LAS FEROCES RATAS PORTEÑAS
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Y las ratas obtuvieron la victoria. En la guerra entre Gobierno de la Ciudad y los roedores, ratas y ratones llevan las de ganar. Según admitieron funcionarios de la administración porteña, las cifras actuales indican que existen unos 15 millones de ratas en la ciudad, lo cual configura un estado latente de "riesgo sanitario". Sin embargo, no existen políticas sistemáticas de control para combatirlas. Bajo este cuadro, el interventor del Instituto Luis Pasteur, Oscar Lencinas, aseguró a Página/12 que médicos y pediatras han dado cuenta de "un problema grave": las mordeduras de ratas a bebés en villas de emergencia. Zonas cartilaginosas como orejas, labios y la punta de la nariz son los blancos preferidos para los mordiscos. Según precisó Lencinas, no existen aún estadísticas ni canales sistemáticos para registrar esta información. Son los médicos encargados de los centros asistenciales de las villas quienes dieron la alerta. "Los bebés son alimentados con leche y las ratas los muerden atraídas por el olor de la comida", explicó Lencinas. El mordisco se produce habitualmente mientras los bebes están dormidos. La situación, evidenciada especialmente en barrios carenciados, con condiciones de hacinamiento que promueven la permanencia del roedor, se repite en casas tomadas. Los barrios de Once, Abasto, Liniers y Mataderos son las áreas más afectadas por el roedor. Además el cordón que rodea el Riachuelo y zonas como Lugano, lindantes a la General Paz, son contadas como otros focos de hábitat del animal. En tanto, en la Boca se habría producido una disminución en la cantidad de ratas. "Es imposible indicar con precisión la cantidad de ratas que hay, pero de acuerdo a los números que manejamos nosotros y la gente de la Universidad de Buenos Aires, existen entre 4 y 5 ratas por habitante en la ciudad", indicó Fernando Lopez, a cargo de la Dirección General de Política y Medio Ambiente del Gobierno de la Ciudad. Si bien la cifra es similar a la de hace un año, el funcionario indicó que hubo un desplazamiento en las zonas afectadas por el roedor. Los motivos del corrimiento serían dos: la urbanización de las áreas cercanas al puerto, como las de Puerto Madero, y las mismas campañas de desratización. El cirujeo a cielo abierto y la imposibilidad de colocar cebos son algunos de los inconvenientes para controlar el avance de las ratas en los barrios más pobres. El cirujeo provoca la acumulación de comida y desperdicios considerados imanes para los roedores. En tanto, la colocación de cebos se descarta porque sin control pondrían ser ingeridos y poner en riesgo a chicos y animales. Pero todavía no se encontró una solución efectiva para eliminar el problema. Sólo dos o tres veces por mes el Gobierno de la Ciudad lleva a cabo trabajos de desinfección en villas de emergencia. "Con sólo dos ratas por habitante, la situación debe considerarse de riesgo sanitario", aseguró a este medio López. Mientras desde el departamento de Medio Ambiente consideran improbable desterrar al roedor, Lencinas confió que "no existen políticas de control efectivas para revertir los números". "En cinco oportunidades enviamos cartas a las empresas de ferrocarriles de la ciudad para hacer una tarea sistemática y no hubo respuesta": según López, con la propuesta, su área buscaba reforzar el trabajo de desinfección realizado por cada una de estas empresas sobre la línea del ferrocarril. "Les pedíamos --agrega el funcionario-- que nos dijeran cuándo hacen el trabajo para continuar nosotros con la línea paralela." Esta falta de coordinación fue señalada como uno de los motivos que tornan ineficaces los operativos. "No terminamos con el problema, sino que provocamos su traslado", concluyó López. "La bacteria de la rata está ubicada en riñón y se trasmite a través de la
orina, que muchas veces es pisada o tocada por el hombre o los chicos", indicó
Lencinas. La enfermedades producidas por la deposición pueden ser la leptospirosis, la
fiebre hemorrágica, la rabia y el hantavirus. Además, estos roedores considerados como
una de las especies capaces de provocar mayores enfermedades en el hombre: pueden
trasmitir parásitos, patologías bacterianas como la escherichia, que causa diarrea, y
salmonelosis. |