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Por Mariana Carbajal Se largó la competencia para ganar impotentes. Ayer el laboratorio Roemmers consiguió el permiso oficial para comercializar su versión de la famosa droga para tratar la disfunción eréctil y según pudo saber Página/12 el producto estará disponible en el mercado en los próximos días, posiblemente a un precio inferior al de Pfizer y Bagó, que en los dos últimos días comenzó a distribuirse en las farmacias de todo el país. De acuerdo con el cálculo de Pfizer, alrededor de 400.000 argentinos con problemas de erección comprarían el medicamento --cualquiera sea la marca que elijan-- en los próximos doce meses. En la farmacia Colón, de Barrio Norte, una de las más importantes de la ciudad de Buenos Aires, se vendieron 15 frascos en las primeras 48 horas. Pero fue una excepción. Ayer los boticarios continuaron expectantes esperando a los potenciales compradores. En su segundo día en el país, el Viagra generó más preguntas que pedidos. "Estimamos que la semana que viene empezará a venderse mejor", confió Juan Hasenauer, de la Farmacia Nueva San Nicolás, en Santa Fe y Talcahuano. "El jueves se reservaron dos frascos por teléfono pero todavía no los buscaron. Vinieron muchos a preguntar cómo es el producto, si es bueno, si causa algún perjuicio. Pero preguntan a escondidas, como avergonzados. Me llevan a un costado del mostrador y me hablan al oído. A todos les pareció caro. Pero da la impresión de que están jugados a entregar todo, como si tuvieran que comprar algo de vida o muerte", contó Juan Carlos Cóppola, empleado de la farmacia Maril, en Cabildo al 2433. "Entre 10 y 12 hombres vinieron para saber si tenía alguna contraindicación especial pero ninguno lo compró", señaló Carlos Casco, de Farmacia Once. "Quieren saber si realmente es efectivo", indicó Juana Roel, de la farmacia Garden, en Córdoba 2932. Los que compraron sus frascos en la farmacia Colón prefirieron pasar inadvertidos entre la numerosa clientela del local. En ningún momento mencionaron el nombre del fármaco. Simplemente exhibieron la receta, esperaron el paquete y salieron raudamente del lugar, según describió Ramón, uno de los empleados del comercio. En los próximos días Roemmers lanzará su versión de la droga. El titular de la Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica (Anmat), Pablo Bazereque, firmó ayer la resolución que autoriza a ese laboratorio a comercializar la píldora, cuyo principio activo es el sildenafil. Roemmers fabricará el fármaco en su planta del barrio de Mataderos. "Estará disponible en unos días en las farmacias", dijo a este diario Adalberto Pablo Gay, gerente de Relaciones Institucionales de Roemmers, sin dar mayores precisiones. "No queremos dar más detalles sobre el producto para no favorecer la automedicación", quiso diferenciarse Gay de los voceros de los otros dos laboratorios que presentaron la droga a los medios con abundante material de prensa, para salvar la prohibición de promoción que rige para los medicamentos de venta bajo receta archivada como éste. Sin embargo, trascendió que el producto de Roemmers llevará el nombre de fantasía Vimax y podría costar algunos pesos menos que el Sildefil de Pfizer y el Lumix de Bagó, cuyo precio oscila entre 10 y 13 pesos por unidad, según se trate de dosis de 25, 50 o 100 miligramos. Ayer comenzó a llegar a las farmacias el Lumix y continuó la distribución del Sildefil. Tanto Bagó como Pfizer entregaron cada uno 70.000 unidades de la droga a las distribuidoras. "Estimamos que la semana próxima estaremos haciendo una reposición importante", se esperanzó Miguel Davico, responsable de Marketing de Pfizer. Teniendo en cuenta un cálculo de unos 2 millones de hombres con algún problema de erección, el laboratorio que lanzó el Viagra en los EE.UU. estima que alrededor de 400.000 pacientes probarán alguna de las versiones del medicamento en su primer año en el país.
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