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DOMINGO PELIGROSO POR UNA MARCHA PROTESTANTE EN UN BARRIO CATOLICO
Los hombres naranja montan su desafío

na23fo03.jpg (9259 bytes) La protesta de los protestantes confrontada muy de cerca por los soldados británicos.
Abajo, la policía antidisturbios enfrenta ataques de los lealistas durante la noche.

na23fo01.jpg (14515 bytes)erspectiva de las maniobras generales de la policía ante la iglesia de Drumcree.
Abajo, escaramuzas tácticas entre policías y manifestantes en la zona de crisis.


PAGINA/12 EN GRAN BRETAÑA
Por Marcelo Justo  desde Londres

t.gif (862 bytes) En julio de 1690, el rey protestante William of Orange derrotó al católico James II en la Batalla de Boyne, decidiendo la suerte de Irlanda. La conmemoración de esta fecha histórica 308 años más tarde está colocando a Irlanda del Norte al borde del abismo. Portadown, un distrito al sudoeste de Belfast, se halla sitiado por más de 20.000 miembros de la Orden de Orange, una organización político religiosa protestante fundada en honor al rey William, que pretende desfilar por una calle católica celebrando la victoria del siglo XVII a pesar de la prohibición de la Comisión de Desfiles, una organización independiente encargada de supervisar el tema. En el resto de la provincia se suceden las manifestaciones violentas de protestantes que apoyan el derecho de los orangistas a realizar estos desfiles por zonas habitadas por católicos. Los 18.000 soldados británicos en Irlanda del Norte y los miles de efectivos que forman la policía norirlandesa se encuentran en estado de alerta ante la posibilidad de una escalada que destruya el precario acuerdo de paz firmado el pasado 10 de abril por los principales líderes protestantes y católicos en un intento de poner fin a la ancestral tensión entre ambas comunidades.

El escenario de la batalla de Portadown es Carvaghy Road, una calle que se extiende durante dos kilómetros a la entrada del pueblo, antes de desembocar en los barrios de la mayoría protestante. En los hechos es un enclave católico: ningún protestante viviría allí, ningún católico se mudaría a otro barrio de Portadown. En la cima de la colina que rodea a la Carvaghy Road se halla la Iglesia de Drumcree y un campamento de miles de miembros de la Orden de Orange. Por el momento un fuerte despliegue policial, una barricada de acero, tres hileras de alambre de púa y una larga trinchera han mantenido a raya a los miembros de la Orden, vestidos en su mayoría con el pintoresco uniforme que los identifica: sombrero hongo, traje oscuro, faja naranja y púrpura en el pecho. Pero los tambores y flautas que caracterizan los desfiles de la Orden no han dejado de sonar y evocan cada vez más a un ancestral llamado a la guerra. Un importante miembro de la Orden indicó que si no los dejan desfilar "paralizarán el Ulster por completo". El gobierno británico sabe que no es una bravata. En 1974, la movilización conjunta de la Orden de Orange y los paramilitares lealistas derribó al gobierno de consenso que se había formado entre protestantes y católicos moderados.

En los últimos 12 días hubo un botón de muestra de la violencia callejera que pueden desatar los orangistas. La policía norirlandesa, que es en su mayoría (93 por ciento) protestante, confiscó unas 1700 bombas molotov y, según sus propias estadísticas, fue atacada en más de 500 oportunidades. Decenas de atentados con bombas y tiroteos, 10 iglesias quemadas, un número aún no especificado de familias católicas que se vieron obligadas a huir de sus casas y un toque de queda de hecho en algunas partes de la provincia, marcaron las manifestaciones más visibles de la violencia. La mayor parte de los incidentes fue atribuida a los grupos paramilitares lealistas, dos de los cuales han decretado un cese del fuego que parecen dispuestos a violar en apoyo a los orangistas. Fuentes de seguridad evalúan que una prolongación de la impasse en Drumcree podría terminar por provocar el regreso a la lucha armada de al menos a uno de estos grupos. La relativa paz que ha tenido la provincia desde que en 1994 se decretó el primer cese del fuego de IRA, seguido por el de los paramilitares protestantes, volaría, literalmente, por los aires.

Las posibilidades de una solución negociada de la crisis son exiguas. La Orden de Orange considera que está ejerciendo un derecho inalienable en una sociedad democrática, el derecho a la reunión, y acusa al principal dirigente de la asociación vecinal de Carvaghy Road, Brendan Mac Cionaith, de ser un infiltrado de Sinn Fein, dispuesto a explotar el potencial político de la situación (ver recuadro). Por su parte los católicos consideran que la marcha es una provocación "triunfalista" y no olvidan el resultado de las negociaciones que sostuvieron con la Orden a través de un servicio especial de mediación en 1995. Ese año, después de un impasse similar al actual, la Orden acordó con los católicos que desfilarían por Carvaghy Road pero sin hacer sonar los tambores y las flautas. Unos pocos días después, en un acto de corte militar muy publicitado, la Orden condecoró a los dos dirigentes que encabezaron el desfile con las medallas del "Sitio de Drumcree". El mensaje era claro: para la Orden no había habido una salida negociada sino una victoria. En 1996 y 1997 la policía debió imponer a la fuerza el paso de la Orden, reprimiendo la contramanifestación católica, y generando una ola de violencia en toda la provincia.

