"¿Los rusos le hicieron algún comentario por su nombre: Carlos Vladimiro", preguntó Página/12 a Corach. "Yo lo hice notar", respondió el ministro del Interior. "Mi segundo nombre, Vladimiro, es muy popular en Rusia. Y a mí me decían, y yo lo creí, durante muchos años de mi juventud, que era Carlos por Marx y Vladimiro por Lenin, porque mi papá era socialista. Pero mi madre, muchos años después, liquidó esa fantasía al contarme la verdad: Vladimiro era un nombre que le encantó porque cuando estaba embarazada leía novelas rusas."
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