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Por Mariana Carbajal ¡Sí, sí, sí, sííí! Entre hoy y mañana debutará en las farmacias argentinas la famosa píldora contra la impotencia, que aquí se venderá bajo el nombre de Sildefil a 10 pesos cada unidad. Decenas de hombres con problemas de erección ya tienen en sus manos la correspondiente receta médica prestos a adquirirla. Según confiaron a Página/12 varios especialistas en disfunciones sexuales, hace días que vienen prescribiendo la pastillita azul empujados por la ansiedad de sus pacientes por experimentar los efectos del nuevo medicamento. Sin embargo, aunque la expectativa por la droga en el país continúa siendo alta, disminuyó la euforia inicial luego de conocerse una seguidilla de muertes en los Estados Unidos y otros países tras la ingestión del Viagra. "Después de la gran revolución que se observó en los consultorios al principio, hoy los pacientes están más cautos", describió el médico Adolfo Casabé, del servicio de Urología del Hospital Durand. En los EE.UU. continúa el boom: en los primeros 40 días se vendieron alrededor de 15 millones de píldoras, de acuerdo a los datos del laboratorio Pfizer. "Ya firmé entre 10 y 15 recetas con fecha 15 de julio prescribiendo el Sildefil. No pensé que iba a estar en las farmacias tan pronto", admitió ayer Edgardo Becher, presidente de la Sociedad Latinoamericana para el Estudio de la Impotencia y urólogo del Hospital de Clínicas y de un centro especializado privado. Su colega Guillermo Gueglio, del servicio de Urología del Hospital Italiano también señaló a este diario que puso su sello y su firma en numerosas recetas. "Después de las muertes aumentó la cautela", confirmó Fernando Urrutia, a cargo de la sección de Disfunción Sexual del Hospital Francés. "Ahora lo toman como una alternativa más para el tratamiento de la impotencia y no como una pastillita mágica", indicó Casabé. "Los pacientes siguen inquietos ante la posibilidad de probar este medicamento. Pero a raíz de las noticias de los fallecimientos están ávidos por saber más del producto pero sin la desesperación que mostraron al principio. Noto que hay más respeto por el medicamento. La gente se está tomando un tiempito para pensar si quiere o no tomarlo", contó Amado Bechara, especialista en disfunciones sexuales del Hospital Durand. Bechara todavía no prescribió el nuevo fármaco, pero ya evaluó a los pacientes a los que se lo puede recetar. "A los que tienen riesgo cardíaco los mandamos a realizarse una examen cardiológico para ver si lo pueden tomar sin inconvenientes", agregó. El sexólogo y urólogo Rubén Cosentino, del Boston Medical Group --un centro especializado en disfunción eréctil-- también tiene una decena de pacientes esperando la llegada de la droga. "Hay otros a los que estamos estudiando cardiológicamente", aclaró. Las precauciones en relación a la prescripción del fármaco a pacientes cardíacos responden a que está contraindicada en forma rotunda la combinación del Sildefil con nitratos, nitritos y otros dadores de óxido nítrico, generalmente utilizados para el tratamiento de angina de pecho. Si se ingiere la píldora azul mientras se está tomando alguna de esas sustancias, las consecuencias pueden ser gravísimas: hipotensión severa, desmayos y hasta la muerte. La píldora que llegará a las farmacias argentinas entre hoy y mañana es la que comercializará la compañía Pfizer, creadora del Viagra. Pero próximamente también otros laboratorios, entre ellos Bagó, lanzarán al mercado sus versiones de la pastilla para el tratamiento de la impotencia. La de Pfizer, bautizada aquí Sildefil, saldrá a la venta a 10 pesos por unidad en los casos de dosis de 25 miligramos, 11 pesos para dosis de 50 miligramos, y 13 las de 100 miligramos. La droga fue aprobada en el país el 11 de junio por la Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica (Anmat). El organismo estableció su venta bajo receta archivada (es decir, una debe quedar en la farmacia) para un mejor control y registro de su expendio. La Anmat dio vía libre a la importación y comercialización del fármaco luego de revisar la autorización de la Food and Drug Administration (FDA) para su venta en el mercado norteamericano. Y tuvo en cuenta el informe de esa oficina sobre la muerte de 16 hombres después de haber ingerido la pastilla. Según la FDA, Viagra es seguro y no fue la causa directa de las muertes: en su mayoría las mismas se produjeron por tomarla juntamente con medicamentos para enfermedades cardíacas. En realidad, las muertes reportadas a la FDA que podrían estar vinculadas al fármaco suman 30, pero todavía no se ha determinado si respondieron o no a un mal uso del medicamento. También se notificaron decesos de consumidores de la píldora en Israel y Brasil y se sospecha que el dictador de Nigeria, Sani Abacha, pudo haber fallecido como consecuencia de complicaciones cardíacas ocasionadas tras la ingestión de Viagra.
A GRAN BRETAÑA LE PREOCUPA EL MERCADO NEGRO The Guardian Por Sarah Hall desde Londres El Departamento de Salud británico anunció que sus agentes tomarán medidas contra el floreciente mercado negro de Viagra, la droga para la impotencia. La recién formada Unidad Especial de Investigaciones identificará a los traficantes de la droga, que aún no ha sido autorizada en Gran Bretaña y sólo puede ser prescripta en casos particulares, en los que el médico a cargo debe asumir una responsabilidad personal por cualquier efecto secundario. La unidad tendrá poder para capturar la droga e iniciar acciones contra los traficantes. Los dealers llegan a hacer hasta 20 libras (unos 33 dólares) por pastilla en el mercado negro. De ser capturados enfrentarían hasta dos años de cárcel y una multa sin límite máximo. La creación de la unidad especial se produjo tras más de una docena de informes de venta ilegal de Viagra. La droga, que está a la venta en Estados Unidos desde marzo, pero no tiene aún licencia en la Unión Europea, ha sido publicitada en periódicos locales y en Internet. Un aviso típico dice: "¿Problemas de impotencia? Viagra" y presenta un número de teléfono. En Internet aparece una breve lista de cuestiones médicas, seguida por los precios --400 libras (660 dólares) por 20 píldoras-- e instrucciones para compras con tarjeta de crédito.
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