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Por Fernando Almirón El presidente Carlos Menem, preocupado por la gobernabilidad de lo que le queda de gestión, convocó ayer a los integrantes del bloque de diputados justicialistas para pactar la pronta sanción de un paquete de leyes vitales para el Ejecutivo y evitar que la dura interna partidaria repercuta en el Parlamento originando la ruptura del bloque. En la quinta de Olivos, Menem se esforzó por diferenciar al gobierno de la tormenta desatada en su interna con Eduardo Duhalde. El Ejecutivo necesita enviar un mensaje "hacia afuera", y Menem les pidió a los legisladores que hoy, a más tardar, aprueben los dictámenes a favor del tratamiento de las leyes de Reforma Laboral y Tributaria, que están demoradas en el Congreso y son objeto de demanda por parte del empresariado y los organismos internacionales de crédito. "Necesitamos mantener la unidad del bloque, y sacar estas dos leyes", le dijo Menem a Humberto Roggero en un aparte al finalizar el encuentro". Y agregó: "Vamos a negociar un acuerdo (con Duhalde) que evite la ruptura". Todos temen que una división deje al PJ en minoría, pero hasta anoche nadie sabía cómo frenarla. Cuando los encargados de ceremonial acomodaron al último de los 107 diputados que se trasladaron ayer hasta Olivos, se produjo un silencioso instante de espera atravesado por las miradas que se prodigaron menemistas, duhaldistas y "no alineados". Los legisladores se preguntaban sobre los reales motivos y el resultado de la reunión convocada en medio de la tormenta desatada entre re-reeleccionistas y duhaldistas, situación que para muchos dirigentes pronostica la ruptura del partido gobernante. Menem apareció minutos después con su mejor sonrisa y se dirigió directamente hacia el sector en el que se encontraban los legisladores del duhaldismo. Llamó a cada uno de ellos por su nombre de pila, elogió la elegancia de Mabel Müller, abrazó a Eduardo Caamaño y encontró detrás de la cortina en la que se había refugiado al cordobés duhaldista Eduardo Mondino. "Eduardito, muchas gracias por haber venido", le dijo. Después se ocupó de ponerles palabras a los gestos. El Presidente fue claro a la hora de hablar sobre la necesidad de conservar la unidad del bloque de diputados oficialistas. Menem --después de elogiar a los legisladores a los que llamó "mi bloque"-- los instó a que no se presten a "esta especie de conventillo que no hemos armado nosotros, porque son los medios los que nos quieren dividir, enfrentar y crear problemas", olvidándose que fueron sus adláteres quienes llenaron los juzgados pidiendo una interpretación judicial que le posibilite presentarse otra vez como candidato. Menem agregó que "algunos dicen que estos problemas internos del justicialismo quizá paralicen la economía. Mentira". Después se ocupó de la oposición, a la que calificó como "enemigos más que adversarios" y le dedicó un párrafo a Graciela Fernández Meijide, a quien no llamó por su nombre. "No se justifica que la diputada haya dicho que el gobernador Rosas es un buen político, lástima que sea del interior. Como si los del interior tuviéramos una capitis deminutio. Pero la gente del interior tiene que reaccionar", dijo. Sin embargo, más allá de los discursos, lo que Menem necesitaba era asegurarse la unidad del bloque, e hizo su apuesta, momentánea, a Humberto Roggero, un "no alineado". "Dicen que los problemas internos están paralizando la economía. Tenemos que dar muestras de gobernabilidad", le dijo Menem al jefe del bloque. "Te pido que esta semana salgan los dictámenes de comisión sobre Reforma Laboral y Reforma Tributaria, y que bajen al recinto antes de fin de mes". Roggero le respondió que el bloque estaba "pegado con cinta scotch", que en cualquier momento se le podían ir una docena de diputados y que el oficialismo perdería así la primera minoría en la Cámara baja. "Tenemos 122 legisladores contra 106 de la Alianza, cualquier movida nos deja en minoría", calculó el cordobés. "Yo te prometo que vamos a negociar un arreglo, necesitamos un poco de tiempo", le prometió el Presidente, quien antes de la despedida le recordó otras leyes en espera: hidrocarburos, forestal y financiamiento educativo. "Para eso no alcanza con la cinta scotch, necesito `la gotita'", reflexionó Roggero ya rumbo a la salida.
INTENTARA NEGOCIAR HOY CON DUHALDE PARA EVITAR
LA FRACTURA DE PJ Cafiero, Bauzá y Marín mediarán ante el gobernador. Pero él no suspende el plebiscito, ni Menem levanta el congreso del viernes.
