LOS COLOSOS DEL CABLE INTENTAN IMPONER ESTE AÑO EL SISTEMA "PREMIUM" DE CÓMO COBRAR MÁS DANDO LO MISMO |
Una era está naciendo, y otra terminando, en el mundo de la televisión por cable, como bien los saben los 675 mil abonados de VCC, que desde mañana pasarán a ser, sin tener la posibilidad de optar, obligados clientes de Multicanal y o Cablevisión. La compra del paquete de VCC por parte de los dos grandes operadores de cable de Capital Federal y Gran Buenos Aires --que, además, se reparten con la empresa mendocina Supercanal el mapa de la propiedad de la enorme mayoría de los sistemas del país-- ha robustecido la sensación de que antes de fin de año intentarán implementar el sistema premium. Este sistema, que acaba con el abono de 35 pesos promedio por 65 canales, para dejar un servicio más chato y cobrar aparte los canales realmente interesantes, como los de cine, los de deportes o los infantiles, viene siendo anunciado desde hace casi un año, pero los intentos piloto de implementarlo fracasan por la oposición, explícita o tácita, de los abonados. Los problemas más graves en torno al sistema son de origen legal y de origen práctico. En el primer aspecto, los organismos de defensa del consumidor sostienen que es ilegal que las empresas empiecen a cobrarles a los abonados un precio superior al que marca el contrato que significa el abono. Para evitar una retahíla de juicios, los canales intentarían, en primera instancia, que el sistema conserve los actuales canales, proponiendo a sus abonados que paguen por otros que ahora no están. Para insistir, luego, en retirar de la grilla básica a los canales vedettes --como HBO Olé y Cinecanal-- y hacerles pagar aparte a los interesados en verlo. En el aspecto práctico, la reestructuración tecnológica para el nuevo sistema implica adquirir un decodificador --costará entre 100 y 150 pesos-- para acceder a las señales premium, y al fútbol, que pasaría ser parte de la modalidad del pay per view --pague por ver-- junto a recitales de música y otros torneos deportivos. Un abonado tendría que pagar 65 pesos para ver lo mismo por lo que ahora paga 35. El problema con los premium es ya de larga data: las empresas se apresuraron a anunciar su implementación en las Jornadas del Cable de junio del `97, para enero de 1998. Pero cuando realizaron en 20 sitios del interior pruebas piloto, cobrando aparte HBO y Cinecanal, los resultados fueron malos. Hubo quejas y reclamos de los televidentes que, aunque pudieran, no pagaban el plus, y la sensación de que podía producirse una reacción en cadena. Las Jornadas de este año --del 27 al 30 de julio-- servirán para que los batallones de operadores de la TV por cable vuelvan a la carga. "Este año sí vamos a lograrlo", bromean los organizadores, que creen que éste es el tema de final de siglo dentro del negocio mediático con mayor crecimiento de la década (ver cuadros aparte). La fecha que manejan es el último cuatrimestre del año, pero antes del verano. La modalidad del sistema premium ya es un clásico de la televisión por cable en los países del mundo desarrollado, en todos los cuales, sin embargo, el abono es más barato que en la Argentina. Si está trabada aquí, es por obra y gracia de los mismos intereses que ahora intentan su ingreso triunfal: las leyes del libre mercado. Cuando el cable era una experiencia innovadora en Argentina, VCC decidió incluir en el servicio básico señales claves para los premium como HBO Olé. Para robustecer su sistema y ganar la competencia comercial. Cablevisión hizo lo propio y se agregó a la lista Cinecanal. La llegada de Multicanal, promocionado como el servicio con más cantidad de señales, acarreó el mismo error: logró 65 canales pero entregó señales premium en el abono básico. El cable era un negocio en ascenso y los empresarios preferían amortizar la diferencia del costo por bajar esas señales del satélite, con el margen de ganancias que les dejaba la cantidad de suscriptores. Pero al estacionarse el mercado, entran en una encrucijada sin muchas salidas legítimas. El sistema premium "encarece el servicio y pone en aprietos al consumidor", subraya la abogada Iris Amancia, de ADELCO, Acción Del Consumidor. "Si la composición monopólica de los medios genera abusos de derechos y cláusulas contractuales violadas, yo creo que pueden iniciarse acciones de amparo judicial", dice. "Los empresarios realizarían una acción unilateral respecto a un contrato ya firmado", precisa. El abono actual estipula una cantidad de dinero por un servicio que incluye sí o sí HBO y Cinecanal. "En ese sentido, la intención empresarial sería un fraude", remarca Sara de Crito, directora de FUND.TV, organización que trabaja sobre la ética en la TV. Las empresas involucradas en el cambio de sistema sostienen a rajatabla que "no se pagará más por lo que ya se ofrece, sino por un servicio con ventajas notables: películas de reciente estreno, 24 horas, sin cortes, en idioma original..". Pero todos saben que en el fondo de la cuestión está el intento por ganar mucho más dinero del mucho dinero que han ganado en los últimos años.
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