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Por Raúl Dellatorre Cada ministerio deberá resignar un nueve por ciento de los gastos que tiene asignados en el actual presupuesto para alcanzar el ahorro de 1000 millones de pesos, que compensarían la caída de la recaudación tributaria por la crisis asiática. La pauta, planteada el martes en la reunión del gabinete nacional, alcanzará también a las secretarías dependientes de la Presidencia de la Nación. En el encuentro se acordó que sólo las llamadas "áreas sociales" tendrán un recorte menor, del orden del 5 por ciento. Salud y Educación siguen siendo las que más tironean para evitar el recorte. Mañana volverán a reunirse los ministros --sin la presencia de Carlos Menem-- para seguir debatiendo sobre el ajuste presupuestario. Una alta fuente oficial anticipó que el tema central será un análisis de los problemas en la recaudación de impuestos, vistos los fracasos acumulados en el combate a la evasión. Descontando las partidas para seguridad social, pago de intereses y amortización de la deuda, transferencias a provincias y otros rubros menores pero igualmente intocables, al presupuesto nacional sólo le quedan poco más de 11 mil millones de pesos (sobre un total de 48.675 millones) sobre los cuales practicar recortes. La afeitada promedio del 9 por ciento de esas partidas daría por resultado los mil millones que se piensa ahorrar. "Si el año que viene lográramos mejorar la recaudación, me cambio de bando", dijo a Página/12 un alto funcionario del Ejecutivo, hoy alineado en la defensa de la reducción de gastos para evitar un mayor desequilibrio en las cuentas fiscales. La política y administración tributaria serán los ejes del encuentro de ministros de mañana, más allá de la discusión puntual sobre la poda en los gastos. "Es bueno que todos se informen del problema", señaló uno de los que participará del encuentro. Aclaró que la discusión no implicará un cuestionamiento a la gestión de Carlos Silvani, responsable de Ingresos Públicos y la DGI, y en cambio apuntó que Roque Fernández expondrá algunas de las trabas impuestas por la Justicia al accionar del organismo recaudador. "Hace pocos días, un fallo judicial obligó a la DGI a recontratar a los coimeros", dijo la alta fuente del Ejecutivo a este diario, en alusión a la medida cautelar que obligó a dar marcha atrás en la contratación de estudios externos para gestionar el cobro de más de 3000 millones de pesos en deudas impositivas con ejecución judicial decretada. Conforme a dicha medida, la gestión deberá hacerla el propio personal de Impositiva. Toda la argumentación apunta a justificar el recorte de gastos y atemperar los ánimos ministeriales. La fuente oficial admitió que en la reunión del martes hubo "escenas de nerviosismo", en particular por el choque que protagonizó la titular de Educación, Susana Decibe, con Roque Fernández, y los posteriores reclamos de Alberto Mazza, ministro de Salud, por los recortes que le tocan a su sector. Salud está afectada por problemas estructurales, según aduce su responsable, como resultado de los "drásticos" ajustes aplicados durante la gestión de Domingo Cavallo en Economía. En Educación, el enojo de Decibe la llevó incluso a enfrentarse, después de la reunión de ministros, con Jorge Rodríguez, jefe de Gabinete. "Cuando yo era ministro y Cavallo impuso recortes mucho más severos que los actuales, me los tuve que bancar", le explicó Rodríguez a la iracunda ministra. "Hiciste mal", fue la cortante respuesta de ésta. El recorte inicialmente planteado en más de 200 millones de pesos para el área, se redujo a 125 millones.
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