Por Diego Schurman En una carrera contra reloj, Carlos Menem y Eduardo Duhalde intentarán encontrar una salida consensuada a la feroz interna que amenaza con partir en dos al justicialismo. La voluntad para iniciar una negociación fue moneda corriente a lo largo de la jornada, pero recién a la noche se transformó en un hecho concreto, cuando Antonio Cafiero le propuso al gobernador inaugurar desde hoy una ronda de conversaciones para sellar una tregua con el menemismo. La imposibilidad de alcanzar una fórmula que pudiera evitar la ruptura obligó a las partes a realizar una demostración de fuerza: el Presidente exponiendo el apoyo de la mayoría de los gobernadores a una nueva reelección y ratificando la realización del congreso partidario del viernes. Y el gobernador reiterando que el plebiscito, con un resultado cantado contra las pretensiones de un tercer mandato, por ahora es "inamovible". Cafiero llegó a la quinta Don Tomás, que Duhalde posee en San Vicente, pasadas las diez de la noche. El senador fue en persona para gestionar un encuentro entre el gobernador y los dirigentes de la Comisión de Acción Política del PJ. Además del veterano legislador, ese cuerpo lo integran Rubén Marín y Eduardo Bauzá. La gestión respondió a una solicitud realizada por 12 de los 14 gobernadores justicialistas para que se inicien gestiones tendientes a preservar la unidad del partido. El pedido se plasmó en un comunicado de una carilla luego del encuentro que los mandatarios provinciales --con la excepción de Duhalde y el santacruceño Néstor Kirchner-- mantuvieron con Menem en la residencia de Olivos (ver aparte). La prédica antirrupturista se impuso entre los dirigentes del PJ ante la inminencia de un congreso partidario en el que Duhalde se resiste a participar. Desde el ministro de Gobierno bonaerense, José María Díaz Bancalari, hasta el vicepresidente de la Nación, Carlos Ruckauf, un nutrido grupo de personalidades coincidió sobre la inconveniencia de quebrar al PJ. Sin embargo, hasta que Cafiero corporizó el reclamo mayoritario, mememistas y duhaldistas continuaron adoptando durante toda la jornada el papel de tirios y troyanos. El Presidente plagó su agenda de reuniones para demostrar el encolumnamiento de sindicalistas, legisladores y gobernadores detrás de su figura (ver página 6). Estuvo con la cúpula de la CGT con la excusa de analizar la reforma laboral. Después con los legisladores para que agilicen temas que están trabados en el Parlamento. Y finalmente con los gobernadores justicialistas, para escuchar el dulce susurro del apoyo a la causa re-reeleccionista. En el ínterin dejó que sus acólitos actuaran. A unos, como Carlos Corach, para que despotricara contra el plebiscito que Duhalde convocó en su provincia para el próximo 13 de setiembre (el ministro evitó hacer mención del plebiscito nacional con el que Menem buscó sepultar infructuosamente al bonaerense). A otros, como Fernando Galmarini, para que reclutara a todo el peronismo bonaerense que no apoya al gobernador. Incluso, dejó que el orteguismo difundiera una encuesta que intenta demostrar el poco afecto de la gente a la gestión de Duhalde. El gobernador también alistó a su tropa. A media tarde reunió en San Vicente a los intendentes de tres circunscripciones, a los que se sumaron Alberto Pierri --para demostrar de qué lado juega en la interna--, Alberto Iribarne, Osvaldo Mércuri, Carlos Brown, Hugo Toledo, Díaz Bancalari y Graciela Gianettasio, entre otros. Duhalde bajó línea para que sus hombres dijeran que el pedido de Menem para que en el congreso partidario se tratara su re-reelección pone en peligro las instituciones. El gobernador busca así trazar una línea entre aquellos que defienden la Constitución y los que quieren "violarla", en alusión al menemismo. Parte de esa estrategia la hizo pública cuando a primera hora de la mañana lo abordaron los periodistas. "Es el Presidente el que nos pone ante un riesgo institucional. Se está gestando una especie de complot para violar la Constitución", dijo tras participar de un acto en Los Toldos. Pero terminó de consolidar su movida con la confección de telegramas que hoy comenzarán a recibir todos los congresales justicialistas y no sólo aquellos que el menemismo citó para la cumbre de Parque Norte. El texto, que amenaza con ser un primer paso hacia la impugnación del congreso vía judicial, redunda en tres afirmaciones: que esa cumbre pergeñada por el menemismo para el viernes es ilegal; que al convocarlo se cambió la composición de los asistentes, reduciendo el número de representantes por la provincia de Buenos Aires y de Santa Fe, y que el temario que allí se piensa incluir --especialmente el referido a la posibilidad de un tercer mandato de Menem-- conforma un intento de involucrar a todo el PJ en una maniobra para violar la Constitución.
