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FUERTE PERDIDA DE LOS TRABAJADORES QUE APORTAN A LAS AFJP
Afiliado que puso 100, tiene hoy 88

Por las abultadas comisiones de las Administradoras, tras casi cuatro años de régimen previsional privado los asociados ni siquiera tienen lo mismo que aportaron. ¿Mejor que el reparto?

Con la crisis bursátil, todo puede resultar todavía peor.
La capitalización somete al trabajador al vaivén del mercado.

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t.gif (67 bytes)  Como se temía, el nuevo régimen previsional privatizado está resultando un buen negocio para todos, menos para los trabajadores. A éstos, por el momento, el sistema de capitalización, publicitado como muy superior al de reparto, sólo los descapitalizó. Los que están desde la primera hora, pese a la altísima rentabilidad de la que pudieron jactarse las AFJP hasta hace poco, ni siquiera tienen en sus cuentas lo que pusieron.

Así, un empleado que gane 800 pesos mensuales, que es el ingreso promedio del sistema, y esté afiliado a una Administradora que cobre una comisión también promedio, entre agosto de 1994 y mayo de 1998 aportó 4440 pesos (incluyendo la contribución del 11 por ciento sobre el aguinaldo), pero en su cuenta individual sólo encontrará un saldo de 3906 pesos. Esto significa que, lejos de haber ganado con la renta que la AFJP logró invirtiendo su dinero, perdió un 12 por ciento. Este quebranto puede ser algo más suave si la Administradora en cuestión concede bonificaciones, ya que éstas no fueron incorporadas al cálculo. Pero a no alegrarse: gracias a la crisis asiática, que provocó y sigue provocando caídas en el valor de los activos financieros, en las cuentas de capitalización puede llegar a haber cada vez menos dinero, como proporción de lo aportado.

Hace apenas un año, la predicción de los especialistas indicaba que en agosto de 1998 los trabajadores conseguirían quedar a la par. Vale decir que el saldo que cada uno tendría en su cuenta sería igual a la suma de todos sus aportes desde 1994. No sería para alborozarse, pero tampoco tan dramático como no tener ni siquiera la contribuido. Pero un año atrás recién comenzaba la debacle asiática, que convertiría aquellos pronósticos razonables en vaticinios muy alegres. Ahora, con lapsos de rentabilidad bruta negativa, como ha sido junio (ver nota aparte) --no incluido en las cifras arriba expuestas--, el momento de quedar a mano se aleja indefinidamente.

Es desaconsejable, por razones de salud, que el trabajador que optó por la jubilación privada se plantee cómo le hubiese ido si, en lugar de entregarle a una AFJP el 11 por ciento de su ingreso de cada mes, hubiera puesto esa plata en un simple plazo fijo, o en el más conservador de los fondos de inversión. En tal caso, lo normal es que contase hoy con todo lo invertido, más un 22 por ciento. En relación al resultado de haberle confiado su dinero a una Administradora, poseería un 39 por ciento más, a pesar de que ésta efectuó inversiones que durante la mayor parte del tiempo fueron mucho más rentables que un plazo fijo.

La explicación de este decepcionante resultado radica en las comisiones que cobran las AFJP, reteniéndolas directamente del aporte. Como esos cargos equivalen en promedio a un 3,45 por ciento del salario, de cada 100 pesos aportados sólo aterrizan en la cuenta del afiliado 68,63. Dicho de otro modo: para que vayan 100 pesos a su cuenta individual, el trabajador debe poner 145,71. Esto muestra que el sistema, tal como funciona, es altamente ineficiente. Inexplicablemente, los afiliados son forzados a pagar con su aporte, que es obligatorio y no voluntario, los gastos de promoción y publicidad de las AFJP, en los que éstas incurren para capturar mayores porciones del negocio previsional.

Más allá de estas fallas estructurales, el régimen muestra ahora su peor cara. En épocas de crisis bursátil, el futuro jubilatorio de los trabajadores queda sometido a los impredecibles vaivenes de los mercados especulativos.

 

El Patricios ya es Mayo

El Banco Mayo anunció ayer que la apertura del ex Banco Patricios, prevista para esta semana, se concretará recién el próximo miércoles. Según el cronograma, los ahorristas con documentos terminados de 00 a 03 pondrán disponer de sus depósitos desde ese día. El resto le seguirá

a partir del viernes y durante las jornadas hábiles de las siguientes tres semanas. La decisión del Mayo se produce pese a existir un amparo judicial, impulsado por los tenedores de ON. También ha sido conflictivo el traspaso de los empleados. De los 760 que sumaban, unos 310 se acogieron al retiro voluntario y 360 fueron reincorporados, pero el resto pendía de un hilo. Ayer el delegado gremial Eduardo Martínez denunció que 88 trabajadores, incluyendo la comisión interna y empleados discapacitados, fueron despedidos.

