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PACIENTES QUE BUSCAN DATOS SOBRE SUS DOLENCIAS

UN CONSULTORIO POR INTERNET

Además de los médicos, muchos pacientes en EE.UU. recurren a la red en busca de nuevos tratamientos o curas no tradicionales.

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Hay casi 10.000 "sites" con información de expertos o improvisados.

Por M. F.C.
Desde Nueva York
Página/12
en Estados Unidos


t.gif (67 bytes)  Pacientes que discuten sus dolencias en profundidad con sus médicos; enfermos que descubren por sí mismos tratamientos que los ayudan a mejorarse y hasta curarse; pacientes que encuentran grupos de apoyo con quienes intercambiar experiencias y conocimiento; en suma, pacientes decididamente más informados son el producto de esta era cibernética. En Estados Unidos, el uso de Internet está cambiando la relación médico-paciente y agrega una dimensión inexplorada al mundo de la medicina.

Esta nueva avenida tiene aspectos positivos y negativos. En el mejor de los casos sirve para convertir al médico y al paciente en una sociedad, optimizar los tratamientos y eventualmente curar. También sirve para difundir estudios que permiten que tanto los profesionales de la salud como los enfermos tengan por lo menos noticia de los últimos hallazgos científicos. En el peor de los casos, tienta a la automedicación y a apelar a medicaciones seudocientíficas. La mayoría de los médicos aprueba esta revolución cibernética que implica pacientes mejor educados. Recordando una consulta de un paciente que buscaba una segunda opinión y que había hecho una prolija investigación en la red sobre su enfermedad, Michael Tedford, especialista en garganta, nariz y oído, comentó: "Mi trabajo fue facilísimo; lo único que tuve que hacer fue permanecer sentado

y asentir con la cabeza".

Hay mas de 10.000 'sites' con información de expertos, doctores improvisados o 'amateurs', y charlatanes, que se explayan sobre un espectro amplísimo de enfermedades que incluyen las dolencias más habituales, como gripe y acidez estomacal, hasta las más raras, como la enfermedad de Lou Gehrig.

Y según una encuesta reciente del 'Instituto para el Futuro' de California y Princeton Survey Research Associates, dos tercios de los navegantes de la red buscan allí información médica y referencias, dato que confirmaría la estimación de que cada vez más gente usa la computadora para obtener asesoramiento en materia de salud.

Tom Fergunson, editor de un boletín de información médica on line, señala que con el uso de Internet un paciente se convierte en una suerte de especialista de su estado y del impacto que su mal tiene en su vida cotidiana. "Un médico conoce cientos de enfermedades y síntomas mientras que los pacientes se dedican a indagar en una sola dolencia. Por supuesto, existen pacientes que creen que saben más de lo que en realidad saben. Pero hay algunos que saben más de lo que uno (el médico) sabe", dice.

Este último fue el caso de Stephen Lord, cuyo hijo, Robert, de nueve años, se cayó de una escalera y sufrió una lesión en la espina dorsal. El médico que vio a Robert inmediatamente después del accidente dijo que la lesión era tan grave que el niño quizá se quedaría inválido del torso hacia abajo.

Desesperado, Stephen llamó a un médico amigo que trabajaba en la prestigiosa clínica Mayo. El profesional le dijo que buscase en Internet la última información en materia de lesiones de la espina dorsal. Así lo hizo, y después de una noche entera de dedicada exploración en la red, en un trabajo escrito por un universitario, encontró la mención de una droga que, administrada dentro de las setenta y dos horas después del accidente, tenía efectos curativos. Lord consiguió la droga y su hijo la tomó a las setenta y ocho horas de producida la caída. A pesar de no haberse respetado el tiempo aconsejado, Robert se recuperó y volvió a caminar.

No todos los casos son tan dramáticos ni tienen tan buena resolución como el de la familia Lord. Entre otras distorsiones, existe el riesgo de que los enfermos, especialmente aquellos con enfermedades graves que pueden ser mortales, peregrinen por Internet como quien va a un santuario de Lourdes virtual. El interés por las medicinas alternativa y holística se manifiesta en cientos de "sites" que proponen las vitaminas, la nutrición saludable y las hierbas como cura para todo, desde la angina hasta el cáncer. Postulan teorías que suelen ser insostenibles desde el punto de vista científico. También preocupa la inclinación a diagnosticarse que tiene algunos individuos. Y el deseo de experimentar con nuevas drogas, aquellas que se encuentran en una etapa de estudio preliminar, que manifiestan ciertos enfermos. "Algunos vienen con información acerca de una nueva droga para el Parkinson o el Alzheimer, y es muy triste porque uno tiene que pedirles que se sienten y pincharles el globo. Me gustaría que hubiese un mejor filtro de la información", comenta una médica.

Otro profesional, el doctor Teitel de la Universidad de California, asegura que pasa una parte considerable de su tiempo diciéndoles a los pacientes: "Bueno, lo que usted me cuenta es muy interesante, pero las pruebas se han hecho en conejitos de Indias, no en seres humanos". Teitel opina que "la gente toma todo lo que se dice en la red como si fuera el Evangelio".

 


Pocas recetas por e-mail

t.gif (862 bytes) Algunos médicos y enfermeros, todavía una minoría, participan como moderadores en las discusiones on line sobre salud. También hay quienes se comunican con sus pacientes por correo electrónico. "Crea una mayor intimidad en una relación muy estructurada", explica la médica Beverly Kane, presidenta de la American Medical Informatics Association Internet Group. Sin embargo, son pocos: se estima que sólo un uno por ciento de los profesionales se comunica por esa vía.

Pero se prevé que estos porcentajes aumentarán en tanto toda una generación de profesionales acostumbrados y formados en el uso de las computadoras comienza a tomar posición y a ubicarse en puestos destacados. La mayoría de los médicos reconoce que este nuevo mundo cibernético representa un desafío para ellos.

Por lo pronto, la relación de mayor colaboración transforma la relación tradicional en que un médico daba órdenes y el paciente obedecía. Algunos profesionales admiten que esto los pone nerviosos. "Es difícil para los médicos porque al quedar de lado la parte educativa de la relación, se entra con mayor profundidad en el aspecto humano y muchos médicos jamás hemos tenido discusiones de este tipo", comentó Richard Rockefeller, un médico que pertenece a un instituto que promueve el uso de las computadores en las clínicas.



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