LOS GOBERNADORES EL VIERNES VAN AL CONGRESO "Si hay una disputa por el poder nacional, el peronismo mendocino va a estar junto al compañero Carlos Menem." Esta frase, pronunciada por el mandatario mendocino Arturo Lafalla, definió uno de los objetivos que se establecieron en la reunión que 12 gobernadores justicialistas sostuvieron anoche con el Presidente, el apoyo total y uniforme a su re-reelección. El otro apuntó a tender puentes con el principal ausente, Eduardo Duhalde, para evitar la fractura del partido. En un documento que leyó al finalizar el encuentro el ministro del Interior, Carlos Corach, los gobernadores anunciaron que concurrirán al congreso nacional extraordinario que se realizará el viernes 17 a las 10 de la mañana en Parque Norte. Los jefes provinciales aceptaron tratar el temario acordado ayer por el menemismo, que prevé que el apoderado del partido, César Arias, peticione ante la Justicia para que Menem pueda postularse por tercera vez en 1999. Pero dieron el apoyo a las palomas menemistas que se impusieron a los halcones en la búsqueda de un acuerdo con los duhaldistas que evite el cisma, al encomendar a los miembros de la Comisión de Acción Política (CAP) las gestiones ante Duhalde, "para preservar la unidad del peronismo". Los gobernadores resucitaron así la CAP, que integran Corach, Eduardo Bauzá y el pampeano Rubén Marín, quienes al cierre de esta edición ya se habían comunicado con Duhalde, que se encontraba en su quinta de la localidad bonaerense de San Vicente (ver nota central). A pesar de que algunos gobernadores, como el santiagueño Carlos Juárez, criticaron duramente a Duhalde por su decisión de convocar a una consulta popular no vinculante a nivel provincial para que se expida sobre la re-re, primó la actitud del entrerriano Jorge Busti, quien advirtió sobre la "ruptura total" del PJ si se mantenía el enfrentamiento con el duhaldismo. Busti señaló que era impensado un escenario electoral favorable al
justicialismo sin el apoyo del peronismo bonaerense al candidato presidencial del PJ,
hecho en el que coincidieron todos los presentes. Ante semejante reclamo, Menem aceptó el
llamado a una nueva tregua, pero logró confirmar una importante asistencia al congreso y
el tratamiento del pedido orgánico de su re-reelección ante la Justicia. Con la Corte
Suprema siempre en la mira, Menem logró que todos los gobernadores se expresaran en
contra de las consultas populares, incluidas la nacional y la bonaerense.
El "amigo" americano se ofreció como mediador
Aunque primero se atajó con la excusa de que "es un tema de los argentinos", para evitar pronunciarse sobre la re-reelección del presidente Carlos Menem, el ex embajador de los Estados Unidos en Argentina, James Cheek, no pudo después con su genio: como en los tiempos en los que representaba formalmente los intereses de Washington, el ex diplomático devenido ahora en lobbista de empresas norteamericanas se entrometió en la interna peronista. Aclaró que en su país la Corte Suprema de Justicia "está sujeta a la Constitución y no por encima" y hasta se ofreció a interceder en la puja que mantienen Menem y el gobernador bonaerense Eduardo Duhalde por ser "amigo" de ambos. "Para el inversionista extranjero lo importante, lo clave en estas cosas, es respetar la Constitución y el orden constitucional y resolver los problemas políticos democrática y pacíficamente; es decir, por votos y no por violencia", dijo Cheek, quien de todos modos recurrió a la diplomacia que le dieron sus años de embajador y cuidó las formas al hablar de los intentos por habilitar una nueva re-reelección de Menem, tema que divide al peronismo. El ex embajador norteamericano aclaró durante una entrevista concedida a Radio Mitre que "éste es un asunto de ustedes, los argentinos, y no de nosotros". Subrayó, no obstante, que su país "tiene gran interés en ver prosperar la democracia en la Argentina", pero también reclamó "mucho cuidado en no hacer algo inapropiado y no intervenir" en los asuntos de la vida política local. Cheek desistió de opinar directamente sobre la posibilidad de que la Corte Suprema de Justicia --a la cual el menemismo apuesta sus fichas para conseguir un nuevo mandato de Menem-- falle a favor de la re-reelección. "Es imposible opinar sobre esto porque es muy especulativo", se excusó. Sí, en cambio, comentó que en los Estados Unidos el máximo tribunal "está sujeto a la Constitución, tanto como el Ejecutivo o el Legislativo". Y, para que no dejar ningún margen de duda sobre el lugar que le cabe a la Justicia en su país, enfatizó: "Está por debajo de la Constitución y no por encima". Con el mismo afán de protagonismo que tenía cuando oficiaba de embajador en Buenos Aires --entonces se mostraba como un fanático de San Lorenzo y del mismo modo se entrometía en los asuntos internos de Argentina, como en el tema de la ley de patentes, por lo cual fue hasta repudiado por el Congreso--, Cheek se ofreció a mediar entre Menem y Duhalde por ser "amigo de los dos". Explicó al respecto que "entre mis amigos no tengo grados de amistad" y agregó que "si los dos amigos quieren y lo piden, uno siempre puede meterse".
