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EN COLOMBIA SE COMBATE, EN ALEMANIA SE NEGOCIA

Mientras continúan las acciones de los grupos paramilitares y del ejército, el ELN se reunió en un monasterio alemán con miembros de la sociedad civil colombiana para negociar la paz

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El obispo colombiano Jorge Martínez habla con los periodistas en el monasterio de Himmelspforte.


t.gif (67 bytes)  Las negociaciones para llegar a la paz con la guerrilla en Colombia son lentas pero constantes. Luego del promocionado encuentro del jueves pasado entre el presidente electo Andrés Pastrana y líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ayer se reunieron en Alemania representantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), del Consejo Nacional de la Paz (CNP) y de la sociedad civil colombiana para redactar un principio de acuerdo de paz. Estas conversaciones habían comenzado anteayer y finalizarán mañana. Aunque no trascendió nada de los temas tratados, el director del Programa Presidencial contra el Secuestro, Rubén Ramírez, dijo que el ELN está dispuesto a liberar a las 150 personas que tiene secuestradas e incluso a renunciar a esta práctica.

En Colombia, mientras tanto, los últimos días del gobierno del presidente Ernesto Samper transcurren normalmente, con toda la carga que eso significa para este país: por lo menos 30 personas murieron en distintas acciones militares. En la región de los Llanos Orientales, tres batallones especializados mataron a 20 guerrilleros de las FARC en un operativo lanzado contra el frente oriental de la organización, según informó el comandante del ejército, general Mario Hugo Galán. Y en Sabanalarga, a 300 kilómetros al noroeste de Bogotá, nueve personas aparecieron muertas en un acto atribuido a los grupos paramilitares.

Lo que no es frecuente es que el ejército tenga éxito en sus operaciones. De hecho, la principal razón por la que las negociaciones de paz se transformaron en la gran cuestión en las elecciones de mayo es que los militares se habían declarado incapaces de derrotar a la guerrilla, al menos en el corto plazo. Pero la acción efectuada ayer también representa, indirectamente, un mensaje de los militares al presidente electo Pastrana, pues se realizó en los alrededores de la zona que debe ser desmilitarizada, según las FARC, para comenzar las conversaciones de paz. Fue el mismo general Galán el que declaró ayer que el retiro militar de uno de los municipios incluidos en ese área, el de San Vicente de Caguán, es peligroso porque "la situación es muy compleja". Galán reiteró que el 23 de junio el alto mando castrense ya le había advertido a Pastrana de las consecuencias de acceder al pedido de los guerrilleros, que controlan casi un 40 por ciento del territorio colombiano.

Paralelamente a la negociación entre el nuevo gobierno y las FARC, la otra gran organización guerrillera, el ELN, está tratando de acordar una propuesta de paz con las organizaciones no gubernamentales colombianas y con el apoyo de la Conferencia Episcopal de Alemania en el monasterio de Himmelspforte, entre las localidades de Wurzburgo y Maguncia. Estos encuentros habían comenzado hace dos semanas y también incluyen a académicos, sindicalistas y empresarios. El gobierno de Samper quiso incluir a un representante, Daniel García Peña, bajo la excusa de que pertenece al Consejo Nacional de Paz (CNP), pero el ELN rechazó su presencia. Ambas organizaciones guerrilleras se han manifestado, desde hace por lo menos un año, en contra de cualquier tipo de conversación con el actual gobierno.

Sin embargo, los tres representantes del ELN presentes en Alemania (alias "Pablo Beltrán", "Milton Hernández" y "Juan Vázquez") supuestamente se reunieron con el zar antisecuestro, Rubén Ramírez, un día antes del comienzo de esta ronda de conversaciones. Durante las reuniones anteriores, las partes habían llegado a un acuerdo para "humanizar" el conflicto, pero ahora la intención del gobierno, y también de las organizaciones civiles, es avanzar en aspectos concretos como son, justamente, el fin de los secuestros y de los atentados dinamiteros a oleoductos y pozos petrolíferos que el ELN viene realizando desde 1986. Para tratar esto último, el ministro de Medio Ambiente, Eduardo Verano, anunció que viajará el jueves próximo a Maguncia.

Esta gestión había sido calificada de "histórica" por la prensa colombiana, pero la semana pasada fue la reunión "en algún lugar" entre Pastrana y uno de los jefes de las FARC, Manuel Marulanda Vélez, alias "Tirofijo", la que se robó ese adjetivo; no sólo porque se trata de una gestión oficial, sino porque las FARC son mucho más poderosas que el ELN. Pero lo que plantea muchas dudas sobre este proceso de paz es su resultado, más allá del cese el fuego. En el caso de que ambas organizaciones se sienten efectivamente a negociar, lo harán con la fuerza que les da su control territorial colombiano y exigirán --como ya anunciaron-- la nacionalización del petróleo y una importante reforma agraria. Algo que no figura en absoluto en el programa de gobierno de Pastrana y en el cual, paradójicamente, está como gran objetivo llegar a una paz con la guerrilla.

 



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