Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira

 


Contacto en Francia


Los sonidos del partido

Desde Marsella

* "Sentimos el esfuerzo físico de haber jugado con Inglaterra y en alargue. Cuando parecía que el partido estaba para Argentina, hubo una jugada desafortunada en el área de ellos y después nos ganaron con un pelotazo sobre la hora." (Daniel Passarella).

* * *

* "Nosotros dominamos a Argentina porque ocupamos todas las posiciones en el campo de juego. No creo que un equipo que tiene a jugadores como Batistuta, Ortega, López o Verón sea un conjunto defensivo." (Guus Hiddink).

* * *

* "No tenemos nada que reprocharnos. El equipo jugó como pudo y lo único que nos da bronca es que nos hayan hecho el gol sobre el final porque no nos dejó tiempo de ir a buscar la revancha." (Carlos Roa).

* * *

* "Cuando tuvo un jugador de más, Argentina tuvo miedo y no supo ganar el partido. Holanda siempre fue superior porque jugó mejor al fútbol." (Patrick Kluivert).

* * *

* "No, no hay autocrítica... Por lo menos éste no es el momento de hacerla. Después veremos, pero la verdad es que el resultado está puesto y no se puede cambiar nada." (Claudio López).

* * * *

"Creo que Argentina esperó mucho. Yo no diría que fueron defensivos sino que supieron cómo agredirnos y sobre todo en ese tiempo en que tuvieron un jugador de más." (Michael Reiziger).

* * *

* "Nosotros dimos todos y perdimos. No es hora de hacer un replanteo, mejor hagan ustedes un replanteo. Nosotros no tuvimos miedo de Holanda pero con las condiciones físicas que teníamos y el calor no estaba como para ir a apretar más adelante." (Juan Sebastián Verón).

* * *

* "Un momento antes del gol estaba esperando el final para recuperarme y poder jugar el alargue porque ya estaba muy cansado. Para mí fue una gran alegría hacer este gol que tal vez reivindique a Inglaterra. He tenido un año fabuloso, primero campeón con el Arsenal y ahora este gol para Holanda que nos pone en las semifinales." (Denis Bergkamp).


 

 

Francia. "No podemos parar ahora. A esta altura, las semifinales no son suficientes para nosotros". El técnico Aimé Jacquet está convencido de que su equipo se clasificará para la final del mundo tras derrotar a Italia por tiros desde el punto del penal. La única preocupación del entrenador es la fatiga que arrastran sus jugadores después de los dos suplementarios ante Paraguay e Italia. "Los futbolistas están algo cansados aunque tenemos cinco días para recuperarnos", señaló Jacquet, quien desestimó que a su conjunto le falte poder ofensivo: "no creo que nos falten buenos delanteros, sólo les ha faltado un poco de suerte". Para solucionar ese inconveniente, Jacquet ya podrá contar con Christophe Dugarry, quien ya se recuperó de un desgarro.

 

 

Brasil. Tras los dos goles que le marcó a Dinamarca y que le significaron al equipo de Mario Zagallo el pasaje a las semifinales, Rivaldo minimizó ayer los elogios que recibió por parte de la prensa. "No creo que haya sido la estrella del partido. Siempre se resalta a los jugadores que marcan, pero simplemente he sabido aprovechar los espacios. Lo importante es que avanzamos a una nueva ronda y que estamos en condiciones de conseguir el pentacampeonato", dijo el volante del Barcelona. En tanto, Bebeto, el autor del otro tanto ante los daneses y quien no cuenta con el respaldo de los hinchas, declaró que "ésta selección, es en mi opinión, la mejor que ha existido jamás".

 

 

Italia. La eliminación por tiros desde el punto del penal del conjunto de Cesare Maldini desató una ola de críticas al entrenador por parte de la prensa italiana. "Maldini es un cabeza dura y todavía repite que no hubo ningún error", destaca "Il Messaggero" de Roma, mientras que el "Corriere dello Sport" señala que "fue un final amargo de un equipo horrible que no tuvo suerte, pero tampoco demostró calidad". Para "La Gazzetta dello Sport" cree que "es justo reconocer que Francia mereció la clasificación porque tuvo a Italia entre las cuerdas, en un partido demasiado a la defensiva de los azzurri". Por su parte, Cesare Maldini se defendió comentando que "después de la derrota es fácil hacer procesos, pero yo digo que estar entre los ocho mejores fue un buen resultado".

