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POSIBLE PLEBISCITO EN LA CAPITAL
La Reina se prepara

El, desde el jueves, duhaldista presentará el proyecto de plebiscito. Los radicales tienen más voluntad de aceptarlo que los frepasistas. Para Beliz es una chicana.

Jorge Argüello alineó su bloque unipersonal detrás de Duhalde.
El lunes presenta su proyecto. "Apuesto a convencer a la Alianza."

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Por Santiago Rodríguez

t.gif (67 bytes) La discusión sobre la convocatoria a un plebiscito para que la sociedad se pronuncie a favor o en contra de la re-reelección de Carlos Menem ya está instalada en la Capital Federal, aunque en lo formal el debate comenzará el próximo lunes. Ese día el flamante diputado duhaldista porteño Jorge Argüello presentará en la Legislatura local un proyecto que propone la realización la consulta popular en el distrito. El éxito de la propuesta depende de la estrategia que fije la cúpula de la Alianza, sobre la cual el Frepaso y la UCR no lograron todavía ponerse de acuerdo: mientras los frepasistas rechazan la idea del plebiscito, los radicales no la descartan.

"Mi apuesta es convencer a la Alianza", admitió a Página/12 Argüello, que ayer mismo --tal como le pidió Eduardo Duhalde-- comenzó a tantear a los legisladores de la UCR y el Frepaso respecto de la convocatoria a la consulta popular. Pero Argüello no sólo intercambió opiniones con la jefa del bloque radical, Gabriela González Gass, y con el frepasista Aníbal Ibarra, sino también con el líder de Nueva Dirigencia, Gustavo Beliz. "Ni me lo propongas", lo frenó en broma el presidente de la bancada peronista, Guillermo Oliveri, cuando se acercó a hablarle del tema.

El saldo de esas reuniones no fue demasiado auspicioso para Argüello. "En la Alianza recibieron la inquietud y se comprometieron a hacer las consultas del caso, aunque no se los vio muy conformes. Se ve que prefieren los apagones o los cacerolazos", ironizó el ahora diputado duhaldista, antes de enfatizar que "Duhalde ha planteado la posición correcta". Explicó en ese sentido que "hay que llenar este debate de gente y un pronunciamiento contra la re-reelección aborta un posible fallo favorable de la Corte Suprema de Justicia, que es el verdadero peligro".

"Cuando Argüello presente el proyecto lo veremos", anticipó a este diario González Gass, aunque supeditó la posición del bloque radical "a la estrategia que se defina en el marco de la Alianza porque hoy (por ayer) el Grupo de los Cinco salió muy fuerte contra el plebiscito en Buenos Aires". Aclaró, de todos modos, que "no descartamos la idea si en última instancia resulta el único medio eficaz contra la re-reelección".

Ibarra, en cambio, señaló que un plebiscito sobre la re-reelección "sería como consultar a la gente si está de acuerdo o no con que se viole la Constitución. Al margen del resultado, no es una buena gimnasia para la República". Y en el plano político, apuntó que "no podemos quedar atrapados en una interna entre los dos candidatos peronistas, que pretenden disputar sus destinos personales en sus territorios".

El diputado frepasista Eduardo Jozami --presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, que es la que debe dictaminar sobre el tema-- aportó desde lo jurídico: "La Constitución porteña --precisó-- expresa que la Legislatura o el jefe de Gobierno pueden llamar a consulta popular no vinculante sólo para decisiones de su exclusiva competencia. Por lo tanto, consultar sobre la re-reelección es inconstitucional".

Beliz coincidió en plantear la "inconstitucionalidad" de la consulta en la Capital Federal, la cual objetó también en términos políticos. "Sería igual que en La Rioja, donde el resultado también está cantado. Suena casi a una chicana consultar a los porteños, que en un 85 por ciento se van a pronunciar contra la re-reelección", explicó. Pero sí manifestó interés por el plebiscito en Buenos Aires "porque ahí la cosa está más pareja y un resultado adverso para Menem puede ser un mazazo definitivo a sus aspiraciones".

"La consulta sobre la re-reelección es importante a nivel nacional y no en este distrito, donde hay temas más importantes para debatir", opinó Oliveri, quien también recordó el impedimento constitucional para realizarla.

 



Que ellos no se peleen pero que gane Duhalde

La Alianza recibió con alegría la jugada de Duhalde, aunque insiste en oponerse a que la interna del PJ se dirima afectando a las instituciones. Claro que si hay consulta quieren que gane el "No".

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Fernández Meijide y Chacho Alvarez critican la epidemia plebiscitaria.
Alvarez profetiza que el menemismo seguirá redoblando la apuesta.

