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Por Horacio Verbitsky El animador Mauricio Goldfard se retractó de las afirmaciones injuriosas y calumniosas vertidas en un programa de televisión que conducía con el seudónimo de "Mauro Viale" como parte de la campaña sucia contra el Frepaso. El programa se transmitió por el canal del gobierno, ATC, en setiembre de 1994 pocos días después del anuncio de la fórmula presidencial a dirimir entre José Octavio Bordón y Chacho Alvarez. "Mauro Viale" escenificó entonces una teatralización en la que la periodista Lila Pastoriza, quien durante la dictadura militar estuvo secuestrada en la Escuela de Mecánica de la Armada, era presentada como delatora de sus compañeros de militancia. También se afirmó que era ñoqui en el Concejo Deliberante. Pastoriza, quien estaba casada en aquel momento con el dirigente del Frepaso Eduardo Jozami, querelló a Goldfard por calumnias e injurias. El juez Eduardo Etcharrán lo conminó a hacer pública su retractación en el programa "Impacto a las siete". Goldfard leyó la retractación con cara de odio en la emisión del lunes. Una causa similar fue iniciada por Pastoriza contra Gerardo Sofovich y Luis Beldi. Goldfard siguió el mismo camino que el ex concejal justicialista Juan Carlos Suardi, quien ya se había retractado "en forma pública, amplia y categórica" ante otra querella de Pastoriza. Pero en esa causa, aunque consideró retractado a Suardi la jueza María Susana Nocetti de Angelerino le ordenó que lo hiciera público, ya que la ofensa no se propagó en la prensa escrita sino en un programa radial (sic). Para aquel fallo, debe entenderse por prensa sólo "la palabra escrita o impresa publicada por un editor". Los agravios también habían circulado en un despacho de la agencia gubernativa Telam pero según la jueza no se probó que los hubiera reproducido ningún diario o revista. Pastoriza apeló a la Cámara del Crimen. "¿Puede aceptarse que en esta era mediática cualquier ciudadana sea difamada a través de medios que llegan a audiencias multitudinarias y no tenga derecho a la más elemental reparación, cual es que esos mismos públicos conozcan la retractación de quien profirió los agravios? ¿Quiere decir esto que cualquiera podría usar la tele o la radio para enlodar a alguien, imputarle delitos o conductas deshonrosas sin el menor problema, siempre que tenga la precaución de retractarse a último momento?", preguntó. Además de "Mauro Viale", Pastoriza querelló por las mismas ofensas a otros agentes de la propaganda oficial, Gerardo Sofovich y Luis Beldi. Los tres fueron defendidos por el ex juez Oscar Salvi, cuya estrategia consistió en estirar los plazos y evitar la presentación de los querellados. Luego de la audiencia de conciliación, Sofovich y Beldi opusieron un recurso de nulidad aduciendo que la imputación no estaba clara. Goldfard faltó durante dos años a las audiencias de conciliación aduciendo que coincidían con sus horarios de trabajo. El tribunal lo autorizó a designar un apoderado para ese trámite, pero pidió nueva postergación, hasta que Etcharrán consideró que debía considerarse la audiencia realizada sin que el querellado asistiera y dispuso abrir el período de ofrecimiento de prueba. Cada audiencia citada a la que "Mauro Viale" no concurrió, Pastoriza debió llevar al juzgado un televisor y una videocasetera, para reproducir el cuerpo del delito. "Me acusaron de traicionar a mis compañeros, de delatarlos, de cambiar mi vida por la de ellos, me hicieron representar por una actriz que marcaba gente por la calle. Sofovich y sus amigos se mataban de risa acusándome de dedo. ¿Puede la Justicia reparar semejante canallada? Aunque el daño ya esté hecho, uno supone que, a menos parcialmente, una sentencia justa mitiga la herida. No es esto lo que hasta ahora ha sucedido. No me interesa que alguien termine preso. Suardi se retractó, lo cual confirma la falsedad de sus acusaciones. Sólo pretendo que esa retractación sea lo más creíble, seria y pública posible", dijo la periodista, que se propone iniciar acciones civiles contra "Mauro Viale".
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