|
EL CONGRESO DEL SIDA DESNUDO
EL AVANCE DEL VIH Si el clima del Congreso de Sida de Vancouver, hace dos años, pudo graficarse con una sonrisa esperanzada, el del Congreso de Ginebra se expresa con un gesto grave y reflexivo. El encuentro que termina hoy dejó en claro que en los países pobres, el 90 por ciento de los afectados no tiene acceso a los cócteles de drogas que se habían lanzado en Vancouver; que la cantidad de chicos huérfanos crece cada año. En el Congreso se pidió el aporte de los países desarrollados para planes de prevención. El sida dejó huérfanos a 1,6 millón de niños en 1997, otro millón está infectado con VIH y se prevé que estas cifras aumentarán. En el este de Africa, cuatro de cada 10 chicos habrán perdido a uno de los padres a los 15 años. "Chicos de 8 años cuidan después de la muerte de los padres a sus hermanos menores", dijo Charles Thumi, trabajador social de Kenya. En el Congreso se llamó a que el mundo desarrollado ayude a frenar la propagación del virus. Stephen Morin, de la Universidad de California, calculó que un programa preventivo de 2600 millones de dólares --el 1 por ciento del Presupuesto de Defensa estadounidense-- podría bajar a la mitad las infecciones por VIH en los países en desarrollo, con medidas de bajo costo como la provisión de preservativos y jeringas descartables. El Congreso mostró avances en los programas para reducir la transmisión madre-hijo: las mujeres que se trataron con AZT y tuvieron su hijo por cesárea disminuyeron la transmisión del virus a sólo el 1 por ciento; las que recibieron AZT y tuvieron parto vaginal, la redujeron al 7 por ciento. Sin AZT ni cesárea, la transmisión llega al 25 por ciento. Según un estudio del programa de la Unión Europea para países en desarrollo, 4000 mujeres de once países manifestaron su disposición a usar microbicidas de uso vaginal para protegerse del VIH y otras infecciones; las empresas farmacéuticas han desestimado la investigación en esta área. En el Congreso se presentó también un primer ensayo de tratamiento basado en terapia génica: a 30 personas infectadas que tienen hermanos gemelos sanos se les trasplantó células inmunitarias de éstos, a las que previamente, por manipulación genética, se las preparó para reconocer mejor al VIH. El investigador estadounidense Robert Gallo presentó datos sobre sustancias llamadas "quemoquinas", presentes naturalmente en el organismo de algunas personas, que bloquean el ingreso del VIH a las células: hemofílicos que, habiendo sido transfundidos con sangre contaminada, no se infectaron, tenían esta sustancia en proporción 2,5 veces mayor que los infectados.
|