recientes atentados son una ficción? --Ahí tienes. (Los atentados de noviembre 1997) fueron ficción absoluta, montó un show, montó las pruebas. El atentado al convoy en el norte de Chiapas un caso típico, Samuel no iba ahí en el momento de los disparos. El atentado a martillazos contra su hermana también lo pondría en duda. Samuel tiene un ahijado que está mal de la cabeza y ése fue el que hizo el atentado en la casa episcopal (1997). --Ustedes critican a la prensa por recurrir a lugares comunes como "finqueros racistas", "paramilitares agentes de provocación", "indígenas perseguidos y hambrientos", pero eso es verdad. --No negamos que los indios pasen hambre, pero cuando hablamos de los tópicos referimos al cuadro de un niño moribundo frente a un finquero prepotente, y eso no es cierto: en las zonas de las cañadas no hay un solo finquero, en el norte hay división por ejidos y los indígenas son ejidatarios. Ahora mismo se está manejando el tópico en Europa de que la matanza de Acteal estuvo propiciada por los terratenientes de la zona, y en esa zona no hay terratenientes.
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