 


 

LAS AFJP OBTUVIERON UNA RENTA DE APENAS EL 1% ANUAL
Doce meses son casi nada

Por Claudio Zlotnik

t.gif (862 bytes) Las AFJP festejarán su cuarto aniversario de la peor manera. En junio, la rentabilidad anual promedio del sistema fue de apenas el 1,04 por ciento, la marca más baja desde que comenzó el régimen de jubilación privada. En esos doce meses el rendimiento de un plazo fijo en dólares fue del 6 por ciento. Ese deterioro en el capital de los futuros jubilados tuvo su origen en la debacle de los activos de riesgo que precipitó la crisis asiática.

Tan malo resultó el desempeño de las AFJP que cinco de ellas dieron pérdidas durante el mes pasado: Profesión, Generar, Claridad (-1,6 por ciento anual), Futura (-0,2) y Unidos (-0,5). Incluso, las tres primeras deberán aportar dinero de su propio patrimonio ya que se ubicaron por debajo de la rentabilidad mínima promedio del sistema, que en junio quedó con un signo negativo del 0,96 por ciento. De esta manera, compensarán a sus afiliados, quienes no pueden percibir menos que la rentabilidad mínima promedio. Entre las que encabezaron el ranking de junio figuran las AFJP Nación (+2,9 por ciento); Arauca Bit (+2,3); Orígenes (+1,9); San José (+1,7) y Prorenta (+1,7).

Para amortiguar la tempestad financiera, las administradoras fueron saliendo de aquellas inversiones más riesgosas, como las acciones, y transfiriendo fondos a opciones conservadores, como los plazos fijos. Desde que temblaron las economías del sudeste asiático, la cartera de las AFJP en plazos fijos creció del 17,8 al 23,8 por ciento. Por el contrario, la de acciones bajó del 23,5 al 20,0 por ciento. En títulos públicos también se notó una retracción, del 44,5 al 42,0 por ciento.

"Medir el corto plazo en este negocio carece de sentido. Hay que pensar en los 30 años de vida útil del trabajador hasta que se jubila. Y en todos estos años la rentabilidad de las administradoras serán más que satisfactorias", opinó ante este diario Marcelo Otermin, de Prorenta. Sin embargo, Santiago Urbiztondo, economista de FIEL, puso en alerta al sistema. "Si la crisis financiera sigue un año más, deberíamos esperar que haya un masivo traspaso de afiliados hacia la AFJP del Banco Nación, que es la única que garantiza una rentabilidad mínima en torno al 4 por ciento anual".

Quienes más se perjudicarán por la presente caída serán aquellos que se jubilen de aquí a fin de año. Se calcula que en esta situación estarían entre 2000 y 3000 personas. Mientras tanto, las compañías dejaron de publicitar sus niveles de rentabilidad para ganar clientes. Esa estrategia sirvió hasta fines del año pasado. Lejos quedó agosto de 1997, cuando mostraron la rentabilidad récord del 28,8 por ciento.

 


 

Todas las fichas a las finanzas

t.gif (862 bytes) El grupo Werthein hizo su primera jugada a mediados de abril. Fusionó los bancos Caja de Ahorro y Mercantil. Ahora realizó la segunda: se quedó con el control del holding Caja de Ahorro y Seguro. Para obtenerlo desembolsó 140 millones de pesos por el 25 por ciento del paquete accionario que poseía la aseguradora estadounidense Leucadia National Corporation.

De esta manera, la familia Werthein elevó su participación en La Caja del 30 al 55 por ciento. En tanto, Leucadia se queda con sólo el 5 por ciento. "Al obtener el control de la Caja, se busca consolidar la presencia del grupo en el sector donde se decidió tender un puente entre las operaciones del mercado asegurador y bancario", explicó el director del Banco Mercantil, Horacio Bauer, a Página/12.

La movida de los Werthein fue facilitada por el paso al costado del grupo Leucadia quienes, según aclaró Bauer, están embarcados en una nueva estrategia que ya no incluye el negocio asegurador. "Teníamos el derecho de preferencia", detalló. El directivo confirmó que el acuerdo fue cerrado contra un pago en efectivo de 100 millones de pesos, que saldrá de fondos propios, mientras que los 40 millones restantes serán financiados a dos años.

Este avance sobre el conglomerado de la Caja por parte de los Werthein no sería el último. "Consideramos que este es un buen negocio que da para invertir", destacó Bauer. Ahora esperan comprar el 30 por ciento en manos del Estado.

El grupo Werthein, además, tiene intereses en el negocio agropecuario, explotando más de 100 mil hectáreas. El grupo está posicionando sus negocios en el mercado financiero. La fusión de La Caja y el Mercantil, que recibió la luz verde del Banco Central a comienzos del mes pasado, ubicará a la nueva entidad entre las 25 más grandes del sistema, con un patrimonio de casi 1150 millones de pesos. Esa misma estrategia explica su reciente venta al fondo de inversión estadounidense Hicks, Muse, Tate & Furst, del 20 por ciento que tenían en CEI.

 

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