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Por Sergio Moreno y Fernando Almirón "Duhalde nos tocó el culo pero nos dio el pie. ¿El quiere consultar a la gente? Bueno, consultemos." La frase, dicha a Página/12 por uno de los principales operadores de la re-reelección del presidente Carlos Menem, sintetiza el sentimiento que despertó en su tropa la convocatoria antirreeleccionista efectuada anteayer por el gobernador Eduardo Duhalde, y que movió ayer a Alberto Kohan a pedir por la realización de un plebiscito nacional y al senador Jorge Yoma a comenzar la elaboración de un proyecto en ese mismo, claro que en diferente, dirección a la propuesta por el bonaerense. Pero la avanzada más fuerte contra Duhalde tiene forma de amenaza: ayer Carlos Corach, Eduardo Bauzá, el diputado César Arias y el asesor del Ministerio del Interior Juan Carlos Mazzón trazaron, en una reunión mantenida el hotel Alvear, la estrategia para acelerar los plazos para la realización del Congreso Nacional del PJ, del cual saldrá el llamado a la consulta nacional, no vinculante, a favor de los deseos reeleccionistas de Menem, y la convocatoria a la elección de autoridades partidarias, donde el Presidente encabezaría una fórmula para enfrentar al gobernador bonaerense. Duhalde declaró la guerra el jueves y ayer Menem levantó el guante. La movida final apunta a subordinar al gobernador a las disposiciones partidarias y, si no lo hace, forzar su salida del peronismo. Las dos consignas que el menemismo piensa introducir en el congreso (apoyo a la re-re y elección de autoridades) fueron, precisamente, las que Duhalde había pedido excluir de la discusión partidaria hace un mes, cuando, también en el hotel Alvear, había acordado con Bauzá, Corach y el diputado Alberto Pierri una tregua endeble que duró menos que la vida de una mariposa. La intención del menemismo de forzar la expulsión del PJ del ahora enemigo declarado fue entendida así por los principales operadores del Presidente de la Cámara de Diputados. "El menemismo va a tratar de imponer la re-reelección en el congreso pese a que el tema no está incluido en la convocatoria pactada por el Consejo Partidario." Esto, según los dirigentes pierristas, "puede terminar en un escándalo y en el retiro de los congresales de la provincia de Buenos Aires". "El (Duhalde, convocando al plebiscito) quemó las naves, pero nos llevó también a nosotros a un punto de no retorno", dijo otra de las espadas de la Casa Rosada a este diario. "Acá el problema es quién tiene la manija y nosotros no podemos mantener una conducción bicéfala a las puertas de un año electoral", ilustró la misma fuente para explicar la estrategia política del menemismo: tratar a Duhalde, a partir de ayer, como a un traidor (palabra cara al peronismo). "Después de la elección de autoridades --que los hombres del Presidente descuentan ganar--, vamos a legalizar la cuestión interna y a Duhalde le van a quedar dos alternativas: subordinarse o tomar el camino de Bordón, que se fue con la mujer y la hermana. Pero va a quedar claro de qué lado está el peronismo. Si se va (Duhalde), se va del peronismo", fue la especulación del funcionario. El secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, y el senador riojano Jorge Yoma intentaron ayer recuperar reflejos y respondieron a la propuesta del gobernador. Kohan, apenas llegado desde Catamarca, donde compartió las primeras horas de la mañana con el Presidente, propuso ampliar la consulta a nivel nacional. "Creo que es la mejor manera de conocer lo que piensa el pueblo", dijo ("a título personal, como simple ciudadano"), redoblando la jugada del gobernador. Jorge Yoma, en tanto, recorría ayer los despachos del Senado buscando firmas para presentar la semana próxima un proyecto de comunicación de la Cámara alta en la que se le pedirá a Menem la convocatoria a una consulta popular nacional para que la población se pronuncie sobre la re-reelección. El objetivo sería otorgarle al Gobierno un pedido concreto del Congreso que dé pie a la firma del decreto que habilitaría el plebiscito. Duhalde defendió ayer su propuesta en la ciudad de Mar del Plata, luego de que el secretario general de la CGT, Rodolfo Daer, apoyara la precandidatura presidencial del gobernador. Esto servirá, afirmó el bonaerense, "para que opine la gente. La gente --continuó-- escucha sobre este tema a los dirigentes y al periodismo, y creo que es el momento en que se la deje opinar, porque una nueva reforma de la Constitución no es un tema menor". El gobernador encontró en el plebiscito la herramienta que necesitaba para apurar los tiempos y definir la batalla que sostiene con Menem sobre el predominio del justicialismo, y la candidatura presidencial del '99. A Duhalde le quedaba