El acuerdo de paz del 10 de abril puede ser el gran rehén de este forcejeo entre ambas comunidades. El gobierno británico y el de la República de Irlanda, patrocinadores del acuerdo, desean llegar a una salida negociada. La mayoría silenciosa de la provincia votó a favor de la paz en el referendo del 22 de mayo pero no consigue reflejar esa voluntad en la arena política. Un enfrentamiento entre la policía y la Orden de Orange, una muerte en el campo de los orangistas, podría encender la mecha en Irlanda del Norte. Nadie está esperando la resolución de esta crisis con más ansiedad que uno de los dos dirigentes condecorados en 1995 por la Orden, el actual "ministro principal", David Trimble, elegido el 1º de julio por la Asamblea Legislativa para gobernar a toda la provincia según el principio del consenso entre ambas comunidades.

 

Quiénes son
Por M.J.

La Orden de Orange cuenta con 80 mil miembros en esta provincia de un millón y medio de habitantes que viven en su inmensa mayoría segregados. A la Orden sólo pueden pertenecer los protestantes y, aunque en sus estatutos prohíben todo acto hostil hacia los católicos, estipulan como obligatoria la resistencia por todos los medios de la ley a toda influencia de la Iglesia Católica. La llamada temporada de los desfiles, que se extiende con más de dos mil marchas de junio a agosto, es la manifestación pública más clara del poder de los orangistas. La Orden fue fundada a fines del siglo XVIII y ya en el siglo pasado el informe de una comisión lo citaba como la principal causa de las diferencias en Irlanda del Norte y de los graves episodios de violencia ocurridos entre 1857 y 1886.

 


 

"La Orden es como el Ku Klux Klan"

Por M.J.

t.gif (862 bytes)  El líder de la campaña contra el paso de la Orden de Orange por Carvaghy Road es Brendan Mac Cionaith, un concejal católico que se ha convertido en la bestia negra de los protestantes. La Orden de Orange lo acusa de ser un infiltrado del IRA que tiene como única misión agitar a los vecinos de la Carvaghy Road promoviendo una atmósfera de enfrentamiento. En diálogo con Página/12 Mac Cionaith rechazó estas acusaciones y depositó la culpa de la actual impasse en la puerta misma de la "sectaria" Orden de Orange, a la que comparó con el Ku Klux Klan.

--¿Cuál es el problema de dejar pasar a la Orden de Orange por la Carvaghy Road?

--Es importante que la gente sepa qué es la Orden de Orange. Es una organización sectaria que prohíbe la existencia de católicos en sus filas. Prohibir la pertenencia de alguien a una organización debido a su origen religioso es un acto de racismo similar a los del Partido Nazi en Alemania. En cuanto a la situación concreta en Carvaghy Road, no hay justificación para que estos desfiles pasen por zonas nacionalistas y esto ha sido apoyado por la Comisión de Desfiles, que es una comisión independiente que llegó a esa conclusión luego de realizar una amplia consulta.

--Según la Orden de Orange están ejerciendo un derecho básico de cualquier democracia: el derecho de reunión.

--Nada puede impedir que la Orden ejerza ese derecho. La convención europea de derechos humanos lo protege. Pero la convención también protege a los que puedan sentir que el ejercicio de ese derecho es una provocación. En este caso, autorizar el desfile de una organización sectaria como la Orden de Orange, sería como permitir que el Ku Klux Klan marche por el barrio de Harlem en Estados Unidos o que los racistas británicos del National Front desfilen por la zona negra de Brixton en Londres.

--Sin embargo, el espíritu del acuerdo del 10 de abril exige que haya un acomodamiento entre posiciones opuestas.

--Nosotros tratamos de llegar a algún tipo de acuerdo pero la Orden se niega a hablarnos y hasta se negaron a sentarse a dialogar con la Comisión de Desfiles que debía expedirse sobre este tema. Además hay que tener en cuenta que la Orden de Orange se opone al actual proceso de paz. Ellos rechazaron el acuerdo del 10 de abril e impulsaron el No en el referendo.

--La Orden dice que no se va a sentar con usted porque en 1982 fue condenado a seis años de cárcel por actos terroristas.