 

 

Reconocimiento. La FIFA felicitó públicamente al francés Emmanuel Petit "por su gesto deportivo de tirar la pelota afuera del campo en los últimos minutos del partido contra Italia, al ver que un jugador italiano estaba lastimado", según explicó el vocero Keith Cooper. Petit será propuesto para recibir el premio Juego Limpio que concede la FIFA todos los años para resaltar los comportamientos más deportivos a lo largo de la temporada.

 

 

Detenidos. La policía alemana detuvo ayer a 19 conocidos Skinheads cuando intentaban cruzar la frontera hacia Francia para presenciar el partido de su selección ante Croacia. Las autoridades alemanas habían aumentado las medidas de seguridad y de control para evitar que los hinchas violentos pudieran llegar a Lyon, donde ayer cayeron frente a los croatas.



L'amour foot


El cupo

 

Por J.S.
desde Marsella


t.gif (862 bytes)
Un hincha holandés --uno entre muchos-- se pasea, junto a tantos disfrazados ingeniosos, con el gorro más original: uno que imita la forma de un pedazo de queso. Y el del queso grita haciendo el coro de la marcha triunfal de Aída con un montón de naranjas más. Son tantos... Antes del partido el cronista creyó descubrir dónde tenían el hormiguero estas hormiguitas naranjas. Pero debe haber varios, piensa, con el dos a uno todavía sin digerir y una tristeza ilevantable. Además, el naranja es un color que satura rápido: llena, empalaga. No es demasiado soportable en altas dosis, y menos con ruido incorporado. El de cabeza de queso no es el que más grita del grupo coral que salta y no para de celebrar en la explanada, a la salida del Velodrome. No es el que más grita, sin duda. Es imposible saber cuál grita más pero --el cronista se sorprende con ese pensamiento-- hay uno, tiene que haberlo, que sea el que más grita, el de más alto volumen. Uno y sólo uno entre todos. Sin embargo, entre esos todos hay muchos parecidos. Los holandeses en general son parecidos, piensa el cronista con un poco de vergüenza de sus consideraciones ancladas en un alevoso y caliente resentimiento. Parecen clonados.

Cuando se instala en la sala de prensa para sacarse de encima o de adentro lo que le quedó atravesado en la cancha, de puro masoquista el cronista se detiene por un rato a ver la repetición del partido recién agonizado. La cámara se pasea por los rostros de los naranjas, firmes bajo la lluvia de la melodía de su himno, y descubre algo en lo que ni siquiera había reparado antes: la hinchada holandesa no tiene negros pero el equipo sí. Incluso sin el maestro Seedorf, sin Bogarde, sin Winter en la cancha, hay un porcentaje alto (Reiziger, Davids, Kluivert, de salida) entre gente de Surinam y nativos europeos. Y el cronista lo comenta, casi para aflojar el hielo que lo rodea.

--Fijate: es como si tuvieran un cupo...-- murmura Carranza a su lado, secándose todavía una lágrima furtiva por Orteguita--. Debe estar en tres grones, no más. Cuando va a entrar uno, sacan a otro. Habría que ver la estadística.

Pero nadie lo hace, claro. En el fondo son pretextos para zafar de la tensión del momento. El cronista se concentra en la pantalla que vuelve ahora sobre los naranjas en fila. Y hace otro descubrimiento; bah, una ampliación de algo que ha intuido en la calle. Los clones. Si hay un cupo de negrazos, hay otro de clones en la selección de Hiddink. De Boer I y II, Cocu, Bergkamp y Overmars parecen réplicas del novio de Barbie; sobre cuerpos más petisos o más altos han atornillado las mismas cabezas con levísimas variantes de rubio pero los mismos ojos claros, la mandíbula dibujada y la naricita de manual. Y hay alguno más en el banco.

--Tres negros y cuatro clones son los cupos-- calcula en voz alta--. El resto son las variantes libres.

Y siente que lo del laboratorio de Ajax, lo de las escuelas de fútbol tan avanzadas podría tener una zona oscura, un lugar perverso. Será cuestión de empezar a buscar maneras, pretextos para paliar la amargura.

--El cupo argentino era peor; era al talento: Ortega o Gallardo, sólo uno-- dice Carranza y le pincha el globo.

PRINCIPAL