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Por Steve Week desde Los Angeles Michael Jordan está cada vez más cerca del adiós al básquetbol de la NBA, según reconoció el propio astro de los Chicago Bulls. Jordan insistió en que sólo continuaría jugando a las órdenes del actual entrenador de los Bulls, Phil Jackson, quien ya en junio había rechazado una oferta para mantenerse en la dirección del equipo, anunciando su intención de dejar la entidad. "Estos son, en este momento, mis sentimientos", dijo Jordan el jueves, durante un torneo de golf en Long Grove, Illinois. "Vuelvan a preguntármelo dentro de dos o tres meses. No creo que cambie mi opinión, aunque quizá sea posible. Esta es, lo digo con bastante seguridad, mi decisión." Sin embargo, Jordan ha declarado que no se pronunciará de manera definitiva sobre el futuro profesional hasta que termine el lock-out patronal proclamado a fines de junio por los dueños de los 29 equipos de la NBA, tras el fracaso de las negociaciones colectivas con el sindicato de los jugadores. Los comentarios de Jordan se produjeron un día después de que el dueño de los Bulls, Jerry Reinsdorf, declarara que había conversado con la estrella --el deportista mejor pago del mundo-- sobre posibles entrenadores para el equipo de Chicago. Reinsdorf aseguró que Jordan no tiene derecho a veto en la elección del futuro entrenador. Tim Floyd, del equipo de la Iowa State, del básquetbol universitario norteamericano, es considerado como el candidato más firme para suceder a Jackson. Jordan ya ha declarado que de ninguna manera jugará a las órdenes de un técnico tan joven como Floyd. "Siempre he cumplido mi palabra y siempre dije que no seguiría sin Jackson. Eso es algo que mantengo." El dueño de los Bulls insistió en que el nombre del nuevo entrenador será hecho público en 10 días, pero subrayó que la elección no tiene que ver con la decisión de Jordan: "Si él se va --dijo--, será por otras razones". No es la primera vez que Michael Jordan renuncia al básquetbol de la NBA. Ya lo hizo en octubre de 1993, conmovido por el asesinato de su padre. Tras un brevísimo paso por el béisbol estadounidense, Jordan regresó a las canchas tras 17 meses de ausencia de la NBA.
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