|
|
|
|
|
|
|
|
CUANDO EL FÚTBOL ES MÁS QUE UN SIMPLE PARTIDO DEL MUNDIAL
|
Por Daniel Lagares Desde Saint Etienne
¿Malvinas?, ¿Falklands? Todos saben de qué se está hablando. Y aunque Beckham, Verón, Shearer o Batistuta no sean responsables de estas historias, visten las camisetas de Argentina e Inglaterra. Todo esto no pasa inadvertido, ni para los jugadores, los cuerpos técnicos o los hinchas. En lo estrictamente futbolístico, Argentina e Inglaterra cayeron en la peor parte del cuadro del Mundial. El que gane hoy deberá, además, vencer a Holanda y seguramente a Brasil en semifinales, para llegar recién a la definición del 12 de julio en Saint Denis. Por eso, más allá de lo hecho hasta aquí e inclusive de lo que produzcan esta noche, si son campeones bien ganado tendrán el título. Alan Shearer declaró ayer que "vamos a ser un buen test para Argentina y ellos para nosotros. Los respetamos pero sabemos que todavía no tuvieron rivales fuertes". Y es estrictamente cierto. Japón y Jamaica y hasta una Croacia ya clasificada no es lo mismo que Túnez, Rumania y Colombia, como también es cierto que pese a sus debilidades había que quebrar a los japoneses y que no cualquiera hace cinco goles en un Mundial. Del mismo modo, no cualquier equipo se repone del baile que recibió Inglaterra y la derrota agónica del partido con Rumania. Las dos selecciones están en el Mundial en un período que podría llamarse de transición. Los ingleses están cambiando su cultura del 4-4-2 y de pelotazo para los dos cabeceadores por un 3-5-2 más "continental" y mejor jugado por abajo. Argentina es el mejor europeo de los sudamericanos y su técnico busca la síntesis entre la dinámica del calcio y la técnica rioplatense, hasta ahora con contradicciones, pasos en falso y más sostenido por los resultados que por el rendimiento. Ese arco invicto de Roa es tan mentiroso como, por ejemplo, la diferencia de un gol agónico entre los gerontes alemanes y los tiernos mexicanos. ¿Qué se puede esperar del partido? En primer lugar, depende de los jugadores que Passarella y Hoddle pongan sobre la cancha. Sería difícil de entender que no juegue Gallardo y entre López, pero si eso ocurre, la Selección perderá a su conductor natural y dependerá del criterio de Verón. Si juega Beckham, puede tener una sociedad interesante con Scholes y armar a Inglaterra por abajo, pero si el volante del Manchester queda afuera, entonces Hoddle optará por la fuerza, la velocidad y el pelotazo. Aun con unos nombres y otros habrá cuidado, respeto e inteligencia para saber que después de los 90 hay otros 30 minutos probables, pero que en ese lapso postrero no habrá lugar para el error, porque un gol significará la continuidad o el fin de esta historia.
DIEGO NO VIAJA A VER EL MUNDIAL
Por la propuesta de Everton de Inglaterra que le permitiría volver al fútbol en la doble condición de jugador y director técnico, Diego Armando Maradona postergó hoy su anunciado viaje a Francia, donde tenía previsto presenciar y comentar para un canal argentino de televisión las secuencias del partido que por los octavos de final del campeonato mundial jugarán mañana la Argentina e Inglaterra. La cancelación del viaje de Maradona a Francia fue anunciada este mediodía por Guillermo Cóppola, apoderado del futbolista, quien resaltó la nueva oportunidad que se le presenta a Diego en lo que podría ser su quinto retorno al fútbol profesional. El empresario futbolístico precisó que están muy adelantadas las conversaciones con el manager del Cristal Palace, que también posee un poder especial para contratar a Diego por parte del Everton del fútbol inglés y que viajó a la Argentina para contratar al ex capitán de la selección nacional. "Preferimos postergar el viaje a Francia ya que esta ocasión de retornar al fútbol es muy importante para la vida de Diego", afirmó el empresario en declaraciones a la radio La Red este mediodía. Cóppola recordó además que esta nueva oferta para el retorno --sería la quinta en su carrera deportiva-- le llegó a Maradona hace 15 días y sostuvo que en un momento pareció que iba a ser una más de las tantas que recibió en los últimos tiempos y que finalmente no pudieron formalizarse. Maradona tenía previsto viajar hoy a Francia para comentar por América las incidencias del partido que sostendrán Inglaterra y la Argentina en el marco de los octavos de final del campeonato mundial, pero por la llegada del enviado inglés a Buenos Aires prefirió postergar su traslado. Anteriormente había demorado ese viaje por otros motivos, entre ellos tomar parte de un rally para camionetas cuatro por cuatro en Las Leñas.