DESCARTAN LA CONSULTA PORTEÑA Graciela Fernández Meijide se recupera, luego de operarse por una afección ocular, en tanto que Raúl Alfonsín y Chacho Alvarez permanecen en cama, con gripe. Sólo Fernando de la Rúa y Rodolfo Terragno siguieron en actividad, aunque el primero de ellos se mantiene en pie con tres dosis diarias de antibióticos. Ayer se dieron a conocer pocos partes desde la enfermería aliancista. "Hace falta que se fortalezca la conciencia de rechazo, para encarar la resistencia a todo intento de violar la Constitución", señaló De la Rúa. El candidato radical, antes de ingresar a los actos de conmemoración de la revolución del 14 de julio de 1789 en la embajada de Francia, descartó que en la ciudad de Buenos Aires se vaya a realizar un plebiscito, "porque ese mecanismo está previsto para otra cosa y porque la opinión pública ya se ha manifestado hace muy poco tiempo en contra de la continuidad del Presidente" Carlos Menem, en alusión a las elecciones de octubre pasado. El diputado Terragno, por su parte, se dedicó a llamar una y otra vez por teléfono, para acordar el calendario de reuniones que el Grupo de los Cinco mantendrá con diferentes sectores de la sociedad para crear un Foro para la Defensa de la Constitución. "Menem tiene los días contados: haga lo que haga, el 10 de diciembre de 1999 se va. Si llama a plebiscito, pierde, y si la Corte lo habilita, pierde", declaró a una radio. En una charla con este diario, Federico Storani comentó que "la renuncia a los cargos institucionales en el Parlamento es sólo una de las muchas posibilidades que manejamos para resistir el avasallamiento de las instituciones". Para Elisa Carrió, el peronismo no podrá evitar su fractura, porque "ya son muchos los que desde sus filas piensan en compartir nuestro triunfo del año que viene". Por otra parte, y en línea con las respuestas a la "tormenta ética" gubernamental, Graciela Fernández Meijide presentó, antes de su tratamiento médico, un proyecto de ley destinado a que los funcionarios públicos, incluyendo al presidente de la Nación y a los ministros, rindan cuentas de su gestión. En los fundamentos de la propuesta la legisladora aliancista resaltó que "la ciudadanía tiene derecho a estar informada de lo que hacen los funcionarios, sobre todo porque los últimos años estuvieron plagados de hechos de corrupción que conspiran contra los intereses de la gente".
PIDEN A SERVINI QUE LO IMPUGNE Compromiso Ciudadano (CC), una entidad integrada por dirigentes de diversas corrientes políticas e independientes, pidió ayer a la jueza electoral María Servini de Cubría que ratifique la "inhabilitación" que pesa sobre Carlos Menem para ser candidato a presidente el año próximo. La solicitud, basada en el artículo 90 y en la cláusula transitoria novena de la Constitución, es la primera de este tipo que se realiza en una instancia judicial. Norberto La Porta (Frepaso), Horacio Sanguinetti (UCR), Néstor Grancelli (Acción por la República), María Cristina Lionti (Partido Federal), el ex fiscal Roberto Solá y el presidente del Club del Progreso, Guillermo Lazcano Quintana, son algunos de los firmantes de la presentación que deberá estudiar la jueza electoral. "Los partidos no tienen nada que ver" con la decisión de acudir a la Justicia, comentó a Página/12 Norberto Borzese, fundador de CC y firmante del pedido. "De lo que se trata es de poner en práctica el derecho de un elector a pedir la exclusión de un vecino, por ejemplo, si considera que no está en su sano juicio. Nosotros, en este caso, lo pedimos porque consideramos que la Constitución nacional le permite a Menem ser candidato a gobernador, a diputado, a intendente, pero no a presidente, y queremos que la justicia electoral lo tache en lo referido a esta última candidatura", explicó Borzese.
Proyecto de la UCR bonaerense Un proyecto presentado por legisladores radicales de la provincia de Buenos Aires propuso derogar el decreto que convocó a una consulta popular en la provincia, el próximo 13 de setiembre, para que la ciudadanía se pronuncie sobre la posición de los legisladores bonaerenses frente a una reforma constitucional que habilite una nueva reelección de Carlos Menem. El titular del bloque de senadores radicales, Eduardo Florio, quien presentó la iniciativa en la Legislatura provincial, advirtió al respecto que existe "una clara imposibilidad" para que el gobierno de Eduardo Duhalde avance con el llamado a la consulta, dado que la Constitución bonaerense impide cualquier consulta referida a la reforma constitucional.
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