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Rodolfo Terragno y Raúl Alfonsín sonríen gracias a Duhalde.
Terragno fue a la conferencia de prensa de la UCR y a la del Frepaso.

Por Sergio Vaudagnotto

t.gif (862 bytes) La convocatoria de Eduardo Duhalde a un plebiscito en la provincia de Buenos Aires llenó de oxígeno a la Alianza, aunque sus dirigentes no puedan reconocerlo abiertamente. Ahora, el panorama es un abanico de posibilidades, casi todas buenas, para ellos. Están habilitados para denunciar que "el peronismo intenta usar a la gente para resolver sus disputas internas", señalar "la distracción de fondos públicos para solucionar un problema que no atañe a la sociedad en su conjunto", exigir el cese de la "epidemia plebiscitaria que paraliza al país y se olvida de los problemas reales de la gente", como lo hicieron tras la reunión de ayer del Grupo de los Cinco. Pero, además, pueden soñar con una derrota de Carlos Menem, dentro de exactos 65 días, en el distrito electoral más importante del país. Si el gobernador bonaerense mantiene su decisión, no se abstendrán. Apoyarán el "No" a la reforma constitucional para la re-reelección. A mediodía de ayer, Carlos "Chacho" Alvarez lanzó una advertencia premonitoria: "El menemismo va a contestar con algo muy fuerte, porque en esta guerra (entre Menem y Duhalde) vale todo. Para que uno sobreviva, el otro tiene que desaparecer". Así fue: la respuesta del entorno presidencial comenzó a esbozarse por la tarde (ver página 3).

El G-5 exhortó a los gobiernos provinciales a desistir de la realización de plebiscitos "irregulares" y al Presidente a poner fin "a un proyecto personal que el país repudia y la Constitución prohíbe". Al mismo tiempo, resolvió poner en marcha una serie de consultas con la Iglesia, los empresarios del Grupo de los Ocho, las centrales sindicales y estudiantiles, los intelectuales, las entidades ligadas a la Justicia y las organizaciones sociales no gubernamentales, con el fin de constituir un Foro para la defensa de la Constitución. La semana próxima comenzarán las entrevistas, y entre las primeras se cuenta la que pretenden mantener con el Episcopado.

Alvarez y Graciela Fernández Meijide recibieron a las 10 a Fernando de la Rúa, Raúl Alfonsín y Rodolfo Terragno. La Casa del Frente, el escenario escogido, permanecía tomada desde las 9.30 por más de medio centenar de periodistas. Sorteando cables llegaron hasta la sala de reuniones, en el segundo piso, y Chacho ocupó la cabecera. Les llevó dos horas debatir y elaborar un documento, que fue repartido minutos antes de una conferencia de prensa que se realizó en dos turnos.

Bajo el título "Respetar la Constitución y evitar el caos", el comunicado de la jerarquía aliancista dice: "El desesperado intento del menemismo de forzar una candidatura que violaría la Constitución tiene hoy la peligrosa variante de consultas populares en dos provincias... La salvaje interna justicialista lleva a utilizar mecanismos que están previstos para otros fines... Si se sigue por este peligroso camino, descontamos que habrá un NO terminante, porque la gente reafirmará la defensa de la Ley que ha venido sosteniendo la Alianza... Alertamos sobre los riesgos de estos procedimientos irregulares, que crean conflictividad política, paralizan al país y provocan un irritante dispendio al servicio de la interna del partido oficial... Es necesario que quienes propiciamos el Estado de derecho nos reunamos en un foro de defensa de la Constitución".

Cuando De la Rúa, Alfonsín y Terragno bajaron al primer piso, los periodistas embistieron. Nada les interesaba tanto a los cronistas como saber qué haría la Alianza si Duhalde sigue en sus trece, es decir, si se realiza el plebiscito el 13 de setiembre. Dieron vueltas, repitieron lo dicho en el documento, hasta que Alfonsín se volvió contra la insistencia de un periodista. "¿Usted me escuchó hablar de abstención?", le preguntó. Y tras recibir por respuesta una negativa, volvió a preguntar: "¿Usted cree que yo voy a ir a votar por el `Sí` a la reelección?". No hizo falta mucho más para conocer la posición de la Alianza. No es bueno el plebiscito, pero, en caso de que se realice, la coalición apostará por el "No".

De la Rúa y Alfonsín se retiraron. Terragno no abandonó su silla y esperó que Meijide y Alvarez se sentaran a su lado. Los referentes del Frepaso recibieron las mismas preguntas y ofrecieron las mismas respuestas que los radicales. Terragno ratificaba, con gestos, las palabras de sus socios.