¿GALLARDO O LOPEZ? ESA ES LA CUESTION UN MUÑECO PARA EL REFRESCO Por Juan José Panno El DT no ha cambiado su opinión sobre el futbolista al que ha dotado de experiencia internacional y en que confió en el último partido de la fase clasificatoria contra Croacia. En ese partido, Gallardo deslumbró al periodismo internacional y pareció darle la razón al entrenador en aquello de su inteligencia para manejar los tiempos. Con Gallardo en la cancha el equipo funciona mejor por varias razones: a) La pelota circula con mayor fluidez, más limpia. b) Se cambian los ritmos y al influjo del toque de Gallardo se acelera o se frena el ritmo, según las circunstancias del juego. Con Verón obligado al traslado excesivo, se entra en un vértigo fronterizo con el barullo. Verón rinde mejor, en el ida y vuelta porque la presencia de Gallardo lo libera de lo que él padece como un exceso de responsabilidades. c) Ortega puede hacer valer su gambeta más cerca del área rival. Con López en la cancha, Argentina pierde consistencias en el manejo de la pelota, pero gana en velocidad para el aprovechamiento del contraataque, lo que permite suponer que Passarella piensa más en un partido con dominio inglés que con la pelota repartida en el ida y vuelta. Tal vez Passarella cree que Gallardo, que viene de una lesión, no está en las condiciones físicas ideales para soportar el ritmo intenso de 90 minutos, y por eso le da la titularidad al Piojo. López, cuestionado en gran parte en las eliminatorias, fue sostenido por el DT aun en sus peores momentos. La levantada que experimentó en los últimos partidos previos al Mundial y que tuvo su punto culminante en el gol que les marcó a los brasileños en el Maracaná elevó la consideración general del jugador. Pero en el Mundial, hasta ahora, no respondió en la medida de esas últimas expectativas creadas. Conociendo a Passarella, uno puede llegar a suponer que, cuando imaginaba el Mundial, dos o tres meses antes, soñaba con un equipo que incluyera a sus preferidos Ortega, Gallardo y López, lo que marginaba a Batistuta. Sin embargo, la presión por la inclusión de Batistuta fue enorme y el delantero de la Fiorentina se ganó el puesto con sus goles y terminó con la larvada polémica interna que no llegó a trasladarse a los medios. Es casi seguro que Gallardo ingresará en el segundo tiempo. Si Argentina va ganando, la entrada del duende de la camiseta numero 20 le garantizará retenerla; si va perdiendo, le dará la posibilidad de jugarla con más criterio ofensivo. Es de esperar, en este caso, que no sea tarde, porque el Mundial se juega a cara o cruz, partido a partido.
|
Esta gente es del Primer Mundo y políticamente correcta
aunque vivan en la cuarta o quinta ciudad de Francia, casi un pueblo dormido en la
campiña de la Loire, si se entiende que el país forma parte del Grupo de los 7. Es
decir, de los que mandan. Esta gente espera Argentina-Inglaterra como si se tratara de una
fiesta y no admiten el dramatismo ni la ansiedad de las horas previas ni el aumento de los
niveles de adrenalina a medida que se acerca la hora del partido en el coqueto Geoffry
Guichard. No es su culpa. El fútbol aquí se vive como una demostración deportiva
durante hora y media o algo más. El fútbol, claro, es otra cosa. Sobre todo si están
ingleses y argentinos en el campo por los cuartos de final de un mundial. De los ocho
partidos de octavos, éste es el único que otorga posibilidades iguales para la
clasificación a los dos candidatos. El fútbol de fin de siglo sigue esperando a los
grandes equipos y añora a Pelé, Cruyff y sobre todo a Maradona. En ese marco debe
inscribirse este Argentina-Inglaterra, pero ese marco, también, es apenas una referencia
anacrónica apenas se ponga en movimiento la pelota. Pese a las buenas intenciones en las
declaraciones previas de los protagonistas, son argentinos y son ingleses y detrás hay
una larga historia de enfrentamientos que siempre encuentran en un campo de fútbol el
terreno ideal para seguir dirimiéndose, aunque eso después sólo quede en la anécdota y
no cambie la vida de los países.