En medio de sus
festejos por el ascenso a la Primera División, obtenido el domingo pasado, Talleres de
Córdoba se dio ayer otro gusto al derrotar amistosamente por 3-1 a River Plate con una
muy buena producción futbolística en la segunda etapa y una estupenda actuación del
juvenil Daniel Albornoz, imposible de contener para un equipo visitante que pagó cara su
falta de fútbol. Andrés Cabrera, el ex riverplatense Ramón Medina Bello y el juvenil
Albornoz anotaron los goles de Talleres, mientras que el único tanto visitante fue
señalado por Juan Pablo Sorín, que junto a Santiago Solari pareció lo mejor en un River
de escaso nivel.Talleres fue el que prevaleció en el primer tramo
de un partido abierto, pero jugado por dos equipos atentos, concentrados y que dispusieron
más energías que lo que podría sugerir un simple amistoso. La dupla Daniel
Albornoz-Diego Garay, con elegante diálogo de pelota en pases cortos, fue la que impuso
la tónica del juego en los primeros minutos y arrimó peligro arriba con el desmarque de
José Zelaya. El primer tanto llegó a los 22 minutos con un gol de Cabrera por un tiro de
esquina de Albornoz. La alegría duró poco. Un minuto más tarde, Sorín empató para
River que mejoró con Aimar juntándose con Santiago Solari y con las subidas de Sorín
por el costado izquierdo. Pero en la segunda etapa, Talleres retomó la compostura
anterior y la iniciativa y a los tres minutos Zelaya volvió a ganar, esta vez al
aprovechar un quedo de Hernán Díaz para servir una pelota hacia las barbas de Bonano que
Ramón Medina Bello alcanzó a conectar para poner el 2-1. El chico Albornoz comenzó a
hamacarse de un lado a otro, a manejar a su equipo y a hacerse dueño de todos los
aplausos y del cartelito de figura del partido. Si algo le faltaba lo consiguió a los 23,
tras una falta contra Fernando Clementz que le costó la tarjeta amarilla a Marcelo
Escudero. El chico ejecutó el tiro libre de derecha como si calzara un guante, para
clavar el tercero al ángulo derecho de Bonano y poner a la visita al borde del nocaut,
con signos de impotencia de River y entradas a destiempo que denotaron falta de fútbol.
|