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Por Daniel Lagares desde L'Etrat Llovió toda la tarde. A veces como a desgano. A veces torrencialmente. El pueblito dormido a dos kilómetros a la izquierda de Saint Etienne duerme la siesta del fin de semana sin otro sobresalto que el comentario malicioso sobre el romance de Marie con Henry, el marido de la pobre Nathalie, la panadera. A un costado del costado el Centre aux Métiers cobija el sueño formado en Burdeos y a la espera de los ingleses. Llueve en L'Etrat. Dicen que la lluvia es portadora de buena fortuna. Es difícil saber si Daniel Passarella es un hombre solitario o un individualista, pero camina por los pasillos del convento con una sonrisa disimulada. Después del almuerzo ha leído la prensa europea y Eduardo Bongiovanni le alcanzó el resumen de los diarios argentinos que levantó de Internet. Por primera vez en el Mundial se siente importante porque la Selección ingresó en la consideración de la prensa que más respeta y que no es la de Buenos Aires, precisamente. "Argentina es un selección opinable, corregible y, si se quiere, mejorable. Pero es un equipo solvente. El único imbatido. Cuenta con un plan de juego y el grupo, una vez puesto en la cancha, resulta un libro abierto", escribió Ramón Besa, en El País. De la victoria sobre Croacia, Passarella leyó a Claudio Gregori en la Gazzetta dello Sport, que le endulzó el oído escribiendo: "Hay una Argentina menos segura pero más hábil en la maniobra, menos incisiva en el ataque pero mejor en la geometría cercana al área. El que cambia el vuelo del equipo es Marcelo Gallardo, que tiene pies de terciopelo y una inteligencia extraña, aunque se excede en las acciones personales". En L'Equipe escribió Francis Huertas, el corresponsal en Buenos Aires que sigue a la Selección durante el Mundial: "Batistuta, que le hizo el gol a Japón y marcó tres a Jamaica, ayer no hizo ninguno. Ortega, autor de dos goles ante Jamaica, no pudo imponer su gambeta ni sus pases decisivos. Pero Argentina, como antes lo había hecho Francia, descubrió que tienen suplentes de gran valor para reemplazar a los titulares". El técnico también supo de los elogios de José Mari Bakero, Michel, Paolo Rossi, Michel Platini y cuanto europeo ex futbolista convertido en comentarista ronda por el Mundial. De golpe, la Selección empezó a convencerse de que es candidata en el torneo. Passarella, por lo que vio en el campo y por lo que le susurran los medios; los jugadores, por lo que jugaron. No parece asustarlos la hoja de ruta: para ser campeón del mundo habrá que ganarle a Inglaterra, probablemente a Holanda y Brasil y doblegar a Francia o a Alemania en Saint Denis, si se dan los resultados lógicos. La confianza creció porque el equipo jugó mejor ante el rival de más peligro en el Grupo H, con una formación sin varios titulares y en una mala tarde de Batistuta y Ortega. El plantel vio el video de la victoria de Inglaterra sobre Colombia y hay respeto pero no miedo. No asusta, tampoco, el posible futuro y son pocos los que admiten que quedar afuera a manos de Holanda sería una retirada digna del Mundial. Así como la palabra "solidez" es la más escuchada en L'Etrat, el sustantivo se extiende a las relaciones internas del grupo, a tal punto que están dispuestos a olvidar el castigo a la prensa y retomar hoy el antiguo método de contacto. El día después pasó largo y tranquilo, en el melancólico vallecito de L'Etrat bañado por la lluvia, a veces torrencial, a veces a goteo. Se entrenaron por la mañana, menos Sensini y Zanetti que se pusieron en manos del masajista Angel Castro y del kinesiólogo Hernán Arsenián. Por la tarde hubo descanso y vía libre para las visitas familiares. Astrada, Chamot, Vivas, Sensini y Burgos recibieron a sus esposas en el complejo hasta la hora de la merienda. Luego se sentaron a ver Italia-Noruega, más tarde rompieron la monotonía jugando a las cartas o viendo llover tras los cristales para retornar frente a la pantalla para observar Brasil-Chile. Simeone y Zanetti no tuvieron dudas entre hacer fuerza por Ronaldo o Zamorano. Los dos hombres del Inter optaron por el chileno pero no por cuestiones de afecto. Sin Brasil, el camino a Saint Denis sería mucho más limpio.
Por D.L. desde L'Etrat Muy lejos de aquí, en la Normandía, como para no extrañar el aire de la isla, Inglaterra retornó a su concentración en el pueblito de La Baule tras eliminar a Colombia en Lens. La selección inglesa volverá a entrenarse hoy por la mañana, luego atenderá a la prensa durante un cuarto de hora y vendrá al sur francés el lunes a media tarde. El técnico Glen Hoddle dijo que estaba contento "porque no hay ningún lesionado después del partido con Colombia y llegaremos a enfrentar a Argentina con todo nuestro poderío". De los nuestros no quiso opinar demasiado: "¿Qué puedo decir que no se sepa de Argentina? Es un gran equipo, con mucha tradición y con hombres muy experimentados en las Ligas de Europa". |