Para las prostitutas, el riesgo es ir de a tres

El capítulo del Código de Convivencia porteño que restringe el ejercicio de la prostitución callejera, que entraría en vigencia mañana, impedirá la concentración de tres o más trabajadoras del sexo en una misma cuadra, de acuerdo con la interpretación que los fiscales contravencionales le hicieron llegar a la Policía Federal, la encargada de aplicar la norma. Así lo confirmaron a Página/12 el secretario de Gobierno porteño, Enrique Mathov, y el superintendente de Seguridad Metropolitana de la Federal, comisario Luis Fernández, quienes participaron de la reunión en que los fiscales impartieron las instrucciones. Fernández agregó que "si surgen problemas para la identificación (de las prostitutas), las infractoras podrían ser demoradas en una comisaría hasta establecer su identidad".

"Estamos aterradas, porque sabemos de lo que es capaz la policía", dijo a Página/12 Elena Reynaga, titular de la Asociación de Meretrices de Argentina (AMAR), la organización que nuclea a las trabajadoras del sexo. Ayer, el gremio inició una campaña informativa "para que las chicas conozcan el Código y no le den pie a la policía para que vuelva a los abusos de antes", explicó Reynaga.

Los fiscales de la Cámara Contravencional entregarán a la policía entre hoy y mañana, por escrito, las instrucciones para interpretar el controvertido artículo 71, que restringe el ejercicio de la prostitución. El artículo, aprobado hace dos semanas por la Legislatura, con la oposición de vecinos y travestis, intenta limitar en términos algo ambiguos la oferta sexual en los lugares más conflictivos de la ciudad, como Palermo y Flores.

El artículo sanciona a las prostitutas que causen "alteraciones a la tranquilidad pública frente a viviendas, establecimientos educativos o templos, o en su proximidad", como resultado de su "concentración, de ruidos o perturbación del tránsito de personas o vehículos, o con hostigamiento o exhibiéndose en ropa interior o desnudo/a".

Ante la inminente puesta en vigencia de la norma, el jefe de Gobierno de la Ciudad, Fernando de la Rúa, y el secretario de Seguridad de la Nación, Miguel Angel Toma --de quien depende la Policía Federal-- se pusieron de acuerdo sobre la forma en que se implementará el polémico artículo, en la misma reunión en que los fiscales impartieron sus instrucciones a la policía. En la cumbre --que se llevó a cabo lunes y martes-- participaron, además de De la Rúa, Toma y Mathov, el comisario Fernández, el subjefe de la policía Héctor Data y los fiscales de Cámara, Walter Fernández y Juan Carlos López.

En la reunión se definieron cada uno de los términos ambiguos de la norma. Así se estableció que se considerará como "concentración" de prostitutas la presencia de "más de tres personas en el mismo ámbito visual o auditivo", según quedó redactado. Esto significa --explicó el comisario Fernández-- que tanto pueden ser infractoras tres prostitutas (o travestis) reunidas en una esquina, o las mismas tres "separadas pero en la misma cuadra, en un mismo espacio visual". Aunque no haya ruidos molestos ni hostigamiento.

"La policía tiene instrucciones, en ese caso, de advertirles que deben cesar en la conducta, esto es, irse del lugar. Si no lo cumplen, se procede a identificarlas, se las aprehende, se las sube al patrullero y se consulta con el fiscal. Si corresponde, se confecciona el acta y se las remite al tribunal contravencional", explicó el oficial. "Pero si hay dudas sobre la identidad, se la puede trasladar a la comisaría para su identificación", agregó.

Mathov confirmó los términos del acuerdo, aunque aclaró que "las instrucciones se pueden modificar en el transcurso de la aplicación de la norma". El secretario de Gobierno aseguró que "en dos meses vamos a saber si este Código funciona o no". "Y si no se puede implementar --agregó-- le pediremos a la Legislatura que redacte una nueva norma". Por su parte, la diputada Liliana Chiernajovsky (Frepaso), una de las impulsoras de la reforma, se manifestó de acuerdo con la interpretación porque "el objetivo era desconcentrar la actividad en las zonas conflictivas".

Hasta ayer, las militantes de AMAR se habían resignado al nuevo Código como quien acepta un mal menor. "Queremos trabajar sin molestar a los vecinos. Tenemos que aprender a convivir. Por eso preparamos un boletín, para que las chicas no incurran en contravenciones", dijo Reynaga. Sin embargo, advirtieron que con la nueva interpretación pueden volver "los abusos policiales, las detenciones arbitrarias y las coimas".

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