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La India se puso buena y ya no necesita la bomba

Las sanciones a la India produjeron su primer efecto: el gobierno está dispuesto a firmar el Tratado contra las pruebas nucleares.

Activistas antinucleares en Nueva Delhi.
Hasta el momento, son solamente una minoría.

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Por Suzanne Goldenberg y Ian Black  desde Nueva Delhi y Londres

t.gif (67 bytes) India está dando señales de una nueva disposición para firmar el Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares, pero está exigiendo un fin a las sanciones y a los embargos sobre la transferencia de tecnología nuclear. La indicación de los altos funcionarios gubernamentales que Nueva Delhi podría contemplar aún la firma del tratado --al que acusa de entronizar el "apartheid nuclear"-- es el primer mensaje positivo desde mayo, cuando su cinco pruebas nucleares conmovieron al mundo. La señal llegó la víspera del encuentro entre el subsecretario de Estado norteamericano, Strobe Talbott, y un alto líder del Bharatiya Janata Party, Jaswant Singh. El BJP es el líder de la coalición gobernante nacionalista hindú de la India, y Singh es un confidente del primer ministro, Atal Bihari Vajpayee.

También hay indicaciones desde Pakistán en el sentido de que este país podría firmar el tratado sin esperar a la India, como aparente respuesta a las sanciones impuestas sobre Islamabad después de sus seis pruebas. Según se informa, Pakistán ha puesto su bomba en condiciones de operar militarmente, colocándola en un misil de largo alcance. India no lo ha hecho, aunque otra fuente importante sugiere que estuvo a punto de hacerlo. Los cinco estados "oficiales" con armas nucleares en el mundo --Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña-- habían esperado detener esa movida por parte de ambos países después de los ensayos. Pero ahora hay esperanzas de que la presión internacional esté empezando a lograr algo.

Sin embargo, mientras Nueva Delhi parece preparada a abandonar su implacable oposición al tratado, cree que puede pedir un alto precio por su asentimiento, argumentando que necesita convencer a la población, que en gran parte favorece las bombas nucleares. "Tenemos que invertir el consenso ... contra el Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares a favor de él", dijo un alto funcionario. "Tenemos que demostrar que existen algunos beneficios si firmamos." India ha sido reacia a reconocer el impacto de las sanciones. Pero los hombres de negocios y los inversores extranjeros han expresado sus temores, y la Bolsa de valores de Bombay y la rupia resultaron duramente golpeadas.

La voluntad de discutir el Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares no se extiende al Tratado de No Proliferación Nuclear, que según Nueva Delhi se tornó obsoleto con sus cinco ensayos explosivos. Sin embargo, los funcionarios de Nueva Delhi estarían dispuestos a convertir su moratoria sobre pruebas nucleares en un acuerdo vinculante y garantizar la no transferencia de su tecnología. Algunos expertos sostienen que el presidente Bill Clinton ha puesto tanto de su reputación en juego en los tratados de control de armas que Washington ya no disfruta de mucho poder sobre Nueva Delhi. Se supone que además del levantamiento de las sanciones, India tratará de lograr que suavicen las prohibiciones sobre la transferencia de tecnología nuclear con fines pacíficos.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

 

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