Los diputados Rafael Pascual y Rodolfo Rodil, quienes estuvieron junto a sus jefes en el segundo piso de la sede frepasista, dijeron por la tarde a este diario que durante la reunión no hubo discusión, porque todas eran coincidencias. Más allá del respiro que les dio la jugada de Duhalde, los Cinco intentarán poner el énfasis en su propio plan anti re-reelección, para no seguir a reparo de las tormentas justicialistas.

 

El cavallismo cabalga

El diputado Guillermo Francos, presidente de la Junta de Gobierno de Acción por la República de la provincia de Buenos Aires, emitió ayer un comunicado bajo el título "Mal la consulta, no a la reforma", en el que se criticó el plebiscito convocado por el gobernador Eduardo Duhalde y se anunció que su partido va a realizar una campaña activa contra la re--reelección. "El pueblo argentino ya se expidió a través de los convencionales constituyentes en 1994 poniéndole con toda claridad límites al mandato del actual presidente a una sola reelección y hasta diciembre de 1999". El partido advirtió que "rechazará cualquier intención del gobierno de hacer interpretar arbitrariamente la Constitución Nacional por parte de la Corte Suprema de Justicia" y añadió que "Acción por la República ha resuelto participar activamente sosteniendo con firmeza la posición del NO".

 


 

UN DEBATE ENTRE CIENTIFICOS SOCIALES
Democracia plebiscitaria: ¿sí o no?

t.gif (862 bytes) Desde que los menemistas empezaron a amagar con la realización de una consulta popular sobre la re-reelección, la precandidata presidencial del Frepaso, Graciela Fernández Meijide, expresó varias veces sus reparos con lo que llamó "democracia plebiscitaria" y hasta comparó esta metodología con la usada por Adolfo Hitler y Benito Mussolini. ¿La apelación a plebiscitos y consultas contradice la democracia o la enriquece? Los teóricos sociales no se ponen de acuerdo. Algunos piensan que las consultas o plebiscitos son un riesgo para el sistema y se aferran al axioma constitucional: el pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes. Otros opinan que no hay que tenerle miedo a lo que resuelva la gente. Todos coinciden en que la comparación con Hitler o Mussolini es, de todos modos, excesiva.

"La Constitución y las instituciones se nutren de una fuente social basada en el permanente juego de la opinión colectiva; éste es el drama nacional por excelencia", dice el sociólogo Horacio González. Para él "la Argentina vive un drama de poder" y, en este sentido, el miedo aliancista al referéndum es un "liberalismo superficial". Para González "el plebiscito es una de las llaves para pasar a otro momento histórico", aunque, aclara "no hay que usarlo para cualquier cosa". Este pensamiento se contradice con el de su colega Ricardo Sidicaro, para quien "el plebiscito constituye un peligro para la democracia porque supone que a cada momento se pueden inventar normas según estados de ánimos de la gente que en general son cambiantes y arbitrarios". Para Sidicaro el mecanismo de consulta popular distorsiona las opciones: "Nunca se puede decir por sí o por no lo que necesita un debate parlamentario". Por eso, estas votaciones "no implican mayor participación democrática", sino una "ficción" de la misma. González, en cambio, asegura que "en este caso, es una forma de salir de esta encerrona donde debaten políticos con los códigos en la mano y devolverle la discusión a la población".

Franco Castiglioni, director de la carrera de Ciencia Política, separa los mecanismos de democracia semidirecta, como el plebiscito y el referéndum, que "dinamizan la democracia" de la "democracia plebiscitaria", a la que considera un riesgo porque "anula el debate bajo la idea de 'decide la gente'". "Querer gobernar a golpe de plebiscito sin que el Congreso sea la institución donde se discuten los problemas es intentar apoyarse en una supuesta voluntad general para romper con las reglas de juego", afirma. Sidicaro acepta que, cuando los representantes se descalifican, se piense en mecanismos de consulta directos pero piensa que eso es un riesgo y que la solución está en "mejorar la calidad de los representantes".

Los científicos sociales consultados coinciden en que la alusión de Fernández Meijide a Hitler y Mussolini no es acertada. "Democracia plebiscitaria no es igual a totalitarismo", dice Sidicaro. "Son ejemplos para aterrorizar a las mentes tiernas y no considero que hayan sido democracias plebiscitarias", asegura González. El politólogo Eugenio Kvaternik aclara que el mecanismo del plebiscito está previsto en la Constitución actual que aprobó el Frepaso. Pero que, de cualquier manera, lo que ha convocado Duhalde es algo intermedio: "Es un poco más que el resultado de una encuesta y menos que un plebiscito".

 

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