poco margen de maniobra si quería mantener sus sueños presidenciales y especulaba con postergar el Congreso partidario anunciado para el 17 de este mes, después de la ruptura de la tregua pactada con Bauzá y Corach antes de la reunión del Consejo del PJ, hace casi dos meses. El menemismo definió ayer la estrategia para acabar con él en el próximo congreso partidario. Luego de un prolijo relevamiento en la provincia realizado por gente de la Jefatura de Gabinete, César Arias puso en tela de juicio el número de congresales habilitados a participar como representantes de Buenos Aires. Mientras que los duhaldistas dicen contar con 488 congresales, Arias cree que no son más que 288 los congresales con lo que podrá contar Duhalde a la hora de levantar la mano. Arias, como apoderado del PJ, se presentó ayer ante la jueza electoral María Romilda Servini de Cubría para que lleve a cabo una revisión y actualización de los padrones. La jueza le prometió una respuesta el miércoles, a más tardar. De esta manera no sería necesario postergar el encuentro justicialista. "Nadie puede pronosticar lo que puede llegar a pasar ese día", coinciden los dirigentes. En La Plata son conscientes de lo que significa la maniobra pergeñada por los hombres del Presidente: "Primero, nos quieren impugnar casi 200 congresales; después, quieren filtrar la reelección en el congreso y sacarnos de la conducción del partido. Están preparando todo para que se arme un gran quilombo: nos obligaría a levantarnos e irnos del congreso", confiaron dirigentes duhaldistas a este diario. "No creemos que esa consulta se llegue a concretar", aseguran los orteguistas, observando satisfechos desde el ring side el tenor de la guerra desatada.
JORGE OBEID CONTRA LA CONSULTA DE DUHALDE Por Pablo Feldman "En ningún momento pasó por mi cabeza ni por la de nadie del gobierno convocar a un plebiscito para saber si la gente quiere o no la reelección del presidente Menem", dijo el gobernador de Santa Fe, Jorge Obeid a Página/12 acerca de la posibilidad de una consulta popular como la convocada por su colega Eduardo Duhalde en provincia de Buenos Aires. "Son varios millones de dólares que sería mejor invertirlos en cosas más útiles para la gente", sostuvo el mandatario que completó su argumentación contraria a una consulta con razonamientos jurídicos: "La consulta además sería no-vinculante, con lo cual tiene menos sentido. En todo caso, si esto ofrece algún grado de discusión lo debe resolver la Corte Suprema de Justicia". Por su parte, el principal dirigente del peronismo santafesino, Carlos Reutemann evitó a la prensa para no pronunciarse acerca de la movida del gobernador Duhalde; sin embargo uno de sus principales colaboradores adelantó que "el Lole no está de acuerdo pero prefiere quedarse en el molde". El gobernador santafesino volvió a hacer equilibrio entre Menem y Duhalde al rechazar de plano la posibilidad de una consulta en Santa Fe, "como la que también se va a hacer en La Rioja". Obeid, que sostuvo que "no sé cuánta plata puede costar pero son varios millones de dólares", tomó distancia de su colega bonaerense y se mantuvo en la franja neutral que cada vez en más estrecha. La semana pasada, cuando arreciaron presentaciones judiciales y trascendió que podría haber una conjunta de mandatarios provinciales en favor de la re-reelección, Obeid reiteró que "mi candidato fue, es y será Carlos Reutemann". Por su parte, el senador nacional después de una semana de exposición antirreeleccionista se ha refugiado lejos de la prensa para evitar pronunciarse acerca de la movida de Duhalde. "Duhalde tiene una sola bala, si yerra en el disparo está listo", dijo el ex piloto de Fórmula Uno a un estrecho colaborador consultado por este diario: "El Lole no puede salir a bancar el plebiscito porque esto es una cosa casi personal entre Menem y Duhalde. Si le sale bien al 'Cabezón' cobra él, pero si le sale mal pierden todos menos Menem, incluido Reutemann". El razonamiento del operador reutemista suena lógico, a pesar de que la "neutralidad" de Reutemann no se podrá mantener indefinidamente. El contraataque de Duhalde al plebiscito riojano cambió el escenario político y "el choque de trenes" --como definió Reutemann la pelea Menem-Duhalde-- parece inevitable. "Hay que alejarse porque el impacto nos puede arrastrar a todos", dijo en aquella oportunidad el senador santafesino. Ahora, Reutemann está esperando que se aclare el panorama. "Al Lole no le queda solamente una bala --dijo su operador retomando la figura usada por su jefe--: él va a esperar lo que haga falta, porque por ahora es muy difícil imaginar lo que puede pasar; cualquiera sea el resultado, se tiene que quedar en el molde".
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