EL NUEVO NUREMBERG |
Al abrirse ayer en la ciudad holandesa de La Haya el proceso al serbiobosnio Milan Kovacevic, se formuló por primera vez ante jueces internacionales el cargo de genocidio desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. El Tribunal Penal Internacional (TPI) para la ex Yugoslavia es el único heredero de los de Nuremberg y Tokio que juzgaron en 1945 a los criminales de guerra de la Alemania nazi y del Japón Imperial. Pero para la tipificación del delito, el TPI puede remitirse ahora a la penalización del genocidio establecida por la Asamblea Plenaria de las Naciones Unidas en 1948. Página/12 consultó a dos especialistas argentinos, Emilio Mignone y Julio Strassera, sobre el juicio histórico que comenzó ayer (ver recuadro). Kovacevic es el primero de los acusados por Tribunal Penal para la ex Yugoslavia que comparece para responder por genocidio, el crimen más grave que contempla la corte. "Acción cometida con la intención de destruir en parte o por completo un grupo nacional, étnico, racial o religioso" es la definición del delito para el TPI. La fiscalía considera a Kovacevic responsable de haber orquestado cuidadosa y sanguinariamente la limpieza étnica de decenas de miles de musulmanes y croatas al noroeste de Bosnia. Con estas acusaciones Kovacevic se enfrenta a la condena máxima de cadena perpetua. Flanqueado por dos guardias de Naciones Unidas, Kovacevic se levantó cuando Richard May, el presidente de la sala del tribunal, lo requirió y respondió escuetamente sobre su culpabilidad cargo tras cargo: "Inocente, señoría". Según la acusación que Hollis leyó ayer pausadamente en la sala, Kovacevic era el segundo de a bordo de una junta especialmente creada 1992 en la localidad de Prijedor, después de que la ocuparan los serbios, encargada de garantizar la creación de un Estado étnicamente puro. Los fiscales han llegado a la conclusión de que los dirigentes serbios llevaron a la práctica sus objetivos asesinando o deportando o encerrando a cuantos musulmanes y croatas encontraban a su paso. Hollis asegura que la Junta de la que Kovacevic era vicepresidente tenía también entre sus funciones la de crear y controlar los tres campos de concentración de la zona, entre ellos el famoso de Omarska, cuyas imágenes con prisioneros que recordaban al holocausto nazi durante la II Guerra Mundial dieron la vuelta al mundo y revelaron la brutalidad de lo que estaba pasando. En los otros dos campos de Keraterm y Trnopolje civiles no serbios fueron detenidos, torturados, golpeados y asesinados. La acusación califica de "brutales" las condiciones de vida en esos campos y afirma que los prisioneros eran torturados o asesinados. En juicios anteriores ha quedado probado ante el tribunal que las tropas serbias practicaban la violación como método, que creían eficaz, para la purificación de la raza. Testigos en casos anteriores han contado cómo los soldados tras violarlas les prometían "ahora tendrás un hijo serbio". Kovacevic fue detenido sorpresivamente en julio pasado en una espectacular acción de las tropas de Naciones Unidas que costó la vida a Simo Drljaca, también acusado por el tribunal. El tribunal mantiene en secreto la lista de acusados para evitar que puedan huir o se escondan. La fiscal, que calificó a Kovacevic de "devoto ultranacionalista", adelantó que llamará a declarar unos 60 testigos. Por su parte, el abogado defensor de Kovacevic, Dusan Vucicevic, mantuvo que su defendido no había tenido ningún cargo de responsabilidad y aseguró que nadie iba a poder demostrar que fuera responsable de la limpieza. Vucicevic, que llamará a declarar a 35 testigos, ha calculado que el juicio se prolongará hasta fines de año. Opiniones en la Argentina
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