--Hay que poner las cosas en perspectiva. Yo soy un miembro elegido por el voto de la gente. Represento esta comunidad a nivel municipal. Pero además la Orden es muy selectiva al tomar sus decisiones. Dicen que no van a hablar conmigo porque cometí actos de violencia pero no tuvieron reparos en hablar con uno de los principales dirigentes de los paramilitares protestantes, Billy Wright, y esta semana se reunieron con otro dirigente condenado por el asesinato de dos católicos. De modo que la posición de la Orden se caracteriza por la duplicidad y la hipocresía: la violencia está bien si la ejercen protestantes pero es condenable si la ejecutan católicos. La coalición de organizaciones vecinales que yo represento se formó hace 12 años y la Orden se ha negado siquiera a acusar recibo de las cartas que les enviamos en todo este tiempo para iniciar un diálogo sobre este tema.

--Dado que no parecen haber muchas posibilidades de negociación y que hay miles de orangistas alrededor de Portadown. ¿Cómo se va a solucionar esta crisis?

--La violencia ya ha empezado. La cuestión de fondo es si vamos a ceder a los que quieren intimidarnos con sus métodos antidemocráticos. No podemos permitirlo.

 


 

HABLA MARTYN SMITH, EX LIDER DE LOS ORANGISTAS
"Tenemos todo el derecho"

Por M.J.

t.gif (862 bytes) Hasta el año pasado Grand Master (Jefe Máximo) de la Orden de Orange, diputado por el Partido Unionista del Ulster, el más importante de Irlanda del Norte, opuesto a la estrategia moderada de su líder David Trimble, el reverendo Martyn Smith es una de las piezas clave del complejo mosaico político, nacional y religioso que es el Ulster. En diálogo con Página/12 Smith explicó la posición de la Orden de Orange y alertó sobre los peligros que acechan a la provincia en caso de que no se les permita avanzar por la ruta tradicional de desfile, la calle Carvaghy.

--La gente votó dos veces por la paz, el 22 de mayo en el referendo, el 25 de junio al elegir la Asamblea Legislativa. ¿Por qué ignorar esta clara manifestación popular por una solución negociada y pacífica a los problemas de Irlanda del Norte?

--Sinn Fein tomó la decisión en 1995, durante el cese el fuego, de avanzar su causa mediante la agitación política. Por esto es que han formado estos grupos de presión en todo Irlanda del Norte. Carvaghy Road está dominado por unos de esos grupos. Su líder es Brendan Mac Cionaith, que fue encarcelado en 1982 por su participación en un atentado. De modo que hay que preguntarle a Sinn Fein por qué en un momento en que todos supuestamente deberíamos estar reconociendo las tradiciones políticas y culturales del resto --algo que superficialmente Sinn Fein ha hecho diciendo que reconoce que la Orden de Orange es parte de la comunidad irlandesa-- deciden movilizar a la comunidad católica para que la gente no ejerza su derecho democrático a desfilar por las calles de Irlanda del Norte.

--Sin embargo, la Comisión independiente de Desfiles ya dictaminó que la marcha no debe pasar por la calle Carvaghy. ¿Por qué, como ciudadanos respetuosos de la ley, no acatan ese dictamen?

--Lo que pasa es que la Comisión no es independiente. De ahí que dos personas renunciaron a la misma, dos lealistas que vieron lo que estaba pasando. Fíjese que la comisión debía dar su dictamen sobre los desfiles antes del referendo. Decidieron postergar el anuncio bajo presión de Tony Blair que sabía de antemano lo que iba a dictaminar la comisión y que temía que esto reforzara el voto del no en el referendo por los acuerdos de paz de Semana Santa. Creo que es una clara prueba de la falta de independencia e imparcialidad de la comisión.

--Sin embargo, esta semana la Comisión se pronunció a favor de que un desfile de la Orden pasase por la Lower Ormeau Road, una calle católica en Belfast.

--Pero esto no es en contra de los deseos de los católicos. Hay muchos testimonios de que los mismos católicos no tienen ninguna objeción a los desfiles. Lo que tenemos acá es gente de origen católico que bajo presión de Sinn Fein está planteando objeciones.

--Pero muchos sectores opinan que estos desfiles tienen un cariz triunfalista que va en contra del espíritu de los acuerdos de paz.

--Niego esa premisa de triunfalismo. No hay ninguna prueba de que esto sea así. Es una argucia propagandística más del Sinn Fein. Si se repiten las mismas mentiras muchas veces terminan por convertirse en verdades, como bien sabía Hitler. Lo que pasa es que a cierta gente no le gusta que flamee la bandera británica porque ellos querrían que allí flamee otra bandera, la de la República de Irlanda.

--¿Qué va a pasar?

--La gente permanecerá acampada allí mucho después del 12 de julio. Una situación así puede desembocar en cualquier cosa. Es lo que quiere Sinn Fein.

 

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